Red Eco Alternativo ***

Contundente paro docente en la Ciudad de Buenos Aires

La esquina de Perú y Avenida Julio Argentino Roca se convirtió una vez más en el epicentro del reclamo de miles de guardapolvos blancos. De frente al Parlamento porteño y de espaldas al polémico monumento al ex Presidente, un escenario; a los costados, las banderas de los diferentes gremios acompañadas de consignas con reclamos históricos; y en el medio, una multitud de trabajadores y trabajadoras de la educación que saltaban y cantaban al ritmo de los redoblantes. La docencia porteña mostró nuevamente su poder de organización y movilización en unidad, en un importante acto en las puertas de la Legislatura que, como otras tantas veces, fue recibida con el Palacio legislativo totalmente vallado. Por Mario Hernandez.

La jornada se realizó en el marco de un paro de 24 horas, el cuarto que llevan adelante en este ciclo lectivo, con un acatamiento superior al 90% en todas las escuelas del distrito porteño. El objetivo de la movilización fue volver a poner en agenda reivindicaciones históricas, como el pedido de aumento del presupuesto educativo de la Ciudad; un incremento de salarios ya que se encuentran por debajo de la canasta familiar; y mejores condiciones laborales en todas las escuelas porteñas. Pero también, volvieron a reiterar una serie de proclamas coyunturales que tienen que ver con: el cese inmediato al hostigamiento y persecución a la comunidad educativa; el acceso al derecho a la salud y el repudio al vaciamiento de la obra social ObSBA; y la inmediata titularización de decena de miles de docentes, entre otros reclamos.

De la movilización participaron los gremios mayoritarios de CABA: la Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Educación (UTE –CTERA); la asociación docente Ademys; y el Sindicato Argentino de Docentes Privados. Las agrupaciones sindicales sostuvieron que el paro fue contundente y que la no presencialidad del sábado, en una jornada de capacitación docente impuesta por la ministra de Educación, Soledad Acuña, fue un rechazo rotundo a la sistemática violación del Estatuto docente. “El sábado debería ser declarado el Día de la Rebeldía, porque les vaciamos las aulas, se escuchó el rugir de un silencio que le dijo a Larreta que no le vamos a permitir que se apropien de nuestro tiempo libre, y mucho menos que intenten comprarnos por 8.000 pesos que querían pagar esa jornada”, expresó la secretaria general de UTE-CTERA, Angélica Graciano.

La titular del gremio con mayor cantidad de afiliados docentes en la Ciudad manifestó que este año el presupuesto educativo es nuevamente vergonzoso. “En este último presupuesto no se ve aumento de becas, mucho menos incremento de vacantes porque no estipula la construcción de nuevas escuelas; pero lo que sí se ve es que durante los 15 años que llevan de gobierno en la Ciudad bajaron más de 10 puntos el presupuesto en el sector”, agrega y concluye: “Larreta se va del gobierno sin haber derrotado a los maestros y con el presupuesto educativo más bajo».

De acuerdo a estimaciones gremiales, el Ejecutivo porteño continúa la tendencia a la baja de la participación de la inversión en el Ministerio de Educación local. En el año 2007 representaba el 27,84% y el 22,69% del total del gasto y, para este 2023, la inversión en materia educativa cae al 16,81%.

“Es el cuarto paro de la docencia un paro muy importante como los anteriores, pero que se suma a la ausencia masiva de maestras y maestros en la jornada EMI de este sábado, que realmente es un fracaso rotundo de Acuña que quiso hacer trabajar a la docencia un día sábado”, destaca la secretaria general de Ademys, Mariana Scayola. “Nuevamente todos los maestros y maestras le dijimos basta a un nuevo atropello de la ministra de Educación, con esto le dijimos que queremos capacitarnos en servicio, mientras trabajamos, le dijimos una vez más que queremos la jornada laboral de lunes a viernes como lo marca nuestro Estatuto. Pero además de todo eso queremos una recomposición salarial urgente”, agregó. Por último, la líder sindical consideró que las últimas 7 semanas que quedan de este ciclo lectivo van a ser las más conflictivas: “Esto se debe a que la ministra se niega a atender los reclamos de la docencia y a cambio nos sigue atacando, no solo a nosotros y nosotras, sino también a las familias, a estudiantes y a toda la comunidad educativa”.

Entre las exigencias pronunciadas arriba del escenario, destacaron el blanqueo de todas las cifras fijas y por fuera del salario; una actualización por inflación; la plena vigencia de las licencias médicas y el repudio al vaciamiento de la obra social ObSBA; como así también la inmediata regularización de la atención médica y de los servicios, y la apertura de los libros a afiliados y afiliadas, para que puedan controlar el destino de los fondos; y un aumento de emergencia de los montos de las asignaciones familiares y eliminación de los topes que dejan afuera de su cobro a miles de docentes; entre otras reivindicaciones.

