Red Eco Alternativo ***

Presentaron Informe sobre violencia laboral en el Grupo América

Fue este lunes en la Sala II del Anexo de la Cámara de Diputados de la Nación. El Informe América fue elaborado por el colectivo Periodistas Argentinas en relación a la violencia laboral ejercida en el Grupo América Tevé hacia trabajadoras y trabajadores. El material también se acercó a la Oficina de Asesoramiento sobre Violencia Laboral del Ministerio de Trabajo de la Nación, al Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI), a la Defensoría del Público y el Ente Nacional de Comunicación (ENACOM).

Compartimos nota de La Vaca:
“Somos la Asociación de Periodistas Argentinas y para nosotras es un hito poder contarles por qué estamos intermediando, que es nuestro rol histórico como periodistas, en este caso en especial”, arrancó la periodista Nancy Pazos.

Estaban presentes en la sala Romina Chiesa, Directora Nacional de Protección del Ministerio de Mujeres; Paolo Petrecca, Director General de Protección de Derechos de la Defensoría del Público; Paula Gueler, Directora de las Relaciones con las Audiencias de la Defensoría del Público; Gladys Benitez, Secretaria de la Mujer de la Asociación del Personal Legislativo (APL); Silvia de León, Secretaria de Género de la CTA; Clarisa Gambera, Directora de Género de ATE y Secretaria de Género de CTA Capital y Silvia Bergallo, Directora de Diversidad de la Secretaria de Género de la CTA a nivel nacional.

Nancy Pazos mencionó las denuncias públicas sobre situaciones de maltrato sucedidas en el canal América TV que hicieron foco en el periodista Antonio Laje. “Investigando un poco más, nos dimos cuenta de que atrás de esas situaciones no hay solamente una persona o dos en conflicto sino que hay un sistema y un modus operandi que se viene desarrollando a lo largo del tiempo. Acá tenemos a una de las víctimas que se animó a hablar, le puso el cuerpo y fue una de las tantas personas que escuchamos llorar en las últimas tres semanas”, refiriéndose a la periodista Eugenia Morea, presente en la sala. El “Informe América” da cuenta de varios testimonios escuchados en estos últimos días por integrantes de Periodistas Argentinas. “Esa información fue transformada en un documento porque estamos seguras de que hay lo suficiente como para iniciar investigaciones y generar un espacio de encuentro donde esto deje de suceder”.

Hijas de esta realidad
El Informe detalla doce casos “con nombre y apellido, algunos de estos casos están judicializados. Hay denuncias de maltrato. Lo concreto es que algo tenemos que hacer, esto no puede quedar así. Hoy es un día especial. Hemos tomado la decisión de presentarlo en este momento porque realmente creemos que no hay más tiempo que perder. Necesitamos que esté la acción del Estado”, sostuvo Nancy Pazos. La periodista Claudia Acuña sumó: “El convenio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) no está reglamentado, la Ley de Equidad no está reglamentada; entonces tenemos leyes en los medios pero no en la realidad. No tenemos herramientas. Las dos herramientas para el maltrato son el Convenio 190 de la OIT y la Ley de Equidad, que nacieron hijas de esta realidad. No es agenda el tema del maltrato, pero el maltrato es una realidad cotidiana. No estamos hablando de un grito o insulto expresado en un momento de tensión del cierre o el minuto a minuto: estamos hablando de un sistema que se tiene que erradicar. Necesitamos la reglamentación. La tercera herramienta es que se prorrogue la suspensión de despidos. Quienes se animaron a denunciar esta situación están en riesgo”.

La periodista Silvia Martinez Cassina hizo hincapié en dejar en claro qué significa ese maltrato. “Es socavar la autoestima, hostigar, acosar, ningunear. Esto atraviesa todas las edades, todas las etapas laborales, desde alguien que recién empieza y le dicen bueno, bancátela que es el derecho de piso, él o ella es así, es exigente, igual te va a venir bien, no te quejes. Esto termina afectando la salud, hemos visto casos graves, gente que no puede entrar al canal, con ataque de pánico, temblando, con medicación. No poder más y no tener las herramientas en esta cadena de violencia que atenta contra tu autoestima, tu economía, tu salud psicológica, mental, tus vínculos”.

