
Medida cautelar contra la violencia institucional en Bariloche
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- Categoría: Infancia
- Publicado: Miércoles 27 de Junio de 2018

La dictó la jueza de Familia Marcela Pájaro con el objetivo de detener las arbitrariedades de la Policía contra adolescentes del barrio Virgen Misionera de la localidad rionegrina. El oficio obliga a las fuerzas a estar debidamente identificadas, no exhibir armas ni llevar pasamontañas durante los operativos en cercanía de niños y adolescentes.
Pájaro tomó esta decisión luego de que la escuela Amuyén de ese barrio, junto a organizaciones sociales del Movimiento de Infancia de Bariloche, presentara un pedido de habeas corpus para detener la escalada de violencia institucional que azotaba a los jóvenes que concurren a ese establecimiento del oeste de la ciudad rionegrina.
Tras esta presentación, la magistrada convocó a las organizaciones, cuyos referentes le contaron los hechos de violencia sufridos por los adolescentes en distintos puntos de la ciudad y principalmente en el barrio Virgen Misionera, por parte de la policía.
Relataron por ejemplo que agentes rociaron con gas pimienta a jóvenes que se dirigían a realizar educación física durante el horario escolar, que esta situación fue denunciada ante la Fiscalía y que se realizó una sesión específica del Consejo de Niñez donde el responsable de la Regional Tercera, Daniel Bertazzo, firmó acuerdos para detener estos hechos. Sin embargo, semanas más tarde en el marco de “operativos de prevención”, tal como los denominan las fuerzas policiales, los uniformados se apostaron con armas de grueso calibre, rostros tapados por pasamontañas, sin identificación a la vista y con vehículos carentes de identificación.
“Todos los operativos de prevención que se realicen en la zona del barrio Virgen Misionera y más específicamente en las inmediaciones del establecimiento Amuyén y Jaime de Nevares deberán realizarse con personal debidamente identificado con credenciales en lugar visible con cara descubierta y en vehículos con patente correctamente exhibida. Los agentes deberán abstenerse de realizar maniobras intimidatorias o exhibir armas”, indicó entonces la jueza en su oficio.
Además, Pájaro ordenó al Ministerio de Seguridad provincial y a la policía que se abstengan de “detener personas menores de edad a menos que resulte indudable que se ha dado algún supuesto habilitado por ley, en cuyo caso se comunicaran de forma inmediata con el Defensor de Menores e Incapaces en turno y la Fiscalía”.
“Los operativos de prevención aludidos deben tener como finalidad la protección de todas las personas que transitan el barrio sin que resulte admisible ‘la presunción de peligrosidad’ respecto a ninguna de ellas”, expresó la jueza.
Desde el Movimiento de Infancia Bariloche explicaron que la “presunción de peligrosidad” es uno de los términos utilizados por la Policía para llevar adelante detenciones arbitrarias: “Lo que popularmente se denomina ‘portación de cara’ es decir que ciertos estereotipos como el origen social, color de piel, forma de vestir o poseer cierto apellido presupone un acto delictivo. Esta medida cautelar obliga también a la policía a comunicarse con los establecimientos educativos de la zona para informar si se llevan adelante operativos de seguridad”.
En este sentido, el Movimiento denunció que esta ola de violencia institucional viene en aumento de desde hace 2 años y que estos hechos han sido denunciados en diferentes ocasiones y ante los mismos responsables de la policía en la ciudad: “Las organizaciones sociales reclaman entre otros puntos, la presencia de un responsable político del área de seguridad en la localidad. El ministro del área Pérez Esteban rechazó todas las convocatorias al diálogo para solucionar esta problemática. Bariloche no cuenta con ningún funcionario con decisión política. Además de ser la ciudad más poblada de la provincia, es la que lidera las estadísticas en casos de violencia institucional. Una dura realidad para pibes y pibas que como uno de los chicos rociados con gas pimienta en el mes de abril dejo de concurrir a la escuela por el miedo y stress que le generó esa situación”.