El gremio de docentes privados, SADOP, se sumó a la movilización, aunque no realizaron medidas de fuerza. “Nosotros llevamos adelante una jornada de protesta con varios puntos de reclamos que son semejantes al de nuestros colegas de escuelas públicas, y nos oponemos claramente a la baja del presupuesto educativo porteño”, explicó Alejandra López, secretaria general de SADOP. La titular de docentes de colegios privados trajo a colación varios puntos en el petitorio de reclamos: “Le exigimos a Acuña una Ley de paritarias en la Ciudad, la ley de financiamiento educativo”, y recordó que en su sector “hay una proporción importante de docentes de colegios privados que ganan un 50% por debajo de lo que gana un docente de planta y, sin embargo, esos mismos docentes precarizados, son los que sostienen la oferta educativa que el empleador propone en cada colegio. Es por eso que exigimos equiparación salarial, de licencias y de jubilación para todo nuestro sector”.

La capacitación docente
Todos los años, quienes se desempeñan como docentes en la Ciudad de Buenos Aires cuentan con cinco Encuentros de Mejora Institucional (EMI) en la agenda educativa, los que incluyen instancias de capacitación conocidas como Formación Docente Situada. En ellas, docentes contratados (y precarizados) por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires brindan capacitaciones para el conjunto de la docencia dentro del horario laboral según el nivel y el distrito escolar donde se trabaja. Para que las jornadas puedan desarrollarse como indica el Estatuto docente, en servicio, es decir, de lunes a viernes con los y las docentes presentes, esos días se suspenden las clases en todos los establecimientos educativos.

Sin embargo, hace diez días las y los miles de docentes que trabajan en la Ciudad de Buenos Aires recibieron, en sus casillas de correo electrónico laboral, una notificación del Ministerio de Educación porteño que establecía el reemplazo de estos espacios por otros a realizarse los sábados 29 de octubre y 5 y 12 de noviembre de forma remunerada, no obligatoria. Por eso, las y los docentes de las escuelas explican por qué, aunque el Ministerio de Educación llame Encuentros de Mejora Institucional a los que se realizarán los sábados, no lo son: los EMI se realizan de lunes a viernes, con suspensión de clases y la presencia de todas y todos los compañeros.

Este cambio repentino, impuesto e inconsulto, como es costumbre de esta gestión, generó, en un gremio donde casi el 80% son mujeres sostenes de hogar que están doce horas fuera de sus casas sin ver a sus hijos e hijas de lunes a viernes, una preocupación y un rechazo masivo: tanto desinterés por las condiciones de vida de las docentes porteñas desencadena mucha bronca.

Encima, como si desconociera totalmente la existencia del Estatuto docente que establece el derecho a la capacitación en servicio, la ministra de Educación porteña, Soledad Acuña, muy suelta de cuerpo, utilizó estas palabras para justificar en un programa de TV porqué no es un problema asistir a jornadas de capacitación fuera de la jornada laboral: “con planificación se pueden organizar”.

Para la funcionaria, las docentes simplemente tienen que “organizarse” para no asistir con sus hijos e hijas ya que, de lo contrario, como ya ha ocurrido en otras instancias, las excluyen. Se trata de una doble exclusión: no sólo al derecho a capacitarse, sino también al derecho, luego de una larga y extenuante semana laboral, de disponer de su tiempo libre para dedicarlo a lo que deseen.

Es que actualmente una docente, para llegar a fin de mes, tiene que tomar dos o tres cargos. Esto se traduce en jornadas laborales muy extensas y agotadoras de ocho a doce horas dando clases en diferentes cursos, sin contar el trabajo extra clase no reconocido ni remunerado que se hace en los domicilios como la planificación, la revisión de las producciones de los y las estudiantes, la organización de actos escolares, entre otras tareas.

Los resultados del día a día de una docente con este nivel de sobre carga laboral son obvios: no sólo impacta negativamente su cotidianidad laboral sino que también obstaculiza el deseo de destinar tiempo a actividades que incluso pueden potenciar su rol docente: el estudio de alguna carrera o pos título de su interés, la lectura, la visita a diversos espacios culturales y científicos que pueden ser significativo para llevar a sus estudiantes, son algunos ejemplos.

La educación que queremos
Este debate, como se ve, hace emerger la necesidad de discutir la jornada de trabajo docente de conjunto. No sirve de nada la imposición de medidas por parte de funcionarios y funcionarias que no sólo ignoran y desprecian cómo se trabaja en las escuelas públicas, sino que van en contra del rol docente como guía para la construcción del pensamiento crítico de los y las estudiantes. Lo que sí sirve, y es urgente, es organizar desde abajo a toda la comunidad educativa para poner en debate qué educación queremos, denunciando y visibilizando como nunca este ritmo laboral antinatural que tienen las y los docentes que agobia y estresa.

