
Denuncian que PRO.CRE.AR Estación Sáenz dejó afuera a quienes más sufren déficit habitacional
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- Categoría: Vivienda
- Publicado: Viernes 09 de Julio de 2021

Desde las Consejerías de Vivienda advirtieron que el lunes 5 de julio 7 comenzó la inscripción para 603 viviendas de 711 en total que integran el desarrollo de PRO.CRE.AR Estación Saenz, pero que si bien el discurso del gobierno nacional es que se reimpulsa lo que Mauricio Macri dejó parado en su mandato, no generan una revalorización del suelo en barrios obreros: “Esto termina siendo no sólo excluyente en cuanto a condiciones de ingreso a los desarollos urbanísticos del PRO.CRE.AR, sino que también resulta ser una política expulsiva de los sectores que más sufren la emergencia habitacional en CABA, históricamente desoídos en su demanda por vivienda y tierra dignas y definitivas”.
Compartimos comunicado:
Vale la pena historizar cómo surge la posibilidad de la construcción de los planes de vivienda en CABA más grandes de los últimos años. Corría el 3 de noviembre de 2012, Cristina Kirchner era presidenta y Mauricio Macri, Intendente de CABA. Bajo las órdenes de ambxs, en la legislatura porteña se firmaba uno de los tantos pactos PRO-K. A cambio de tener los votos del PRO para rezonificar terrenos ferroviarios y emplazar allí emprendimientos estatales y privados, legisladores kirchneristas votaron a favor ni más ni menos que de la creación de los distritos del diseño y de las artes, un centro de transferencia de 38 ha en Parque roca y la venta del edificio del plata, para que el gobierno macrista financie la construcción de un Centro Cívico en terrenos del Borda (lo que devino en la brutal represión de unos meses más tarde).
Como si todo esto no fuese ya lo suficientemente cínico, uno de los grandes favorecidos con este entongue fue Eduardo Elsztain, cabeza de IRSA y principal accionista del Banco Hipotecario. Fue quien ganó el remate del edificio del plata, aumentando su ya enorme capital de tierra en la ciudad y el país, además de seguir engrosando sus arcas a través de los desarrollos urbanísticos de los PRO.CRE.AR Estación Buenos Aires y Estación Saenz. Para favorecer a amiguis empresaries, claramente no hay grieta.
Tanto por el emplazamiento de los planes PRO.CRE.AR en CABA, como por el acuerdo con la creación de los distritos de las artes y del diseño, evidentemente al entonces gobierno de CFK y al actual gobierno de Alberto Fernández no les importa las tremendas consecuencias en términos de expulsión que estos movimientos generan. Por ejemplo, el PRO.CRE.AR Est. Buenos Aires se ubica entre una zona con casas colectivas que resisten al desalojo (siendo Casa Santa Cruz la más emblemática) y la villa 21-24/Zavaleta. Sin embargo, con tanta urgencia habitacional alrededor, se optó por un plan de 2476 viviendas destinadas a la clase media, media-alta.
Hoy, vivimos un triste dejavú, ya que los requisitos de ingreso al PRO.CRE.AR de Estación Saenz claramente dejan afuera a les vecines del Bajo Flores, donde 50.000 personas sufren hacinamiento y falta de servicios básicos. En números del propio IVC, al 64% de las viviendas se accede sobre pasillo, el 97% de las viviendas están conectadas a la red eléctrica sin medidor, el 98% de las viviendas desagotan en la red cloacal con conexiones informales, y el promedio marca más de 2 familias por vivienda habitada. Si ya leerlo suena a injusticia, agreguemos el contexto de pandemia por COVID y pensemos cuánto valen las vidas de les vecines de las barriadas pobres de la ciudad para el estado en todas sus formas.
Los términos del PRO.CRE.AR de Est. Saenz definitivamente excluyentes para las familias pobres se leen rápidamente en 3 datos:
* Contar con un mínimo de 2 SMVYM ($ 51840) por grupo familiar. Recordamos que en las barriadas se da un porcentaje muy alto de familias monomarentales que no cuentan con dichos ingresos.
* Llevar 12 meses de continuidad laboral en blanco. Esto exhibe con claridad un absoluto desconocimiento de la realidad laboral de gran parte de personas y familias pobres, duramente golpeadas por la pandemia, y que difícilmente puedan contar 12 meses de continuidad laboral, y que el poco trabajo que hay se da en la informalidad.
* Contar con una importante suma de dinero en calidad de anticipo, que puede llegar a superar el millón de pesos. Estamos hablando de personas que sólo pueden garantizar un plato de comida para sus hijes concurriendo a comedores comunitarios.
Pero no es que nos enteramos de la existencia de estas 711 viviendas en Pompeya por la noticia del comienzo de la inscripción para sorteo de adjudicataries. En negociaciones con el Ministerio de Desarrollo Territorial y Habitat, encabezado por Jorge Ferraresi, hemos llevado la necesidad de contar con dichas viviendas más de una vez. Obtuvimos sólo respuestas negativas o nulas. Por caso, Gabriel Barotanyi, asesor de Ferraresi, nos dijo que estas viviendas no podrían ser destinadas a quienes menos tienen porque “al tener ascensor no van a poder pagar las expensas”.
De igual modo, a pesar de prometer un espacio de diálogo sobre el rediseño del PRO.CRE.AR, Juan Pablo Negro (Dir. Nacional de Desarrollos Urbanísticos) cortó el diálogo de manera unilateral. Además de insistir con la necesidad de criterios más flexibles de ingreso al PRO.CRE.AR, le transmitimos nuestra preocupación de exigir terreno a las organizaciones sociales (como si no fuera el mismo problema de la Ley 341), y que esto devenía en que el ministerio sólo firme convenios con sindicatos (en su mayoría de tradición burocrática y de su mismo signo político), dejándonos explícitamente fuera de todo debate a las organizaciones que somos críticas del gobierno nacional.
Como si soportar el ninguneo de parte del gobierno de Larreta fuese poco, Fenández, Ferraresi y amigues se suben al tren de seguir sin tomar en cuenta a les inquilines precarizades y habitantes informales. En cada vez más alquileres no aceptan niñes, pero el estado mira para otro lado. 9.000.000 de laburantes en todo el país están en plena informalidad, pero no se tocan los intereses necesarios para frenar la explotación extrema. Se avanza con los desalojos en hoteles, pensiones, villas, casas colectivas y recuperaciones de tierra, pero el gobierno nacional saca un protocolo para desalojos de alquileres formales solamente.
Si miramos lo que pasa en la legislatura porteña, estamos a las puertas de un nuevo pacto PRO-K. A cambio de permitirle al oficialismo votar una ley de modificación de catastro y de código de edificación (lo que deja muy cercana la posibilidad de avanzar con la costanera norte y con el emplazamiento de barrios cerrados en CABA), el kirchnerismo plantea una “revitalización del microcentro”, que en realidad son créditos para reacondicionamiento a vivienda de comercios y oficinas que han quedado ociosas a causa de la pandemia y que en nada da prioridad a quienes más necesitan un techo, dejando las decisiones finales de a quién alquilar y a quién no a la casta propietaria, y expulsando a quienes viven en Monserrat y San Cristóbal.
Hoy, más que nunca, exigimos vivienda para quienes más la necesitamos y no para encarecer nuestros barrios a través del negocio inmobiliario. El gobierno nacional debe poner en pausa la inscripción al PRO.CRE.AR Estación Saenz hasta rever esta situación. No descansaremos hasta que se nos garantice una vivienda digna y definitiva. Basta de invisibilizarnos.