Juicio a la Lafken Winkul Mapu

Search

Detalles: Categoría: Pueblos Originarios; Publicado: Domingo 29 de Septiembre de 2024

“Estamos en ese lugar por un vínculo espiritual y de sanación, no por un negocio inmobiliario”. Así lo afirmó la Machi Betiana Colhuan quien, durante el segundo día del juicio por “usurpación” contra la comunidad Lafken Winkul Mapu, dio un detallado alegato sobre la importancia espiritual del cuidado del rewe que se encuentra en Villa Mascardi.

Betiana Colhuan dijo que la comunidad no eligió ese lugar por “un negocio inmobiliario o turístico” sino porque “toda la vida estuvimos vinculados con ese territorio, y hoy ahí está la placenta de los hijos que parí en el lugar”.

Betiana fue sobreseída de la causa durante la primera jornada de la instancia oral y pública del juicio. La Gremial de Abogados y Abogadas de la República Argentina solicitó entonces que se le permita declara como testigo, para que relate cómo se produjo el violento desalojo de la comunidad, ocurrido el 23 de noviembrede 2017. Sin embargo, el juez Hugo Greca permitió a la guía espiritual del pueblo mapuche declarar bajo la figura de “amicus curiae” y limitar su intervención a explicar el proceso espiritual de levantamiento de una machi y su vinculo con el territorio y el rewe en Villa Mascardi.

Betiana dedicó más de 20 minutos a hacer un repaso de las implicancias históricas y espirituales del levantamiento de una Machi al este de la Cordillera de los Andes, hecho que no ocurría hace más de 60 años.

Luego de saludar y presentarse en mapudungun -lengua mapuche-, dijo: “Cumplo el rol de Machi, de guía espiritual y ceremonial de mi comunidad y mi pueblo mapuche. Cumplo un rol sagrado”. Explicó que atiende a pacientes mapuches, que entrega medicina ancestral y que trata diversas enfermedades.
Indicó que en la zona en disputa entre la comunidad y el Estado -a través de Parques Nacionales- vivió su abuelo, y que desde pequeña mantuvo contacto con la zona, al igual que toda su familia.

Betiana narró también cómo la Machi Teresa Painequeo -ya fallecida- le anticipó su futura responsabilidad, y dijo que desde el vientre de su madre “tuvo ese rol designado”.

“Cuando llegó el momento empecé a desarrollar mi espíritu, que creció conmigo, es algo que no puedo negar ni desconocer, voy a morir con él, es parte de mi cosmovisión y cultura”, agregó.

En ese sentido, entre lágrimas, contó que una vez producido el desalojo en 2017 y alejada del rewe “fui expuesta a dos operaciones de extrema gravedad, por el vínculo mío con ese espacio. Es muy grave. Para mí es algo de por vida. Es ese espacio el que me da la vida, para poder ayudar y poder atender”.

Emocionada, agregó: “No es que para nosotros sea un capricho o una cuestión de poder” volver al territorio. “No vamos a ir tomando tierras para vender, es específicamente el vínculo que tenemos con este espacio, y que no viene de ayer, de hace dos o siete años, es un vínculo de toda la vida, y es el vínculo que tienen mis hijos hoy. Con 23 años que tengo, crecí ahí. No puedo desconocer mi historia, yo he estado ahí con la Machi Teresa. Ella dijo que yo iba a ser Machi, y me formé con toda la seriedad y sacrificio, es impresionante todo el sacrificio que he hecho. No me queda otra. Cuando me desvincularon de este territorio peligró mi vida. Las comunidades, el pueblo mapuche que me acompaña sabe que es así. Para nosotros y para mí solo queda vincularse con el territorio, el rewe, es un compromiso de vida”.

Dijo además que esta situación de imposibilidad de vincularse con el rewe “para mí es perder mi vida. Si dejo este rol me muero, es mi ser, mi existencia, la existencia de mi gente”.

Testigos

En tanto, durante esta segunda audiencia del juicio declararon nueve testigos, entre ellos integrantes del Parque Nacional Nahuel Huapi, efectivos policiales, y miembros del grupo Albatros de la Prefectura Naval Argentina quienes participaron del operativo que concluyó con el asesinato por la espalda del joven mapuche Rafael Nahuel.

El abogado defensor, Eduardo Soares, volvió a referirse esta tarde a las condiciones adversas con las que sus defendidos deben enfrentar el proceso, y una vez más mencionó su sospecha de que el juez Hugo Greca, “tiene ya una decisión tomada”.

“Siguió”, dijo Soares, “como siempre, con una leve tendencia a favor de la querella. Hace preguntas -cosa que no debe hacer un juez- pero igualmente lo hace; pregunta y no siempre son preguntas orientativas, sino que son preguntas con las que reemplaza la actividad jurdisccional de la acusación”, puntualizó.
Para el abogado, “de lo que se trata, al final, es de saber si ya hay una sentencia escrita -que es lo que yo creo– o si acaso los alegatos (la audiencia tendrá lugar el lunes) podrán cambiar el curso de la historia. Yo, de verdad, no lo creo”.

“Lo que yo veo es que ya hay una decisión tomada, que puede ser con un carácter más atenuado, en más o en menos, pero el juez ya tiene la decisión de condenar”, insistió, “van a acusar, eso está claro. Ya nos adelantaron que van a acusar”.

En cuanto al desarrollo de esta segunda audiencia, Soares estimó que “tal fue la alevosía de algunos testigos, particularmente del personal de Prefectura, que creo que al final es algo que de tan exagerado, terminará obrando a favor de nuestras defendidas”.

“Otros”, continuó el letrado, “como los policías federales, al igual que durante el primer día, continuaron contradiciéndose; aportaron casi nada, y lo poco que aportaron no sirve”.

Durante esta segunda audiencia, dos guardaparques aportaron también testimonio. Marcia Urbinati, quien para el abogado “llegó con un discurso preparado, con un libreto que repitió”, y Oscar Montenegro, de quien sostuvo que “fue el más sincero en su declaración”.

Por último Soares destacó la intervención de la Machi, Betiana Colhuan que declaró como amicus curiae durante la jornada de hoy y logró resumir en muy poco tiempo “ veinte minutos cronometrados por el tribunal”, la cultura y la cosmovisión mapuches, “con momentos profundamente afectivos, pero también con conmovedora entereza”.