Los que lucran y los que resisten
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- Categoría: Mundo
- Publicado: Viernes 19 de Septiembre de 2008
(Red Eco) Indonesia - Según los organizadores, que incluyen a la coalición Movimiento Popular de Indonesia contra el Neo-colonialismo y el Imperialismo, la Federación Indonesia de Sindicatos Campesinos (FSPI), organizaciones de derechos humanos, de pescadores, mujeres, coaliciones contra los acuerdos comerciales y organizaciones internacionales como Vía Campesina, Amigos de la Tierra y Focus on the Global South, es “un espacio abierto para reunir a todos los hombres y mujeres, desde el este, oeste, norte y sur, que creen que el calentamiento global no puede ser abordado mediante soluciones de mercado y neoliberales. Creemos que éstas sólo pueden encontrarse con cambios fundamentales en la manera en que producimos, comerciamos y consumimos”.
Si bien el proceso de cambio climático global se conoce desde hace décadas, EEUU y las industrias petroleras y automovilísticas lo negaban. Pero esos mismos actores han ido cambiando de estrategia, no porque reconozcan su vasta y dañina participación en la producción de las causas del calentamiento global y las ganancias que les ha reportado, sino porque avizoran nuevas fuentes de negocios para mantener sus privilegios de lucro y contaminación.
En ese sentido se destaca la agresiva promoción de los combustibles agroindustriales a escala global, subvencionados con dinero público para el lucro de las grandes empresas. Sólo que en lugar de mitigar el calentamiento global lo van a empeorar, porque implican un aumento masivo de sus causas: más agricultura industrial, más consumo de petróleo para maquinaria agrícola y agroquímicos, más deforestación y más erosión de sistemas naturales. Por si fuera poco, son nueva fuente de atropellos a los territorios y derechos de los campesinos y campesinas.
Otro tipo de emprendimientos de alto riesgo son las empresas de “geoingeniería”, o sea, la modificación del ambiente voluntariamente y a gran escala. Varias empresas han salido, literalmente, a pescar ganancias, con lo que llaman “fertilización” de los océanos. Se basan en la teoría de que al dispersar fertilizantes en la superficie de los océanos aumentará el fitoplancton, que absorbería dióxido de carbono y, por tanto, funcionaría como sumidero de carbono. En noviembre 2007, el Convenio de Londres de la Organización Marítima Internacional (que se ocupa de la contaminación de los mares por vertido de desechos) declaró que este tipo de experimentos “no se justifican”, tanto por los impactos negativos potenciales como porque no está claro que aporten ningún beneficio. Recomienda a los gobiernos no aprobarlos.
Duras crítica a los representantes de EEUU en la Convención sobre cambio climático
La presión más visible procede de los delegados de organizaciones ambientalistas. "Amigos de la Tierra y otras organizaciones no gubernamentales en Bali subrayarán el completo aislamiento del gobierno de George W. Bush", dijo Elizabeth Bast analista de la filial estadounidense de Amigos de la Tierra. "El gobierno está solo, aislado del resto del mundo como el único país que no ratificó el Protocolo de Kyoto, y también del pueblo estadounidense, que exige cada vez más reducciones drásticas de las emisiones" de gases de efecto invernadero, con carácter obligatorio, señaló.
Que Washington no cedió en el frente internacional quedó claro en la apertura de la conferencia de la ONU, que atrajo a unos 10 mil funcionarios gubernamentales, delegados de organizaciones internacionales, representantes del sector privado y activistas. El gobierno de Bush retiró su firma del Protocolo, que impone a 36 países industrializados signatarios recortes a sus emisiones de gases invernadero, que, según la mayoría de los expertos, son responsables de la actual fase de recalentamiento planetario.
Fuentes consultadas: La Jornada, Rebelión