No se puede permitir que se naturalice la necesidad de tomar dos o tres cargos, o su equivalente en nivel medio y superior, para cobrar un salario que ni siquiera alcanza para llegar a fin de mes. Otra jornada laboral es posible y es clave la organización para debatir y conquistarla: de lunes a viernes, seis horas diarias, de las cuales cuatro sean frente al curso y dos para capacitación, planificación, preparación de proyectos y salidas didácticas, entre otras tareas, con un salario que cubra la canasta básica familiar y nos permita el acceso a la cultura, al tiempo compartido con las familias.

Por una jornada laboral en la que se pueda trabajar en pareja pedagógica dentro del aula a partir de la duplicación de los cargos y un plan de formación docente continuo para que sean cubiertos por las y los aspirantes a la docencia. Por un mayor presupuesto educativo que permita no sólo la construcción de escuelas para que ningún niño, niña ni adolescente se quede sin su vacante, sino para que también haya un servicio de comedor de calidad manejado por los trabajadores y no por las empresas concesionarias que lucran con el hambre de nuestros estudiantes. Quienes sostienen la escuela pública (docentes, familias, cooperadoras y estudiantes) son miles, para conquistar otra escuela con lucha y organización en unidad.

Los docentes porteños también pararon el miércoles 19 de octubre, en rechazo de un “aumento” que mantiene la rebaja salarial; por el respeto a la jornada laboral de lunes a viernes y la capacitación en servicio; en rechazo a la extensión a los sábados de la jornada laboral.

En este marco, siguen exigiendo:
* Reapertura real de la discusión salarial y recomposición salarial. Por un salario igual a la canasta familiar para el cargo testigo. Blanqueo de todas las cifras fijas y en negro. Actualización mensual por inflación. Contra la diferenciación salarial a la baja, salario inicial igual para todes les docentes.

* Por la defensa de la salud de la docencia, por la plena vigencia de las licencias médicas y en defensa de nuestra obra social. No al vaciamiento de la OBSBA. Inmediata regularización de la atención médica y de los servicios. Apertura de los libros a les afiliadxs y les trabajadores para controlar el destino de los fondos.

* Aumento de emergencia de los montos de las asignaciones familiares y eliminación de los topes que dejan afuera de su cobro a miles de docentes.

* Siguen exigiendo la titularización de les docentes de media, superior y los programas socioeducativos que hace más de 10 años revistan como interinxs por incumplimiento del Ministerio de Educación de la Ciudad de Buenos Aires en la realización de los Concursos en estos niveles. Exigen titularización inmediata y regularización de los Concursos.

* Por la regularización de los actos públicos en el programa M+M.

* Defensa de la educación especial. No a la exclusión de jóvenes de las Escuelas de Educación Especial.

* Por el aumento de emergencia para los jubilados y por la defensa del 82% y movilidad mensual.

* Que el Ejecutivo de respuesta al proyecto aprobado exigiendo el pedido de informes y se presente a dar explicaciones sobre el vaciamiento de la ObSBA.

* Impulsar la conformación de una Comisión independiente, conformada por sindicatos, afiliados que investigue el vaciamiento de la obra social.

Los gastos que hacen los maestros para dar clases
El “Indice de la Canasta Básica Docente” (CBD) fue creado por el Sindicato de Educadores Argentinos (SEduCA), un gremio que tiene presencia en la Ciudad y parte de provincia de Buenos Aires, y que se hizo conocido recientemente por oponerse con vehemencia a los paros docentes como método de lucha.

El Indice mide los gastos por material didáctico, capacitación, indumentaria, costos desarrollo profesional (almuerzo, refrigerio, etc.), movilidad y conectividad.

Explican que calcularon 20 días de transporte (o 40 viajes considerando el descuento por cantidad de viajes). En conectividad, un promedio de planes básicos de datos móviles –“hoy el docente necesita tener esa conectividad”, afirman- al que le agregaron el porcentual por renovar y actualizar notebook, celular y otros dispositivos; como “Gastos laborales” consideraron desde el valor del desayuno, almuerzo y merienda, más la ropa de trabajo. Y para capacitación, los costos de cursos para llegar a un puntaje máximo, pero que no es cubierto por la formación estatal. En el caso de CABA, la Escuela de Maestros.

