Fallo judicial histórico
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- Categoría: Trabajadores
- Publicado: Miércoles 13 de Febrero de 2008
Un juez, en una medida sin precedentes, reconoció la propiedad obrera en Renacer, la fábrica autogestionada más antigua de Argentina ubicada en Ushuaia.
(Periódico Diagonal/ Red Eco) Ushuaia- El pasado 10 de diciembre, Eduardo E. Malde, juez del caso de la quiebra de Electrodomésticos Aurora, en un fallo que no registra precedentes en el mundo moderno, reconoció el justo derecho de los obreros de Renacer a ser los propietarios de la fábrica.
El magistrado valoró en su fallo que “los trabajadores de la fallida se procuraron un camino de esfuerzo y trabajo, sosteniendo hoy lo que constituye en esa provincia la única planta de producción importante y no meramente ensambladora o productora de unos pocos artículos… y resguardando esos bienes con un significado social de la propiedad, cuando los intereses privados habían fracasado y no arrimaban solución alguna”.
El juez reconoce también la actitud del Estado Provincial –en particular debido a la decidida defensa de los derechos de los trabajadores de la gobernadora electa Fabiana Ríos–, por su “apoyo efectivo y no meramente declamatorio…”.
Finalmente resuelve la aceptación de la oferta indemnizatoria para perfeccionar la expropiación e invita a la Provincia expropiante para que deposite el importe del avenimiento, dentro de los 90 días posteriores a la notificación de la resolución.
Los obreros de Renacer, con el mismo espíritu de lucha que han demostrado durante los últimos diez años, van a exigir que el requisito del pago del monto indemnizatorio se cumpla sin ningún tipo de dilaciones y se respete el compromiso asumido públicamente por la gobernadora.
El origen de la lucha de estos obreros por recuperar su fuente de trabajo se remonta al año 1996, cuando Electrodomésticos Aurora S.A., quizá la más grande empresa de electrodomésticos de Argentina de esa década, que abastecía más del 40% del mercado de lavadoras, televisores y aparatos de audio y vídeo en general, azotada por la crisis y por el desgobierno financiero, quebró y dejó en la calle a más de mil trabajadores.
En una primera etapa la dirección de la fábrica quedó en manos del sindicato, la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), representada por su secretario Marcelo Sosa quien, con la complicidad de sus colaboradores inmediatos vació la empresa, provocando un endeudamiento de 20 millones de dólares.
Fue entonces que los obreros se reorganizaron y bajo la dirección de la Comisión de Lucha, liderada por la dirigente obrera Mónica Acosta, recuperaron la fábrica, gracias a su esfuerzo pero también a la inmediata solidaridad de muchos sectores populares.
Durante tres años mantuvieron una carpa frente a la fábrica, soportando los rigores del largo invierno subantártico. Los obreros, al final, constituyeron la cooperativa el 25 de mayo de 2003 y lograron en septiembre de ese año la sanción de una ley que dispuso la expropiación de la fábrica y su entrega en donación a los trabajadores.
Con el auxilio técnico de la Facultad de Ingeniería de Buenos Aires pusieron la fábrica nuevamente en marcha y recomenzaron la fabricación de lavadoras, y a ello le han agregado en la actualidad la creación de componentes electrónicos para distintas fábricas, especialmente para Newsan, empresa de origen japonés, fabricante de los productos Sanyo, Noblex y otros.
Los trabajadores expresaron que seguirán trabajando por el fortalecimiento de los lazos solidarios con otras fábricas recuperadas con objeto de lograr una amplia coordinación e impedir que empresas como Zanon o el Hotel Bauen sean arrebatadas a los trabajadores. Y se tejerán amplias alianzas multisectoriales con todos los trabajadores, único camino para sostener y ampliar las conquistas, sostienen los dueños de Renacer.
Fuente: Nota de Sergio Salvatore publicada por el Periódico Diagonal