
8 de cada 10 jubilados no cubre sus necesidades mínimas
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- Categoría: Trabajadores
- Publicado: Jueves 28 de Mayo de 2015

Según datos de la ANSeS, el 53% de los jubilados y pensionados cobra la mínima de 3.800 pesos. Esta cifra cubre la mitad de la Canasta Básica del Adulto Mayor que es de 7608 pesos, según el cálculo efectuado, a fines de abril, por la Defensoría del Pueblo de la Tercera Edad de la Ciudad de Buenos Aires. Si a este porcentaje se agregan los jubilados y pensionados que cobran cerca de 5.500 pesos, se puede decir que 8 de cada 10 no alcanzan esta canasta. Red Eco Alternativo.
(Red Eco) Argentina – Este miércoles se realizó una conferencia de prensa en el salón de la Asociación Japonesa de la República Argentina, en la que se presentó la Canasta Básica del Adulto Mayor que semestralmente calcula la Defensoría del Pueblo de la Tercera Edad de la Ciudad de Buenos Aires.
Junto a Eugenio Semino, ombudsman de la Tercera Edad, estuvieron presentes los diputados Mirta Tundis (Frente Renovador) y Víctor de Gennaro (Unidad Popular), Elia Espen (Madre de Plaza de Mayo Línea Fundadora), José Peralta (secretario general de la CTA Autónoma Capital), Carlos Chile (secretario de Organización de la CTA Autónoma Nacional), Octavio Muñoz (secretario adjunto del Sindicato de Dragado y Balizamiento, integrante de la CGT que conduce Hugo Moyano) y Marcos Wollman (Mesa Coordinadora de Jubilados y Pensionados).
De esta manera, se conformó una mesa multisectorial que dejó en evidencia la existencia de una definición política que busca que la lucha de los jubilados no aparezca solamente como una batalla sectorial, sino que quede en claro que se trata también de una lucha de los trabajadores activos. De allí la importancia de la asistencia de representantes sindicales, en contraposición con la presencia prácticamente nula de los medios tradicionales, ocupados ese día en las detenciones por coimas de importantes dirigentes del futbol internacional.
Contextualizando
Antes de dar a conocer los datos de la Canasta Básica, Eugenio Semino dio un marco general de la situación de los jubilados: “acá estamos entre compañeros, cada uno desde su lugar viene luchando a través de décadas por preservar la siempre agredida seguridad social en Argentina; nos acompañan también aquellos que no pudieron acceder al beneficio de la seguridad social en lo previsional que son los Ni Ni, los que ni pueden jubilarse, ni pueden seguir trabajando dentro del mercado formal porque para ellos no hay moratoria ni prestación anticipada. Cuando uno dice que el jubilado, el pensionado no puede vivir con 3000 pesos o no cobra lo necesario para comer o cubrir sus necesidades mínimas, le contestan ‘pero hicimos una moratoria, pero antes no había movilidad’; es decir, seguimos en esa falacia de debate seudo político sin llegar a ver cuáles son los problemas de fondo.¿Puede haber una sociedad sin violencia que le dé menos a quienes más necesitan? Esto trata de evitarlo la seguridad social, en el sentido amplio, a través de sus tres pilares: el trabajo y la previsión, la salud y la educación. Y hoy los tres están tambaleando”.
En este sentido, Semino continuó: “en realidad lo que tenemos hoy no es un sistema previsional sino un subsidio universal por vejez. Cuando hay casi 80% que no percibe lo que tiene que ver con su historia laboral, ni tampoco lo suficiente para cubrir su canasta de necesidades, lo que estamos viendo técnicamente es que se trata de un subsidio, que encima no alcanza. Si uno tuviera que dar una definición clásica en término de lo político, podemos decir que la etapa kirchnerista, incluida la Alianza de por medio, es la fase superior de lo que fue el menemismo. Lo que empezó en aquel momento con privatizaciones, toma de utilidades monstruosas de parte del sistema financiero, cosa que se sigue haciendo, primero con las AFJP y también con lo que se le hizo pagar al pueblo de la fiesta de los bancos, llegamos a esta situación que podemos analizar en términos de los actuales jubilados, que no alcanza, pero creo que hay que tomarla también desde otro lado”.