Desde Periodistas Argentinas señalan que se trata de un sistema incentivado, “como si fuera un sistema de producción aceptable: la crueldad como sistema de producción de noticias. La pregunta es: ¿Cómo hacemos para erradicar ese sistema? Y no simplemente hacer foco en lo biográfico. Acá estamos hablando de un sistema y necesitamos las herramientas para combatirlo. Nosotras trabajamos con la palabra y hay compañeras que hoy no pueden hablar. Eso es inaceptable: que denunciar sea hoy un privilegio de pocas. Entiendan que las víctimas no pueden hacerse cargo de hacer justicia. Las víctimas no pueden cargar esa cruz porque está construida con muchos clavos, los clavos de las empresas, los de producción y un Estado que anuncia cosas que en la realidad no las encontrás”, sostuvo Claudia Acuña.

La violencia de la precarización
El foco del Informe América, entonces, es exactamente ese: el Estado argentino no tiene un sistema que acepte denuncias de maltrato laboral que sean impulsadas por colectivas, gremios y representaciones sociales. Sólo admite que sean las víctimas individualmente y exponiéndose, en un contexto donde hacerlo tiene consecuencias en sus destinos profesionales. Como sintetizó Periodistas Argentinas: “La principal violencia laboral es la precarización”.

La Asociación Periodistas Argentinas, creada en 2018 e integrada por 198 profesionales del periodismo, intervino en tres situaciones de violencia laboral acontecidas en América TV desde 2019 hasta la fecha. La última incluyó el envio de cartas documento al canal de noticias para exigir derecho a réplica a raíz del descargo ejercido por Antonio Laje.

Compartimos a continuación el Informe América:
Informe América: La violencia laboral y el grupo América TV

Antecedentes
Daniel y Agustín Vila, responsables del Grupo América, en todas las entrevistas que otorgaron a medios de prensa a partir de las denuncias sobre el maltrato laboral que sufren las y los trabajadores de prensa en ese medio aseguraron que no existen presentaciones formales. Sin embargo, Periodistas Argentinas presentó formalmente tres denuncias ante las autoridades de ese canal. Dos durante el año 2019 y una en agosto de 2020.

La primera fue expresada en una reunión a la que asistieron la entonces gerenta de programación, Liliana Parodi, y José Nuñez, director de Jotax Producciones, empresa terciarizadora de los contenidos de América. Dos representantes de Periodistas Argentinas fueron acompañadas por la abogada Cristina Hendricks.

El motivo: la periodista Agustina Kampfer había formulado el 3 de enero de 2019 ante la Comisaría de la Mujer -correspondiente a la jurisdicción de esa emisora- una denuncia por “hostigamiento, maltrato, intimación verbal y amenazas” cuyo contenido había hecho público en su cuenta de Twitter el denunciado. Días después –el 22 de enero- fue despedida.

En un video que Kampfer publicó en su cuenta de Instagram aseguró:
“Me fui de vacaciones y al regresar, me echaron. Un productor me confirmó que fue a pedido de la persona que denuncié. No me arrepiento de haber buscado ayuda ni de haberme defendido. Quiero pedirles a ustedes que no tomen las consecuencias de mi denuncia como ejemplo y que no piense ́Mejor me callo porque si no me va a pasar lo que le pasó a Agustina ́porque así esto no se termina nunca”.

La segunda denuncia fue a principios de noviembre del mismo año y la motivó el maltrato que sufrían en cámara periodistas de esa emisora. En esa oportunidad transmitimos nuestra preocupación en una conversación telefónica con la gerenta Liliana Parodi y a través de un mensaje que publicamos en nuestras redes sociales de Twitter e Instragram que expresaba:
“El destrato, el maltrato, la devaluación, el ninguneo, la humillación deben detenerse. Los periodistas políticos deben aprender a respetar y valorar a sus colegas mujeres”.

La tercera fue el 27 de agosto de 2020 y fue a través del siguiente mensaje de whatsapp enviado al teléfono personal de Juan Cruz Avila, por entonces presidente de Jotax: “Te pedimos una reunión por el maltrato que soportan las colegas panelistas. Nos comprometemos a que sea breve y puntual sobre este tema”.

Ninguna de estas tres denuncias obtuvieron respuesta por parte de las autoridades de la emisora.

Agotadas estas vías que intentaron establecer un espacio de diálogo y con motivo del descargo que realizó el conductor del noticiero matutino, Antonio Laje -que negaba las acusaciones de maltrato- enviamos una carta documento al Grupo América exigiendo derecho a réplica.

Esa misma semana, el directorio se reunió con la comisión interna de Sipreba para sellar un compromiso: no existirían represalias hacia las personas que habían denunciado los maltratos. “Miremos para adelante”, fue la síntesis que transmitió el directorio. Al día siguiente Romina Manguel -quien ya había confirmado su continuidad en la pantalla de A24- expresó que había decidido irse porque “no estaban dadas las condiciones ni las relaciones con un sector del directorio para seguir”. En su cuenta de twitter Manguel sintetizó: “Con respeto siempre. Con miedo nunca”.

