El gobernador Gustavo Melella, junto con La Libertad Avanza, buscan modificar la Ley 1355, que prohíbe la salmonicultura en aguas de Tierra del Fuego. Las organizaciones socioambientales denuncian los riesgos para la salud, el ambiente y el trabajo que implica la producción industrial de una especie foránea. Un modelo de negocios para pocos y consecuencias para muchos.
La Legislatura de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur promulgó en 2021 la Ley Nº1355 que prohíbe el cultivo del salmón en mares, ríos, lagos y lagunas de la provincia y regula la producción de esta especie en tierra. Desde entonces, la norma no fue reglamentada y existen tres proyectos de ley que buscan modificarla. Las iniciativas legislativas fueron presentadas por los bloques Republicanos Unidos (331/24 “Proyecto de Ley de Producción Acuícola Provincial”), La Libertad Avanza (143/25 “Proyecto Ley modificando la Ley 1355”) y Forja, que responde al gobernador Gustavo Melella, (247/25 “Proyecto de Ley modificando la Ley 1355”). La comunidad fueguina, que consiguió la sanción de la 1355 hace cuatro años, exige a los funcionarios que no avancen en la modificación de la norma vigente y que se discuta la reglamentación —tal como lo hizo la Dirección General de Recursos Hídricos provincial—. También se exige la consulta previa, libre e informada a los pueblos originarios Yagán y Selk´nam.
El viernes 8 de agosto, de manera repentina como es costumbre, se convocó a una reunión conjunta de las comisiones N°1 (Legislación General) y N°3 (a cargo de temas de Agricultura y Recursos Naturales) para avanzar en el tratamiento de los tres proyectos presentados por la oposición y el oficialismo. La particularidad fue que la reunión no se realizó en Ushuaia sino en la sede que la legislatura provincial tiene en la localidad de Río Grande.
La comisión conjunta, sin acuerdo para emitir dictamen, llamó a cuarto intermedio por tercera vez consecutiva. En junio y en julio las reuniones conjuntas se habían realizado en Ushuaia con el mismo resultado. Pero en ausencia de la presidente de la Comisión 3, Laura Colazo (Partido Verde), un grupo de legisladores, levantaron el cuarto intermedio y dieron dictamen favorable a la modificación de la Ley 1355. El mismo día, Colazo presentó su renuncia como presidenta de la comisión 3, al denunciar la vulneración de principios básicos de transparencia y funcionamiento institucional, además de sostener su posición sobre el grave retroceso de la política ambiental provincial. “Una vez que me retiré de la Legislatura, en mi ausencia y sin mi consentimiento, dicho cuarto intermedio fue levantado y se emitió dictamen favorable para modificar la Ley 1355”, denunció la legisladora del Partido Verde.
Tras esa denuncia, se presentó el dictamen favorable de la Comisión 3, sin la firma de Colazo, para tratar el asunto 247/25 propuesto por Melella con la firma de cuatro legisladores provinciales: Gisela Dos Santos (Bloque Sumemos Tolhuin), Juan Carlos Pino (Partido Justicialista), Agustín Pedro Coto (Bloque La Libertad Avanza) y Myriam Noemí Martínez (FORJA).
En ninguna de las tres reuniones de comisiones, el gobierno Melella explicó a la comunidad con detalle por qué quieren insertar una especie exótica como el salmón al territorio, quiénes son las empresas que presentaron proyectos productivos, cuáles son los intereses ni de qué manera el Estado va a intervenir. Tampoco precisó dónde irán los supuestos fondos económicos para la provincia, qué haremos con la salud ambiental y humana, cómo responderá el sistema de salud frente a los altos riesgos de enfermedades, cómo van a cuidar las especies nativas de nuestro ecosistema que durante milenios nos han alimentado, ni otras preguntas de una lista que no deja de agrandarse al pasar de los días.
Este giro antidemocrático se agudizó en junio pasado, cuando en paralelo al tratamiento legislativo, en los medios comerciales se les dio voz a favor de la modificación de la ley al socio y fundador de la empresa electrónica Newsan, Rubén Cherñajovsky; y a José Luis Alonso, CEO de Mirgor, la otra gran electrónica instalada en tierras fueguinas, quienes destacaron como ejemplo el método de producción de las salmoneras chilenas, con el foco en los niveles de exportación. En tanto, a la audiencia del viernes había sido convocada la Estancia Viamonte, con interés en desarrollar la salmonicultura en el territorio. Otra empresa que mostró interés fue la municipal Rio Grande Activa, sin embargo, tras la jugada legislativa denunciada por Colazo, el Municipio de Río Grande salió a despegarse del proyecto de ley impulsado por el oficialismo.
¿Con qué argumentos vuelve a impulsarse la cría de salmones en Tierra del Fuego?
Los proyectos presentados por el oficialismo y la oposición prometen generar impactos económicos con la instalación de una nueva matriz productiva en la provincia, imitando el proceso chileno de salmonicultura marítima, un debate que la sociedad dio en 2001. Pero esta vez, incentivando también la producción continental a través del sistema de Circuito Cerrado de Recirculado de Agua (RAS).
La promesa de los puestos de trabajo es la principal preocupación expresada por el gobernador Melella, principalmente ante la tensión que hay con las industrias electrónicas instaladas en la provincia por la decisión del gobierno nacional de modificar el régimen de promoción industrial y levantar aranceles para la importación de celulares. Por el momento, empresas y sindicatos alcanzaron un acuerdo para garantizar la mano de obra hasta diciembre. También menciona el Ejecutivo la producción de “proteínas alimentarias”. El gobernador pretende, entonces, solucionar los problemas económicos, laborales y alimentarios con la instalación de un sistema de producción que podría describirse como un feedlot de salmones.
Los principales productores de salmón para la exportación son Noruega y Chile, pero también hay países como Estados Unidos, que hace años están utilizando salmones transgénicos. Se trata de la primera especie animal transgénica aprobada para consumo humano. La tecnificación del cultivo del salmón ha escalado hasta llegar a producirse en el desierto de Dubai, en piletas en tierra. Recientemente, la compañía Wildtype —financiada por el actor Leonardo Di Caprio y la multinacional del agronegocio Cargill— se encuentra superando las barreras de la salmonicultura en mar y en tierra, ya que consiguieron la autorización de la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés) para producir salmón en laboratorios a base de células del pez. La fiebre del salmón aumenta día a día, al igual que la inflación alimentaria, la pobreza, el deterioro del ecosistema, la insalubridad humana, la desocupación, el terricidio, las guerras y el hambre.
Nota completa: https://agenciatierraviva.com.ar/cria-de-salmones-en-tierra-del-fuego-trampas-politicas-negocios-de-pocos-y-territorios-de-sacrificio/
Fuente: Cátedra Libre de Soberanía Alimentaria de la Universidad Nacional de Tierra del Fuego