El defensor de la Tercera Edad explicó que además de la lucha reivindicativa existe en la actualidad un fenómeno que se denomina “gerascofobia”, que es el miedo a envejecer y que se constituye como otro medio de control social. En este sentido, afirmó que hoy la idea de la vejez, que no es biológica sino cultural, se asocia a constituirse en pobre y en enfermo, por lo que hay trabajadores activos que consideran que el jubilado no es un trabajador, escindiendo de esta manera la lucha del trabajador de la de los jubilados. Ante esto, agradeció especialmente la presencia de los referentes sindicales en la conferencia de prensa: “hay que tomar la lucha de la Seguridad Social como propia para modificar esa estructura perversa de control social. Estamos en un siglo en el que donde hay una necesidad hay un negocio, se ha generado ese gran negocio de la exclusión, en una sociedad de consumo que cuando alguien deja de ser un sujeto de consumo pasa a ser un objeto a ser consumido. Hoy el jubilado no es objeto para el consumo, es un viejo necesitado y no es sujeto de derecho”.
Canasta Básica
Para no caer en ningún tipo de discusión metodológica, esta canasta se armó a partir de una pauta calórica para la alimentación de 2000/2200 calorías por día, y se tomaron los alimentos que se necesitan comprar mensualmente para cubrir esa pauta, utilizando precios de dos supermercados chinos y de un hipermercado, teniendo en cuenta siempre las mismas segundas marcas, es decir de calidad media. También se incorporaron gastos de vivienda: “los funcionarios suponen que los jubilados viven en un iglú y no gastan en vivienda. En este punto hicimos un mix de tres variantes que son el mantenimiento de una vivienda propia, un alquiler compartido y una pensión con baño compartido. Tomamos además tres medicamentos para patologías crónicas, con el descuento del PAMI que es el mayor de los descuentos”, explicó Semino.
La última medición que realizó la Defensoría dio para abril pasado una canasta básica para un adulto mayor de 7608 pesos. Esto significa un incremento del 13% con relación al semestre anterior. Aquí podría verse una desaceleración si se compara el aumento del 18% que había arrojado la medición anterior, sin embargo existe un desfasaje cada vez mayor respecto al poder adquisitivo de los jubilados.
Cabe aclarar además que esta canasta no contiene una dieta de excelencia en cuanto a las condiciones de salud, tal como se demanda sobre todo a una determinada edad.
Jubilados explotados
Durante la conferencia de prensa, Semino explicó que según datos oficiales de la propia ANSeS, hoy el 53% de los jubilados y pensionados (es decir, 2.600.000 personas) cobran la mínima de 3.800 pesos, y casi el 30% está en los 5.500 pesos, o sea que casi el 80% no cubre la canasta básica calculada por la Defensoría. Si a esto se le agregan los cerca de 1.500.000 de pensiones asistenciales que cobran 2.700 pesos, resulta que 7.000.000 de personas entre jubilados y pensionados están por debajo de la línea de cobertura en términos de sus necesidades mínimas.
“Esto hace que hoy los trabajadores jubilados sean explotados como los chicos. Cuando vemos un chico explotado decimos ‘la Convención por los Derechos del Niño ’. Hoy si vemos a una persona de 80 años haciendo seguridad, jugándose la vida en una empresa trucha o manejando un taxi 12 horas por día, no lo observamos, no lo contemplamos de la misma manera”, aseveró Semino.
A su turno, Marcos Wollman, integrante de la Mesa Coordinadora de Jubilados y Pensionados, habló sobre la violencia que se ejerce contra los jubilados, contra las personas que aportaron durante más de 30 años para obtener un sustituto del salario, y hoy el 53% se encuentra con que recibe una jubilación mínima, y un 17% más alcanza hasta dos jubilaciones mínimas.