El Grupo América también nos envió una carta documento para objetar la legitimidad de nuestro pedido con una pregunta que apuntó a una cuestión central, cuya respuesta dio origen a este informe: ¿por qué Periodistas Argentinas debe hablar en lugar de las víctimas?

Este informe resume las voces que escuchamos en estos últimos veinte días. La mayor parte ahogadas por lágrimas y entrecortadas por la angustia. Son voces muy diferentes, de hombres y mujeres de distintas edades y trayectorias profesionales. Todas tienen algo en común: el miedo a perder el trabajo y a comprometer su futuro laboral.

Estamos, además, en un tiempo del año muy especial: es el momento en el que se renuevan los contratos. La amenaza de no firmarlos y el inminente cese del decreto de prohibición de despidos representan para las personas afectadas la mordaza más feroz.

Periodistas Argentinas no habla en nombre de ninguna de estas personas. Nuestra tarea fue escucharlas. El resultado es la pintura de un marco laboral de maltrato y persecución que ha sido en su gran mayoría denunciado públicamente por mujeres periodistas, productoras y columnistas. Fueron ellas las que pagaron un alto precio, ya que luego de hablar solo fueron mujeres las que arriesgaron sus puestos de trabajo. Sin embargo esa trama somete al silencio, al sufrimiento emocional y a la destrucción de la autoestima profesional y personal sin distinción de sexos.

No se trata aquí, entonces, de responsabilizar por esta situación a una persona, sino de describir una sistema cruel de producción de noticias. Ese sistema es el que exigimos que termine ya, sin producir más víctimas.

A continuación sintetizamos los testimonios que dan cuenta de esta trama que titulamos Informe América y recopila los testimonios públicos y los por nosotras escuchados en estos días sobre lo que denominamos el Modo Laje de producción de noticias. Este informe tiene como objetivo ser entregado a:
1. Los gremios Sat Said y Sipreba
2. La Oficina de Violencia Laboral del Ministerio de Trabajo.
3. La Defensoría del Público
4. El Enacom
5. El Inadi
6. Amnistía Internacional

A todas estas organizaciones y organismos les pedimos que evalúen si estas prácticas llevadas a cabo en una señal pública a la que el Estado delegó su explotación constituyen motivo de una investigación.

Nos motiva a realizar este informe un deseo concreto: trabajar sin violencia. En palabras de las víctimas. “No pedimos mucho: solo queremos hacer periodismo sin llorar”.

El marco legal en deuda
El 2 de julio de 2021 el Estado argentino completó el trámite de suscripción -que demoró varios años- del Convenio 190 de la OIT que establece:
“La expresión «violencia y acoso» en el mundo del trabajo designa un conjunto de comportamientos y prácticas inaceptables, o de amenazas de tales comportamientos y prácticas, ya sea que se manifiesten una sola vez o de manera repetida, que tengan por objeto, que causen o sean susceptibles de causar, un daño físico, psicológico, sexual o económico, e incluye la violencia y el acoso por razón de género”.

Obliga al Estado a implementar una serie de medidas y controles para garantizar un ambiente laboral libre de violencias. El Poder Ejecutivo todavía adeuda su reglamentación.

El 8 de julio de este mismo año el Parlamento aprobó la Ley de Equidad en Medios que obliga a los medios públicos a implementar un protocolo contra violencias en el ámbito laboral y establece un incentivo a los medios privados para estimular que garanticen un ambiente laboral libre de violencias. El Poder Ejecutivo todavía adeuda su implementación.

Exigimos también la prórroga del decreto que suspende el despido de trabajadoras y trabajadores.
Exigimos que estas normas esenciales para poner fin a esta trama de maltratos estén vigentes y activas en forma urgente y prioritaria.

Parte 2
Las denuncias contra el Modo Laje.

1. La primera denuncia formal contra las formas de conducir la producción de noticias encarnada por Antonio Laje la presentó ante la justicia el periodista Juan Carlos Otero. Fue en 2016 y en esos días el estudio de Buenos Días América fue empapelado con carteles que denunciaban “Esto es maltrato”. En la causa judicial consta que Otero relató que a su alrededor “era habitual observar productoras llorando, discusiones e insultos”. Aunque era uno de los cronistas con más experiencia, un día Laje se enojó con Otero por una situación relatada en el expediente que se tramita en la Sala IV de la Cámara Nacional de Apelaciones:
“En noviembre de 2015 ́“el gerente (Laje) lo convocó a su despacho y de malos modos, entre insultos y golpes a su escritorio le pidió explicaciones por un comentario expresado al aire ́. Laje quería saber el origen de un dato y el periodista le entregó, por escrito, un listado con sus fuentes. Luego, “Otero fue desplazado del lugar que tenía al aire, lo dejaron de convocar para temas importantes y le quitaron participación los fines de semana, lo que significaba un recorte de ingresos. Cuando intentó hablar con las autoridades, no tuvo respuesta”. Cuando se dio cuenta de que no tenía salida, presentó la denuncia y se quedó sin trabajo”.

