A pesar de que las pericias lo desmienten, el gendarme Héctor Guerrero declaró que es inocente, que disparó como indican los manuales, que no tenía buena visibilidad y que fue atacado por manifestantes. A partir de esta indagatoria, realizada el miércoles pasado, la jueza de la causa, María Romilda Servini, tiene 10 días hábiles para definir si lo procesa.
Según relataron desde la querella, que representa al fotógrafo herido durante la represión del 12 de marzo en Congreso, el gendarme Héctor Guerrero se presentó ante la justicia, acompañado por sus abogados defensores Martín Sarubbi y Claudio Nuncija, y declaró: “El día 12 de marzo de 2025 nos ordenaron equiparnos y custodiar el Congreso de la Nación que estaba de espalda nuestro. Es decir ubicarnos de frente a los manifestantes. En un momento comenzaron a arrojarnos muchísimas piedras, de las cuales 5 recibí en mi torso y otros 12 compañeros quedaron heridos. Cuando los manifestantes se acercaron a nosotros, hicimos uso de la granada de mano de gas lacrimógeno. Ese día con el humo y el agua del hidrante, se complicaba la visión además que tenía puesta mi máscara anti gas. El lanza gas no tiene aparatos de puntería y su cañón no tiene estrías, es un ánima lisa, por lo cual no puedo hacer un segundo disparo hacia un mismo lugar porque el cartucho sale expulsado de manera irregular y todos los disparos que yo realicé fueron a lugares seguros. Yo jamás tuve la intención de lastimar a ninguna persona, y el lanza gas lo usé a medida que me instruyeron y de acuerdo al manual del uso de lanza gas. Soy inocente”.

Desde la querella advierten que todo lo declarado en indagatoria por el gendarme es falso: “De la propia descripción que hace el Juzgado de los hechos está claro que al momento de sufrir el impacto, Pablo Grillo estaba de cuclillas, tomando fotos hacia el cordón de gendarmes ‘sin representar ningún tipo de peligro ni amenaza para terceros’. Las fotos y videos tomados ese día y que son prueba en esta causa demuestran que el cordón de gendarmes tenía visibilidad de los manifestantes que tenían enfrente, entre los cuales estaba Pablo. Por último, es falso que Guerrero haya disparado de acuerdo a lo que indican los manuales. Justamente el Juzgado le imputó hoy haber efectuado un disparo en ángulo horizontal y en dirección a Pablo ‘a sabiendas de que con su accionar, podía poner en riesgo la vida o la integridad física de cualquiera de las personas que se hallaban frente a él. Se le hace saber en ese sentido que conforme el peritaje realizado por la División Balística de la Policía de la Ciudad, las imágenes y videos obtenidos en autos, se encuentra descartado -con relación al disparo que hirió a Grillo- que el aquí presente haya disparado su arma con un ángulo de inclinación ascendente de 45° o con una inclinación descendente de 30° y 45°, como debiera haber realizado conforme los protocolos contra disturbios vigentes’.

A partir del momento de la declaración indagatoria de Guerrero, desarrollada el miércoles 17 de septiembre, la jueza de la causa tiene 10 días hábiles para definir si lo procesa.