Los rumores sobre la venta de acciones de YPF ya no tienen olor a podrido. Tampoco lo tienen las versiones que indican que el comprador argentino será Enrique Eskenazi, del Grupo Peteresen. Pero el olor no se va: Pues entonces ¿quien lo tiene?
(Alejandro Jasinski – Red Eco) Ciudad de Buenos Aires. Aunque el empresario Eskenazi haya asegurado que la operación no se realizará antes del 2008, prácticamente todas las versiones periodísticas indican que el presidente argentino, Néstor Kirchner, anunciará la "reargentinización" de YPF próximamente. Si así fuera, será un anuncio de fuerte impacto político en vistas de las elecciones presidenciales de octubre.
Pero la mega-operación accionaria tiene un fuerte olor a podrido que proviene, sin duda alguna, del cártel que le han colgado a la venta de las acciones de YPF: la "reargentinización" del petróleo y del gas argentino. Nada más lejano a la realidad.
La petrolera española Repsol ha decidido vender el 45% de las acciones de su subsidiaria argentina YPF. Primero vendería de forma directa un 25%, mientras que el restante 20% los vendería antes de fin de año a través de la Bolsa de Comercio.
La gran incógnita era el nombre del grupo argentino que pagaría 3.000 millones de dólares por el primer 25%. Había condiciones del gobierno argentino (buscaba que fuera un grupo "amigo" de la presidencia) y de la empresa (no quería que el Estado fuera el comprador).
Finalmente, todas las versiones indican que es el Grupo Petersen, de Enrique Eskenazi, quien va a comprar las primeras acciones. Esta familia es dueña del Banco de San Juan, Banco de Santa Cruz, Banco de Entre Ríos, Banco de Santa Fe, además de poseer una importante constructora y viñedos, entre otros negocios.
Los sospechosos vínculos del Grupo Petersen los ligan a algunos amigos menemistas, como Carlos Corach y el hijo del traficante de armas Diego Palleros, entre otros.
Uno de los motivos más preocupantes es que se ocultan las verdaderas razones de la transferencia. Nuevamente, como con el caso de AySA y el FMI, se aduce una voluntad del gobierno de tomar la iniciativa; cuando en realidad es Repsol quien quiere disminuir el "riesgo argentino", para reinvertir las ganancias que se han llevado de aquí en otras zonas hoy más seguras, como África o México.
Pero el hecho realmente preocupante es que detrás del Grupo Petersen se encuentran algunos de los principales bancos del mundo. Eskenazi pagaría de inmediato un 10'% del valor de la operación, mientras que el resto sería financiado a través del Credit Suisse, Goldman Sachs, Citigroup y Union Bank of Switzerland (UBS), contra garantía de las acciones de YPF.
Según un comunicado del movimiento por la nacionalización inmediata del petróleo y del gas, integrado por M.O.R.E.N.O., Autoconvocados, Fetera-CTA y COCEPA, entre otros, la "reargentinizción" de YPF es una nueva estafa.
En el documento todavía no difundido se señala: "Poco importa la circunstancial nacionalidad de quienes suenan como adquirentes, lo que realmente importa es si se encara una política petrolera al servicio de los argentinos, o si se continúa con la depredación de nuestro recurso y la expatriación de la renta petrolera."
Así, se denuncia el "gatopardismo petrolero" del "capitalismo compinche" del gobierno argentino, que "pretende liberar a REPSOL de sus incumplidos compromisos de inversión" y evitar denunciar a la petrolera española "por diversos delitos económicos, como fraudes en la certificación de reservas, elusión y evasión impositiva, contrabando y subfacturación en el negocio gasífero, etc. "A través de este documento, se exige que "se realice una auditoria e investigación parlamentaria de los negociados petroleros" ya que esta "investigación nos permitiría reclamar, legal y legítimamente, sin indemnización alguna, la reestatización inmediata de YPF y la recuperación para los argentinos de las concesiones petroleras."