La demanda está dirigida al Grupo América y detalla:
“Con la asunción de Laje en la Gerencia de Noticias de A24 se produjeron situaciones desagradables de todo tipo. Lo habitual fue observar a productoras llorando, discusiones, insultos y compañeros de trabajo que abandonaban el canal cansados de la situación (Fernando Chirelli, Hernán Fratto, Guillermo Favele, etcétera)”. Para reinsertarse laboralmente Otero tuvo que irse a Bolivia, donde dirige un canal de noticias. En Argentina quedaron su esposa y sus tres hijas.

Así recuerda hoy una productora lo que representó para quienes allí trabajaban la persecución hacia Otero:
“Cuando Laje llegó a la gerencia ya era conductor de la primera mañana de América TV: es así que logra la sumatoria del poder y empieza a ocuparse de todos los contenidos. Juan Carlos era un columnista/cronista/armador de notas. Pieza fundamental de ese programa”.

“Un día, habiendo ganado Macri las elecciones (sin haber asumido aún como Presidente) Juan Carlos arma una nota locutada en la que arranca diciendo que Macri iba a devaluar. Fue entonces que Laje convoca a su oficina a Otero y a la productora y les pide explicaciones sobre lo que publicaron, en forma violenta, maleducada, abrupta e impartiendo temor. Los amenazaba con dejarlos en la calle si no le presentaban pruebas sobre lo afirmado en la nota. Otero se tomó el trabajo periodístico de recopilar todas las notas, conferencias de prensa y alocuciones en las que Macri había anticipado algo que, finalmente hizo. El tener razón lo condenó: en ese momento comenzó una arremetida violenta de Laje contra Juan Carlos que terminó eyectándolo del canal. Se fue a trabajar a Guatemala, Costa Rica, luego a Ecuador y ahora a Bolivia”.

2. En tanto, otros dos testimonios dan cuenta de las consecuencias que tuvo para la productora: le quitaron todas las tareas.“ El día en el que finalmente la dejó (Laje) sin trabajo le mandó un mensaje de whatsapp que decía lo siguiente: "Qué linda estás hoy de cara, vení a mi oficina que quiero hablar con vos".

Las denuncias públicas
3. Según el informe publicado por la revista Noticias también llegó a los directivos la situación que soportaron luego las periodistas Soledad Larghi y Julieta Navarro. Un testimonio cuenta:
“Uno de los peores recuerdos que tengo fue cuando Sole (Larghi) se descompensó al aire. Yo estaba en el control, la productora general del noticiero y Antonio cruzaban mensajes defenestrándola. Laje le gritaba por cucharacha ‘Dale, pelotuda, seguí ́. Un día Laje se enojó porque Soledad lo contradijo al aire y eso fue suficiente para darle salida (es decir, sacarla del programa)”.

La nota de la revista Noticias reproduce un testimonio que asegura:
“La siguiente fue Julieta Navarro. La situación fue similar y el conflicto llegó a ser un tema de conversación entre los directivos. Algunos de los ex compañeros de Julieta la ponen en la categoría de los “exiliados”, ya que el asunto se resolvió con ella aceptando un proyecto que tiene América en Paraguay”.

4. Ante la falta de respuestas por parte del canal, esta trama de maltrato y persecución se hizo pública este año. El desencadenante fue el llanto de María Belén Ludueña, quien ocupaba un lugar como columnista en Buenos días, América , programa en donde compartía tiempo al aire con Laje. En su último día y bañada en lágrimas, agradeció al equipo y explicó que no sabía si su pase al noticiero de la tarde estaba confirmado.

Tiempo después y cuando ya se habían hecho públicas otras denuncias Ludueña declaró:
“Con el correr del tiempo la gente pudo darse cuenta del porqué de mi tristeza al aire. Yo creo en la exigencia, soy muy exigente conmigo misma, pero hay formas y formas. Para mí lo cortés no quita lo valiente. Por suerte la televisión y la sociedad están cambiando y ya hay cosas y modos que no se admiten más”.

