Con 46 votos a favor, 25 en contra y una abstención el Senado convirtió en ley lo votado en Diputados la semana pasada. De esta manera, el Ejecutivo logró hacer pasar el artículo 30, que impone más recortes en ciencia y educación.
Votaron a favor del presupuesto, el primero sancionado de la gestión de Javier Milei, La Libertad Avanza; la Unión Cívica Radical; Pro; los 2 misioneros del Frente Renovador de la Concordia Social; los dos santacruceños; el correntino Carlos “Camau” Espínola; la chubutense Edith Terenzi; el cordobés Luis Juez; la tucumana Beatriz Ávila; la neuquina Julieta Corroza y la salteña Flavia Royón; además de tres integrantes del bloque peronista Convicción Federal: la jujeña Carolina Moisés, la tucumana Sandra Mendoza y el catamarqueño Guillermo Andrada.
La única abstención corrió por cuenta de la cordobesa Alejandra Vigo de Provincias Unidas.
A pesar de que existían dudas respecto a su sanción, también fue aprobado el Capítulo 2 por 42 votos a favor, 28 en contra y 2 abstenciones. Este Capítulo incluye el artículo 30, que deroga el artículo 9º de la Ley de Educación Nacional, que fija por encima del 6% del PBI las partidas de educación; y los artículos 5º, 6º y 7º de la Ley de Financiamiento del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación, que estipula el objetivo de l 1% en 2032.
Además de los integrantes del bloque oficialista (La Libertad Avanza y PRO), sumaron su voto positivo los senadores Guillermo Andrada, Sandra Mendoza, Beatriz Ávila, Carolina Moisés y Flavia Royón, que responden en su mayoría a los gobernadores peronistas Osvaldo Jaldo, Raúl Jalil y Gustavo Sáenz; los santacruceños José María Carambia y Natalia Gadano, que responden al gobernador Claudio Vidal. También votaron a favor los legisladores radicales Mariana Juri, Eduardo Galaretto, Carolina Losada, Rodolfo Suárez, Mercedes Valenzuela, Eduardo Vischi y Silvana Schneider, mientras que los radicales que votaron en contra fueron Maximiliano Abad, Flavio Fama y Daniel Kroneberger. En tanto, se abstuvieron Julieta Corroza y Alejandra Vigo.
Cabe recordar que del proyecto original, los diputados rechazaron el Capítulo 11 que incluía, entre otros, el artículo 75, que derogaba las leyes de Emergencia en Discapacidad y Financiamiento Universitario. Desde el Ejecutivo adelantaron que reasignarán partidas para implementarlas aunque aún no se dieron precisiones respecto a qué áreas serán afectadas.
El Presupuesto 2026, aprobado este 26 de diciembre por la noche en el marco de Sesiones Extraordinarias, prevé un crecimiento del PBI del 5%, una inflación anual de 10,1%, y estima un tipo de cambio a 1.423 pesos para diciembre del año que viene. Pronostica un superávit del 1,5%, además de 148,2 billones de pesos en recursos y 148 billones de pesos en gasto total. También señala que el superávit primario está estimado en 2,7 billones de pesos.
Según la iniciativa sancionada, el 85% de los recursos se destinarán a gastos sociales, entre ellos 65,7 billones de pesos a jubilaciones y 4,8 billones a las Universidades Nacionales. Otro de los números hablan de un aumento del 10,6% en exportaciones; 11,1% en importaciones; 4,9% en consumo privado; y 4,5 % en consumo público.
Sin embargo, desde distintos sectores advirtieron las consecuencias económicas de este Presupuesto desde el momento en que se conoció.
Por citar tan solo un ejemplo, la Universidad de Buenos Aires denunció que, de acuerdo al presupuesto, sus hospitales universitarios recibirán un 30% menos de fondos que en 2025. Entre ellos figuran el Hospital de Clínicas General San Martín, el Instituto de Oncología Ángel H. Roffo y el Instituto de Investigaciones Médicas Dr. Alfredo Lanari, que atienden en promedio a más de 700 mil pacientes por año.
Desde el Consejo Superior de la UBA alertaron además por el insuficiente aumento nominal previsto para gastos de funcionamiento y la persistencia de la pérdida salarial proyectada para 2026, que profundizan el “ahogo presupuestario” y ponen en riesgo la calidad educativa, la formación profesional y el sostenimiento de servicios esenciales, particularmente en el área de la salud.




