Médicos Sin Fronteras (MSF) manifiesta su rechazo frontal a la instalación de un nuevo campo y solicita a los estados europeos que evacúen todas las personas de Lesbos y del resto de islas griegas. Así mismo, la organización médico-humanitaria alerta del deterioro de la salud de los pacientes tras una semana durmiendo en las calles y colinas de Lesbos.

«La situación era mala ya en Moria y es peor ahora. Los pacientes que teníamos en seguimiento han empeorado. Hemos atendido a pacientes de salud mental que habían sufrido ataques de pánico en el pasado y que, en estos días, han padecido episodios más intensos y más difíciles de calmar. Hemos visto a niños que sabemos que tienen epilepsia y que se han quedado sin su medicación; a mujeres con embarazos de riesgo y que no tienen su medicación. Es el caso de embarazadas con diabetes que duermen al raso, sin comida, sin agua y sin insulina”, explica Francisca Bohle Carbonell, responsable de enfermería de MSF en Lesbos. “Lo que la gente pide —continúa Francisca —, lo que esta gente necesita, es no ser encerrada en otro campo. Esta gente necesita ser evacuada y llevada a un lugar seguro en Grecia o en otros países europeos”.

Cuando se cumple una semana de que varios incendios destruyeran por completo el campo de refugiados de Moria, en la isla griega de Lesbos, las autoridades han comenzado a trasladar a cientos de personas a un nuevo Moria en una operación policial iniciada esta mañana.

Fuente: Guillermo Algar González – MSF