A partir de las lágrimas públicas de Ludueña se sumaron en medios y redes las siguientes denuncias de maltrato, abuso y persecución:

5. Fiorella Vitelli, nutricionista que ejercía como columnista en Buenos Días América, narró que la desvincularon al comienzo de la pandemia dejándola sin trabajo y sin ninguna explicación. Manifestó que el ambiente laboral estaba cargado de malos tratos, violencia y eso generaba mucho estrés, con sus consecuencias físicas y emocionales.
“Estaba la amenaza implícita permanente de ‘callate o te vas a quedar sin laburo’. Uno dice ‘¿y por qué no nos animamos a decir esto?’, y es porque tengo miedo de no trabajar nunca más”.

Su relato de lo que padeció:
“Cuando vi lo de Belén dije: ‘¿Cuánto tiempo más me voy a quedar callada y van a seguir habiendo personas viviendo lo mismo?’. Hay un mecanismo de la violencia que por algún motivo te termina dando culpa y miedo”.

“Una persona puede ser exigente, pero la forma en que comunica su exigencia es lo que cambia, me parece. Creo que ahí radica un poco el maltrato –agregó la nutricionista–. Si vos le estás pidiendo a alguien que rinda más porque incluso la creés capaz y querés tener un programa de excelencia y demás, me parece espectacular. Pero si la forma en que lo comunicás tiene un tono elevado o tiene palabras agresivas, dado que tenés un lugar más alto en la jerarquía, hay una situación de abuso de poder”.

“No es solo Antonio Laje. La productora le dice a la gente que está gorda, y han mandado a compañeras a cambiarse por considerar que están gordas. (...) La falta de humanidad que hay... Todo se rige desde el miedo. Funcionan generándote miedo todo el tiempo. Todo muy perverso. Entre ellos se maltratan un montón. Me callé por miedo a perder oportunidades laborales. Al final, me callé y perdí todo igual”.

“El maltrato en la cucaracha lo sufrí de manera permanente. También muchas veces me dijeron 'estás horrible' antes de salir al aire. En el instante antes de que la cámara te enfoque, te dicen eso, y te aniquila. Una, dos, tres veces puede ser broma, después ya está. Yo me pagaba la ropa de manera particular con mucho esfuerzo, no tenía vestuario del canal. Cosas muy brutas, muy fuertes. He escuchado que le digan a otros 'estás obeso, salí del aire' o decir barbaridades de invitados".

“Estar hablando al aire y que otras personas estén discutiendo y vos las escuchás por la cucaracha. Y que en medio de la columna te digan 'callate'. Luego, de RRHH aplastándote la cabeza y la amenaza permanente de 'callate o te vas a quedar sin laburo y no vas a trabajar nunca más”.

"Son muchas situaciones de microviolencia. Lo llamo así porque es una cosita y otra cosita que a mí me cambió la personalidad. Estaba para abajo, me robaron la sonrisa. A tu casa te vas puteando y llorando. Es la realidad permanente".

"Me dejaron sin trabajo y sin ingresos en plena pandemia. No tenía posibilidad de buscar otro trabajo y no podía ni pagar el alquiler. Nadie se contactó conmigo, ni el conductor, ni desde producción, ni recursos humanos, nadie. Me quedé esperando en mi casa encerrada".

"Yo nunca supe que me echaron. Como una estúpida le seguía mandando mensajes a la productora ejecutiva con ideas y temas, después me di cuenta que era una idiota y que me habían sacado".

“Corto esta comunicación con un miedo terrible, porque no mido las consecuencias que puede haber. Pero lo único que me da paz es estar en coherencia con mis valores y con las personas que están viviendo lo mismo que yo o que las han vivido. Espero no quedarme sin laburo otra vez”.

6. Maite Pistiner quien, a través de sus historias de Instagram, compartió que durante su paso por el noticiero matutino el malestar que sufrió terminó generándole un problema de salud.

Su relato de lo que padeció:
“Hay muchas cosas que en los medios no se dicen y se saben. No se dicen porque él que las dice después se queda sin trabajo, es así”.

“Muchos días volví llorando y terminé internada con un problema en el cuello. Llevé toda esa tensión al cuerpo y literalmente terminé internada”.

7. Eugenia Morea denunció públicamente a Laje por maltrato laboral y acoso sexual.
Trabajó durante un año como productora de BDA. Hoy trabaja en Crónica TV y Radio Continental

Su relato de lo que padeció:
“Soporté un año sus maltratos, todos los días. Fue un año con acoso. Me decía que era una inútil, que no aportaba nada al programa. Cuando me llamaba a la oficina para retarme, iba temblando. Cuando estábamos solos (Laje) no era malo, pero delante de todos me gritaba, me humillaba”.