“En concreto, un docente porteño con dos cargos y diez años de antigüedad está ganando hoy (junio 2022) unos 135.700 pesos. Si de su bolsillo tiene que poner 34.000 para su tarea que lo que nos dio el índice, estará ganando cerca de 100.000 pesos, prácticamente lo que necesita una familia para no caer en la pobreza, según el Indec. Esta semana lo calculó en 99.677”, explicó Juan Vedani, secretario gremial del sindicato.

Volvieron las tomas
En la tercera semana de octubre, tras una breve tregua a la espera de respuestas de parte del gobierno porteño, las y los estudiantes volvieron a tomar algunas escuelas para hacer escuchar sus reclamos.

El primero en volver fue la Escuela Normal Superior Nº 5 de Barracas. También en la Escuela Artística Rogelio Yrurtia cortaron Lacarra y Alberdi por varias horas, mientras que el Centro de Estudiantes de la Escuela de Educación Media Nº 1 del DE 16, Rodolfo Walsh, también llevó adelante medidas.

Mientras las protestas siguen vigentes, la cartera a cargo de Soledad Acuña implementó una nueva estrategia de desgaste. Llama por separado a representantes de cada escuela, atomizando los reclamos, cuando las y los estudiantes elevan pedidos colectivos y exigen una reunión conjunta.

Las pasantías
Uno de los principales reclamos de les estudiantes son las prácticas laborales gratuitas y obligatorias, en horario escolar, y que la mayoría de las veces no tienen que ver con las orientaciones que estudian. Además, se viven diferencias entre públicos y privados. Mientras que los primeros son obligados, los segundos cuentan con casos dónde eligen cómo y dónde hacerlas.

En los casos de establecimientos privados no se dan casos de estudiantes que vayan a lavar los platos a cadenas de hoteles internacionales, hagan pochoclos en cines o limpien los pisos de grandes empresas. Por ejemplo, en el Instituto San Antonio de Padua realizaron un plan pedagógico individual para cada estudiante y pusieron una supervisora exclusivamente para eso.

“Nadie está en contra de la vinculación de formación y trabajo, pero las pasantías que ejecuta el Gobierno de la Ciudad no tuvieron la opinión de las y los estudiantes respecto a su implementación, explica Mariano Mango, de la secretaría de Educación Privada de UTE. El objetivo es generar mano de obra gratuita y precarizada para empresas privadas”.

Juan Rub, del colegio Juan B. Justo, cuenta que fueron enviados a una sede comunal en Palermo, alejada del colegio, y sin autorización de los padres. “Era patético, en cinco horas teníamos que contar árboles y detallar algunos datos y luego pasarlos a un Excel. La otra actividad era pasar por las casas que tuvieran grafitis, tocar timbre y preguntarle a los dueños si querían que el gobierno los tape o no. Un compañero nuestro fue obligado a entrar a un a propiedad. El responsable lo dejó solo y el propietario empezó a pedirle datos. Por este tema decidimos no asistir más a las pasantías y como castigo el ministerio nos hizo reprobar cuatro materias”.

“Lo único que lograron con las pasantías es hacernos perder el tiempo. Nos recortaron las materias de dibujo y pintura. Estuvieron muy mal aplicadas, nunca tendrían que haber sido obligatorias. La mayoría ya estudiamos y trabajamos”, enfatiza Florencia Avilés Bernat, de la Escuela Superior de Educación Artística Manuel Belgrano.

Larreta y Acuña denunciaron a 366 padres y madres de estudiantes por las tomas de secundarios
También hay 25 presentaciones por daños y perjuicios en concepto de días de clase perdidos, con un monto de 50.538.442,85 pesos.

Soledad Acuña, ministra de Educación porteña, dijo al respecto que los adultos tienen “la obligación de enseñarles a los chicos a dialogar y a participar, pero entendiendo siempre que hay otros derechos que deben respetarse y que todas esas diferencias deben poder convivir en una misma sociedad”. Cínica reflexión para una funcionaria que no solo no dialoga, sino que persigue tanto a estudiantes como a docentes cada vez que deben tomar una medida de fuerza ante la negativa a resolver sus demandas.

Acuña con un discurso virulento consideró que las instituciones “que más se quejan no tienen demandas propias” y que no tenían “ninguna información de que hubiera un malestar que justificara una medida de fuerza tan grande”.

Al parecer la ministra no ve, no oye y no lee las constantes denuncias de la comunidad educativa sobre la presencia de ratas, las viandas podridas y el decadente estado edilicio de algunos establecimientos. Tampoco le interesan las permanentes críticas a las prácticas laborales obligatorias, que carecen de todo fundamento pedagógico y quitan horas de formación y asignaturas para los y las secundarias.

Fuentes: La Izquierda Diario, Red Eco Alternativo, Tiempo Argentino, Prensa Obrera, Resumen Latinoamericano.

 

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