
Peor es robar
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- Categoría: DDHH
- Publicado: Martes 25 de Septiembre de 2018

Nicolás Montes de Oca es uno de los dos policías imputados por el homicidio del niño Facundo Ferreira (en la foto) al que no le dictaron prisión preventiva por este hecho; sin embargo, en los últimos días sí fue detenido por otros agentes tras una persecución porque acababa de robar una cartera en una localidad cercana a San Miguel de Tucumán.
Hace pocos meses, los jueces Facundo Maggio y Víctor Manuel Rougés dejaron en libertad a Montes de Oca, y a Mauro Díaz Cáceres, su compañero también implicado en el crimen del niño de 12 años. Ambos están acusados por “homicidio agravado”, pero ninguno fue cesanteado de sus funciones policiales. Díaz Cáceres, que fue quien disparó contra Facundo e incluso fue visto recogiendo evidencias de la escena del crimen, estuvo solo dos días preso, luego de que tanto a él como a Montes de Oca les diera positivo el examen toxicológico. De todos modos, declaró y quedó en libertad, a pesar de que la familia de la víctima denunció haber recibido amenazas sistemáticas.
El fin de semana pasado, Nicolás Montes de Oca quedó detenido tras robar una cartera en la ciudad de Banda del Río Salí, ubicada a tres kilómetros de San Miguel de Tucumán. Los agentes lo persiguieron y al alcanzarlo y revisar sus pertenencias vieron su carnet policial y la cartera sustraída.
La Policía de Tucumán lo pasó a la condición de “pasivo por proceso” y le abrió un sumario administrativo, lo que implica que no va a prestar funciones como policía y que va a percibir la mitad de su sueldo. Sólo si recibe una condena por el hecho o si pasa dos años imputado sin ser sobreseído puede ser separado de la fuerza y dejar de percibir su salario.
Según el jefe de Policía de Tucumán, José Díaz, Montes de Oca y Cáceres no fueron separados luego de la imputación por el asesinato de Facundo por tratarse de un “acto de servicio”, pero que el robo de la cartera fue “fuera de la órbita de sus funciones como policía”.
Desde la organización Andhes señalaron: “Trascendió que – ahora sí – sería puesto de manera inmediata en situación pasiva. ¿Qué cambió? Ahora el delito afectó la propiedad privada y el sistema reacciona. Cuando se trató de la vida de un niño pobre, los funcionarios no vieron motivos. La selectividad del sistema penal se hace evidente de manera burda y cruda cuando nos muestra que algunas vidas no valen tanto como los intentos por atentar contra algunas cosas”.
Fuentes: Andhes / Mucho Palo Noticias