Más de 40 mil trabajadores del sector ferroviario británico se declararon hoy en huelga en demanda de un alza salarial, mejores condiciones laborales y garantías de que no habrá despidos obligatorios.

Aunque sin la envergadura del paro escalonado de tres días que protagonizaron en junio pasado los afiliados al Sindicato de Empleados Ferroviarios, Marítimos y del Transporte (RMT), el paro de este miércoles causó grandes trastornos en el servicio de trenes en todo el país.

En declaraciones a la cadena pública BBC, el secretario general del RMT, Mick Lynch, culpó a las compañías ferroviarias del fracaso de las negociaciones que duran ya varias semanas. Las compañías que operan los trenes no nos han hecho ninguna oferta sobre salarios, ni han dado garantías de que no habrá despidos masivos, afirmó Lynch.

El jefe negociador de la empresa Network Rail, Tim Shoveller, alegó, por su parte, que la operadora accedió a incrementar los sueldos de sus empleados en un ocho por ciento durante los próximos dos años, y se comprometió a no recurrir a los despidos obligatorios.

El ministro de Transporte, Grant Shapps, se puso del lado de la patronal, y tras afirmar que las protestas de los trabajadores ferroviarios son totalmente innecesarias, culpó a los “los sindicatos militantes” de la situación.

Varios diputados laboristas desafiaron este miércoles la orden de la jefatura del partido opositor de no apoyar la huelga, y se acercaron a las estaciones de trenes y otros lugares donde se concentraron los manifestantes en muestra de solidaridad.

Fuente: Prensa Latina