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La multinacional Terrabussi Kraft no afloja

Los trabajadores de la multinacional Terrabussi Kraft Foods continúan luchando por la reincorporación de los 150 compañeros despedidos por reclamar medidas sanitarias contra la gripe A.
(Gonzalo Besteiro-Red Eco) Buenos Aires / Gral.Pacheco- El viernes 18 se cumple un mes del conflicto por el despido de 150 trabajadores . La empresa, que violó la conciliación obligatoria dictada por el Ministerio de Trabajo y que solicitó la represión de los compañeros que se encontraban ocupando la planta, no da el brazo a torcer. Por su parte, la cartera laboral no extendió la conciliación obligatoria, hecho que en la práctica le da luz verde a la patronal para continuar con los atropellos.
Esta semana, organizaciones de derechos humanos y reconocidos militantes denunciaron que un funcionario de la dictadura “pide represión en Terrabussi”.  La Copal (Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios), presidida por el Jorge  Zorreguieta -ex secretario de Agricultura durante la última dictadura de Videla-  exigió al gobierno “hacer cesar el estado de ocupación ilegítimo para que pueda restablecerse el trabajo y la producción en la citada planta" de Terrabusi en Pacheco.  El documento denuncia los atropellos de esta multinacional de capitales norteamericanos que viene operando en una “total ilegalidad”. “Como si continuáramos en la dictadura intentan destruir toda forma de organización sindical, al despedir a la Comisión Interna y al Cuerpo de Delegados por Sector” sostiene el comunicado firmado por el Premio Nobel Adolfo Pérez Esquivel, Rosa Roirsimblit, de Abuelas de Plaza de Mayo, Elia Espen, Madres Línea Fundadora , Marcela Gudiño, de 
Herman@s, Adriana Calvo y Enrique Fukman, de la Asociación Ex Detenidos Desaparecidos, Graciela Rosenblum, Liga Argentina por los Derechos del Hombre, Mariano Pedrero, Myriam Bregman, Rubén Tripi y Victoria Moyano, del CeProDH, Diana Kordon y Verónica Quinteros, Liberpueblo.
Por su parte, los trabajadores denunciaron que la empresa “viene desarrollando amenazas personales, y a familiares de muchas compañeras y compañeros que encabezan la lucha, yendo a las casas, por teléfono, e individualmente”. También sostuvieron que “el día miércoles irrumpieron violentamente jefes y miembros del sindicato pretendiendo poner en marcha la producción. Lo que fue rechazado y repudiado por  todos los trabajadores, obligándolos a retirarse “con la cola entre las piernas”.”  
Durante toda esta semana se sucedieron las medidas de lucha y movilización. El martes, los trabajadores realizaron una marcha a la embajada de Estados Unidos, de donde provienen los capitales de la empresa, para entregar un documento en el que denunciar esta situación.
Por otro lado, hoy jueves, los despedidos y sus familiares marcharon por el centro porteño, se manifestaron frente a la Catedral para exigir que la Iglesia intervenga en el conflicto y  culminaron rodeando la Pirámide de Mayo. Como viene sucediendo desde que tuvieron lugar los despidos, recibieron la solidaridad de decenas de trabajadores, organizaciones políticas, sociales, estudiantiles y de derechos humanos.
Los despedidos han contado con el apoyo total y la solidaridad de la mayoría de los 2700 trabajadores con los que cuenta la planta. Los paros, retención de actividades y movilizaciones vienen siendo votados y refrendados en masivas asambleas por turno. Es de esperar que la patronal que viola las más elementales leyes laborales, pide represión y mano dura, y desconoce la conciliación del Ministerio, recurra a intimidaciones y aprietes propios de quien cree tener el poder y la impunidad para imponer sus intereses por sobre el conjunto de los trabajadores.
Lo notable es el silencio y la complicidad -por acción u omisión- ante estos atropellos, en que han coincidido tanto el gobierno nacional y la Justicia como el sindicato de la Alimentación (STIA), encabezado por Rodolfo Daer.
Los trabajadores hicieron público un comunicado en el que agradecen el apoyo recibido por parte de “distintos sectores sindicales, sociales, estudiantiles y políticos de todo el país; el paro realizado en solidaridad del frigorífico Rioplatense;  las distintas medidas en solidaridad del Astillero Río Santiago, Paraná Metal, Malhe, metalúrgicos de San Martín, de distintas seccionales de ATE y SUTEBA; las donaciones del frigorífico Yaguané, y de distintas fábricas de la alimentación,  mecánicos y ferroviarios. Y en especial a los compañeros del SUBTE”. También agradecieron el “apoyo solidario de diputados, senadores, concejales del partido Justicialista de varios distritos, la UCR, ARI, Coalición Cívica, del PS, de la Federación Nacional Campesina, del PCR, de la CCC, del MST, PO, MAS, PTS, CI, IS. Y en especial el apoyo público de León Gieco, del cantante Chizzo de la Renga, Rafael Amor y de las Madres de Plaza de Mayo”.
A un mes de los despidos, los trabajadores convocan para mañana viernes 18 a una concentración y movilización en Panamericana y Avenida Henry Ford, General Pacheco, donde se encuentra la fábrica. Concentrarán a las 7.30 hs en la puerta de la planta.

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