“No podía ir al piso porque le tenía miedo. No sabía cómo zafar. Necesitaba laburo. Era mi primera experiencia en un canal de aire importante. Soy de Moreno, no tengo parientes en el medio, hice mi camino sola y me costó. Trabajé cuatro años en ese canal sin sufrir ni tener problemas y este tipo me bajó cómo y cuándo quiso. De un día para el otro. En el control me llamó la productora ejecutiva y con el dedito me señaló que fuera a recursos humanos. Me echaron y cuando salgo le mando un mensaje a Laje. ‘Me echaste, nomás’. Me dice: ‘Sos joven, vas a conseguir trabajo’. Tenía 25 años”.

“Si hablaba no trabajaba más: esa era mi sensación después. Estuve un año sin laburo y tres años de terapia, y aún así no podía hablarlo. Salté ahora porque vi lo de Fiorella (Vitelli) y me animé. Fue muy frustrante para mi carrera. Todavía tengo esa espina clavada. Él nos destruyó. Estoy acostumbrada a que me exijan, pero el maltrato es otra cosa. Fue mi peor experiencia en la tele”.

“Hablé ahora porque vi publicaciones de periodistas que no conocía y que hablaban de cosas que yo sufrí hace 7 años y no podía creer que siguieran sucediendo”.

8. Sandra Igelka, quien llevaba mas de diez años trabajando en América TV cuando Antonio Laje llegó al canal como gerente y conductor.

Su relato de lo que padeció:
“En 2013 o 2014 (Laje) desembarca en A24 como gerente de Noticias. Fue en ese marco que me pasó de todo, con episodios de maltrato en reuniones. Me acorraló en el lugar. No tenía escritorio, ni silla, ni computadora, ni función, ni nada. Con él empezó mi infierno. Llevaba diez años en América, co-conducía, tenía una columna política. Creo que fue por mi ideología. Era un momento en el que el canal estaba virando su política editorial, pero está mal buscar la causa porque alguien
te maltrata. Traté de armar otras cosas, hice otros programas y el tipo me iba sacando de todo. Mauro Viale me pedía ir al programa y él me prohibía ir, por ejemplo”.

“De las reuniones se iba pateando la puerta y diciéndome: ‘Vos eso no lo hacés’, ‘Vos estás loca’. Me costó terapia, enfermarme mal. Si me preguntás por qué no me fui, porque vivo de mi trabajo y porque los espacios son reducidos... Seguí en peores condiciones. Hablé con una de las directivas del canal en ese momento y me dijo: ‘Viste cómo es este canal, los gerentes pasan y nosotros quedamos. ¡Aguanta! ́ Fui a abogados, pero no había opción, si hacía la denuncia judicial me quedaba sin trabajo. Además, quedás como el problemático para los medios. Me provoca rechazo, miedo, estoy hablando y estoy como temblando. Cuando en tu trabajo te ponen en ese lugar es muy
difícil volver de eso. Pensé que nunca iba a volver a hacer periodismo”.

“Me cuesta mucho hablar, pero después me di cuenta de que hay que comprometerse. El salió a decir que era una operación. ¿Una operación de quién? Si somos muy distintas las que hablamos. Maltrata a hombres y a mujeres. Con las mujeres mucho más y con algunas se suma acoso”.

“Una vez, gente del canal me eligió para que hiciera una cobertura en Cuba y él tenía que darme la noticia. Me llamó a su oficina y me dijo, ‘¿vos te estás cogiendo a alguien, a algún directivo del canal, a algún ministro?’ Esa vez me levanté y me fui, pero a partir de ahí opté por no hablar más con él, porque le tenía miedo.”

“No me gusta pensarme como víctima, pero me hace muy mal recordarlo. Después de todo esto, tuve un problema de salud muy grave en su momento, y que se manifestaron después de dos años de soportar maltratos, hasta que me echaron en 2019. Tuve también que hacer unos años de terapia porque te hace mucho mal esta situación”.

9. Diego García Saez trabajó 22 años en A24. En 2014, lo convocaron para ser parte del panel de Buen Día América. Estuvo sólo 4 meses. Cuando se fue de ese noticiero fue excluido de otros programas hasta que quedó sin tareas. En 2019 lo desvincularon de ese medio y ahora es periodista de IP y Canal Nueve.

Su relato de lo que padeció:
“Había un bullyng constante por parte de Laje. A veces, estando a dos metros escuchaba que decía sobre mí ‘¿por qué tenés a esta mierda? Si Diego no entiende nada”.

“A veces golpeaba la mesa, como enojado mientras yo estaba al aire. Otras, pedía que me saquen del aire, y me sacaban”.