“Tenemos que unir esfuerzos para lograr un aumento de emergencia para todas las escalas, la diferencia entre el haber mínimo jubilatorio y la canasta básica que hoy presentamos son 4000 pesos. Lo que logró el gobierno fue achatar las escalas, antes era el 17% el que recibía un haber mínimo, ahora es el 53%”, afirmó Wollman.
El 82% móvil sobre el salario del trabajador activo en su mismo cargo, oficio o función es otro reclamo fundamental del sector, pero no el único: “el haber jubilatorio mínimo no debe ser inferior al salario mínimo vital y móvil, considerando que éste debe ser el monto de una canasta básica, y el manejo de los fondos de la ANSeS, hoy la caja más importante violando la Constitución Nacional en su artículo 14 bis cuando habla de quiénes deben manejar los fondos previsionales, que son los interesados, los trabajadores activos y los jubilados, por eso en el proyecto de ley que presentamos, también planteamos la creación de un Instituto Nacional de Previsión Social, para que sea una entidad pública, no estatal, elegida y administrada por quienes deben hacerlo, los representantes de los trabajadores activos y de los jubilados, y la participación del Estado”, especificó Wollman.
En la iniciativa piden además la normalización del PAMI, también entendida como entidad pública, dirigida por trabajadores activos y jubilados.
Sujetos de Derecho
El diputado por Unidad Popular Víctor de Gennaro rescató la pelea que desde hace tiempo vienen haciendo los jubilados, además del esfuerzo de Eugenio Semino durante todos estos años, y en especial su pelea por reivindicar a los jubilados como sujetos de derecho.
En este sentido, el legislador llamó a dejar de lado las peleas sectoriales, porque generan que los trabajadores vayan a la defensiva: “cada uno pelea por lo suyo, defendiéndose, y no pasa a la ofensiva (…). Hay un laburo sistemático de destrucción de lo colectivo, pero hay que hacer ver que lo que está en juego con la precarización laboral es la imposibilidad de la autonomía y felicidad de los trabajadores. A los jubilados también los planifican para que sean incapaces de tener autonomía porque tener el 82% es tener autonomía, y no depender de otros”. En este punto, habló de la necesidad de integrar las luchas, y de construir una solidaridad generacional.
De Gennaro recordó además que cuando se debatió en el Congreso la última ley de rebaja escalonada de los aportes patronales, todos los bloques votaron a favor de su aprobación. Lo que este “acuerdo político” hizo fue desfinanciar un sistema que debe ser solidario.
A su vez, el diputado se refirió a unos cálculos realizados junto a Claudio Lozano, que indican que las patronales se vienen quedando con más de 100 mil millones de pesos por año desde la época de Domingo Cavallo, a partir de estas rebajas de los aportes. Estos números no están hechos a partir de las 500 mil empresas que funcionan en Argentina, sino solamente con 28.000 que tienen más de 40 empleados. Si esto no sucediera de esta manera, y las empresas pagaran el 100% de las contribuciones patronales se dispondría de 1000 pesos por mes para darle de aumento a cada jubilado. Esto quiere decir que actualmente los jubilados le estarían pagando un subsidio de 1000 pesos por mes a las 28.000 empresas que tienen más de 40 empleados. Esto puede relacionarse perfectamente con el discurso que se construye desde el gobierno nacional acerca de que no se puede dar el 82% móvil, o no se puede aumentar más de lo que dice la ley de movilidad, porque sino el sistema quiebra, o se produce un desfinanciamiento.
Hacia el final de la conferencia se pidió a los referentes sindicales presentes que acerquen a sus respectivas centrales la propuesta de incluir entre los reclamos y consignas que se llevarán adelante durante el paro por 24 horas previsto para el próximo 9 de junio, el pedido de un aumento de emergencia de 4000 pesos. Sería una forma concreta de sumar un reclamo del sector de los trabajadores pasivos a una jornada de lucha de los trabajadores hoy activos, y comenzar a tejer la solidaridad generacional.