A pesar de que la defensa, a cargo de la Gremial de Abogados y Abogadas de la República Argentina, había solicitado autorización para que Jones Huala quedara libre o en todo caso se morigerara su situación con una prisión domiciliaria, el juez apoyó el pedido del fiscal de prorrogar la detención “para seguir investigando”.
Compartimos comunicado de la Gremial:
Facundo Jones Huala seguirá preso por 90 días más.
La fiscalía pidió prorrogar la detención “para seguir investigando” y el juez lo autorizó en un minuto. La aplicación del derecho penal del enemigo. (…) La orden del Gobierno se impone y los jueces la cumplen a rajatabla aunque se hagan los buenitos. Y se bancan sin chistar nuestras más duras expresiones y adjetivos que pudimos decirles desde la Gremial.
En esta audiencia se resolvía si se prorrogaba la prisión o si Facundo podía quedar libre o, en todo caso, si se “morigeraba” su situación (prisión domiciliaria, etc.)
Todo dependiendo de si la fiscalía podía justificar que trabajó o se esforzó en algo, si aportó nueva prueba o si surgieron nuevos elementos para mantener la prisión.
La fiscalía fue un robot, solo leyó un texto donde repitieron cada cosa que ya dijeron en las dos audiencias anteriores.
Huérfana y en bolas, la fiscalía no trajo nada nuevo.
Tampoco lo necesitaba, porque todo estaba claro desde el principio: dijéramos lo que dijéramos el Juez iba a prorrogar la prisión.
No se trata de una cuestión jurídica sino política.
No es un tema de saber o expresar el Derecho sino de tener en cuenta que fiscales y jueces son enemigos declarados de todo aquel que luche por justas reivindicaciones.
Para estos enemigos no existe el Derecho por más que lo invoquen.
Existen órdenes y se acatan.
Facundo seguirá preso por 90 días más y después volverán a prorrogar su prisión las veces que lo consideren; como nos recordó (innecesariamente) el juez: él ya le dió 2 años a la fiscalía para “investigar”.
Así que la fiscalía se presenta en cada audiencia y dice: “estamos investigando; es complejo esto”; y el juez contesta: “perfecto; siga, siga”. Mientras tanto Facundo está encerrado a más de 800 kilómetros de su familia, de su comunidad, de su gente, en la peor cárcel posible.
Obviamente apelaremos cada decisión y correremos cada pelota.
Y por supuesto informaremos cada cosa que ocurra.
La Gremial informa siempre todo y comparte todo.
Hoy los lonkos Facundo y Pablo son los presos políticos que la Gremial reivindica como tales y defiende con todo lo que tenemos.
Este y otros gobiernos anteriores, los grandes latifundistas con jueces y fiscales como actores directos quieren dar un ejemplo a cualquiera que se atreva a seguir luchando.