“Me fui de América y a los tres meses ya había hecho borrón y cuenta nueva. Pero cuando se empezó a hablar del tema, me dije que tenía que contarlo. Fueron muchas las sesiones de terapia que tuve que afrontar después, porque esto me dejó diezmado. Estos maltratos no son gratis. A mí me puso en un lugar espantoso, tanto que tuve que hacer tratamiento”.

“Un ejemplo de cómo era trabajar con él: estábamos volviendo de un corte, los dos parados a los costados de la pantalla. Faltaban 40 segundos para salir y le pregunta a Ximena con qué íbamos. Cuando le respondió que conmigo, empezó: ‘¿Para qué mierda lo ponés a Diego? Su trabajo es una mierda’”.

10. José Hernández trabajó 25 años en el canal. Histórico movilero de la emisora había logrado convertirse en panelista del programa de Mauro Viale. Fue despedido hace tres años.

Su relato de lo que padeció:
“En el horario de la mañana estaba ocupado por Mauro Viale y medía casi 2.5 de rating, pero apenas asumió Laje la gerencia lo corrió para ocuparlo él. A mi me hizo volver a la calle, pero intervino (Liliana) Parodi y le dijo ́Con el Gaucho no ́ . Volví al piso, pero solo para leer dos boludeces al aire, porque nunca me daba participación. Y si interactuaba conmigo me humillaba, me cortaba cuando estaba hablando, me exigía que cambie mi modo de hablar -soy del interior- y todo de forma muy violenta. Él es así: lo podés ver revisando tapes. Estás hablando a cámara y de repente Laje golpea la mesa y grita ́basta ́. Luego estaban las burlas: si sos gordo, flaco, tenés mucha o poca teta. A mi una vez me preguntó al aire cuánto medía y luego de escuchar la respuesta le pidió a su asistente una regla -es decir, había previsto hacer eso pero no me había avisado- mientras decía “Vamos a comprobar si miente”. Como yo mido lo que dije se puso peor.”

“Siempre la furia la desataba contra un profesional que podía tener un perfil propio. Por ejemplo, cuando se fue de vacaciones y el noticiero midió más que cuando él estaba, al regreso sacó del aire a quien lo reemplazó, que era la co conductora”.

“En ese programa la mayoría de las productoras son mujeres, todas profesionales excelentes, que trabajan sin respiro. Y que para compensar el maltrato y que nunca nadie valora su trabajo, se alientan entre ellas, destacando algo que hiciste bien. Ser testigo de cómo las tratan es algo que te afecta mucho también”.

“Cuando se difundieron las denuncias de maltrato le mandé un mensaje a Laje. Le dije ́Yo aprendí mucho con vos y en nombre de eso solo te digo algo: me hubiese gustado tener los 20 minutos que tuviste vos para dar explicaciones a la audiencia”.

“A mi echaron cuando apareció un audio de una supuesta charla mía con Moyano. Me intimaron a hacer un descargo en un plazo de 10 días, pero a los dos días ya no me dejaron entrar al canal. Yo tengo un origen muy humilde, de mucha pobreza, y me hice muy de abajo y ahí tuve que volver. Tras casi 33 años de carrera volví a trabajar de ayudante de albañil y remisero hasta que hace unos meses pude conseguir un trabajo en un medio. Trabajé toda mi vida en tevé y radio y ahora estoy aprendiendo el oficio de la gráfica. Agradezco volver a contar con un sueldo y una obra social”.

Testimonios con identidad resguardada
Durante las últimas semanas hemos escuchado decenas de testimonios de profesionales que trabajaron o actualmente trabajan en el noticiero de A24 bajo la gestión Laje. Todas estas personas consideran que la empresa debe dar garantías para quien denuncia, que hoy no están dadas.

De todos esos testimonios citamos algunas frases que son representativas de lo que se repite en personas diferentes que hablan, incluso, de épocas diferentes, pero con estas características constantes:
11) “Trabajaba desde hacía mucho en América cuando llegó Laje. Al principio hacía los móviles. Me llamaba a su oficina y me decía: ‘Sos horrible. No sé por qué insistís en seguir en esto’. Le preguntaba en qué quería que mejorara y me respondía que no tenía tiempo. Te va mellando la autoestima, empezás a pensar que no servís. Me pagué un coach de Telefe, me teñí de rubia, adelgacé 10 kilos, me conseguí una vestuarista. En la última nota que hice con él no le gustó un comentario y me sacó. Empecé a cortar notas de espectáculos siendo que venía de policiales y política”.

12) “Una vez estábamos con el tema barones del conurbano y había uno que no podíamos mencionar, pero a mí se me pasó. Cuando terminó el programa me encerró en una oficina y me empezó a putear: ‘Sos un pelotudo, no servís para esto: volvé al colegio’".

13) “Un compañero del noticiero había fallecido y decidimos, al término de un segmento de A24, poner una placa recordatoria para cerrar el programa. Me llamó Laje por teléfono, me dijo de todo y después me llamó a su oficina y me gritó y maltrató. Salí llorando. Viví esas situaciones durante un año entero hasta que me pasaron de horario a la noche y ahí estuve un poco mejor. Los del turno tarde/noche no tenían tantos problemas porque Laje, como se levanta temprano, a la tarde duerme.”

14) “Un compañero que trabajaba para BDA sufrió un ACV en plena redacción debido a la presión laboral, la carga horaria, el maltrato constante. Cuando regresó lo cambiaron de horario para aliviarlo.”

15) “Fui corrida de mi lugar de trabajo por Laje sin ninguna explicación. Sabía de sus formas y sus maltratos y en ese momento tenía muchos frentes abiertos en mi vida personal y no pude hablarle. Elegí mantenerme callada para preservarme y preservar mi trabajo”.

16) “Yo era cronista de la mañana y en los móviles en vivo, cuando me hacía alguna corrección al aire me lo hacía gritando. Y cómo varias veces le dije que me hable y que no me grite, me sacaron de los móviles castigado, frizado y me mandaron a editar para otro programa. Y todo porque no permitía que me griten” .

17) “Escuchaba a la productora ejecutiva que maltrataba por la cucaracha a los panelistas y a la co-conductora mientras estaban en el aire. También maltrataban a las cronistas: les decían “gordas”, “inútiles” y les gritaban por los retornos. Una vez me equivoqué y la productora ejecutiva me gritó “pelotudo”. Ese día Laje también me agarró al final del programa y me gritó tanto que sentía que su saliva me caía en la cara. Me fui llorando. Lloré durante una semana. Al día siguiente me cambiaron de horario: por pedido de Antonio (Laje), me pasaron a la tarde, pero yo tenía otro trabajo. No me dieron opción y en mi desesperación por no perder el de América pedí licencia. Desde que me
fui del canal tardé tres años en recomponerme. Sentí miedo durante mucho tiempo. ”

18) “La mayoría de las denuncias no llegaron todavía a la justicia porque llegaron primero a los hospitales”.

19) “Es injusto que se asocie este maltrato a la forma de trabajar en tevé, pero de eso recién me dí cuenta cuando empecé a trabajar en otro canal”.

20) “Una vez, una persona del equipo de Recursos Humanos del canal presenció por casualidad los maltratos que ocurrían dentro del equipo de BDA. Se horrorizó tanto que llamó al equipo a una reunión para hablar del asunto. Allí por primera vez varios hablaron del maltrato que sufrían y pidieron cambio de programa. RRHH tomó nota de todo. Estaba al tanto de lo que pasaba ahí”

21) “Varios directores de cámara pidieron no trabajar más en ese horario porque no aguantaron el maltrato que se vivía. Por la disposición del control, se sientan pegados a la productora ejecutiva. Escuchaban los maltratos constantes hacia los panelistas, los productores, los movileros. Además hablaban mal de quienes estaban al aire, por ejemplo, si estaba un movilero hablando, la productora le hacía comentarios por la cucaracha a Laje del estilo “qué se puso esta gorda ridicula” y cosas así. Laje se reía cómplice. La cucaracha no está diferenciada, con lo cual los comentarios los escuchaban todos los panelistas. Se generaba un clima de terror. Además, cuando algo no le gustaba o no era de su línea editorial o política se ponía a gritar en el piso, se levantaba del aire y abandonaba el estudio. Todo esto pasaba mientras alguien hablaba en vivo en la otra punta del estudio, por ejemplo. Los directores tenían que hacer malabares para que no se note al aire y los columnistas debían seguir a pesar del escándalo que sucedía en el estudio”

22) “Durante un año, mientras trabajaba en el horario de Laje, tuve dolores de cabeza todos los días por el stress, el maltrato y la presión. Un día, mientras estaba armando el programa, se me nubló la vista y no podía ver la computadora. Me asusté y me encerré en el baño. Estuve ahí como una hora hasta que se me pasó. Consulté con varios especialistas hasta que me dieron el diagnóstico. Pude cambiar el horario para no estar más en ese equipo y no sufrí más los dolores de cabeza ni los
problemas de vista. Cuando pedí el cambio de horario no dije que era por un problema
médico: si decías eso lo tomaban como un síntoma de debilidad”.

Fuente: La Vaca.

 

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