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Entre hermanos

Evo Morales, aymara y además presidente de Bolivia, recibió a sus hermanos del pueblo Mbya Guaraní de Misiones, que reclaman desde hace años más de seis mil hectáreas hoy en manos de la Universidad Nacional de La Plata.
(Fabiana Arencibia-Red Eco) Buenos Aires - Allí estaban: el Presidente de Bolivia y los Caciques del Pueblo Mbya Guaraní de Misiones para contarle sobre su dramática situación.
Un centenar de familias que vienen luchando de diferentes maneras para que se los reconozca como legítimos dueños de sus tierras ancestrales, en el noreste argentino.
Las comunidades Ka’aguy Poty, Ivy Pitá y Kapi’i Poty reclaman la entrega del Título de Propiedad de las tierras del arroyo Kuña Piru (6144 hectáreas), en el departamento de Aristóbulo del Valle, Misiones, que sus comunidades ocupan desde hace más de 150 años.
mbya_con_evo.jpgEvo Morales les brindó su apoyo y prometió elevar su reclamo a organismos internacionales.
Poco antes de este encuentro, las autoridades de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) le habían entregado al presidente de Bolivia el título de Doctor Honoris Causa al considerarlo "como un símbolo de la lucha en defensa de los pueblos latinoamericanos, por ser el primer presidente constitucional miembro de un pueblo originario de América".
Durante la ceremonia oficial de entrega de esta distinción, los referentes locales de las naciones aborígenes se alegraron por este reconocimiento de la lucha indígena a través de la figura de Evo Morales. Pero también expresaron su repudio por lo que aparece como un ambiguo accionar de la UNLP ya que mientras galardonan a un presidente por su origen de indígena, avasallan los derechos de la comunidad Mbya Guaraní.
En respuesta al reclamo por su territorio, el Rector Gustavo Azpiazu, les dijo: “Si yo pudiera devolver las tierras como un acto personal lo haría”, y se excusó afirmando que “la Universidad tiene un sistema de gobierno y tendría que reunirse una Asamblea extraordinaria”.
Estas palabras no reflejan los años que arrastra el conflicto de los Mbya con la UNLP.
Las tierras fueron donadas por la empresa Celulosa Argentina S.A. a la universidad en 1992 para la instalación de una escuela de campo dedicada a estudios etnográficos, arqueológicos y biológicos.
El primer pedido formal de entrega del Titulo de Propiedad de las tierras fue en 1994. Cinco años después, la Universidad y el Ministerio de Ecología de Misiones firman un convenio, sin consultar a las comunidades, en el marco del cual las tierras del Valle Kuña Piru se convierten en “Reserva Privada de la U.N.L.P. Valle  del Arroyo Kuña Piru”.
En agosto de 2001 representantes de las comunidades viajaron a La Plata y se reunieron con el entonces Rector, Dr. Alberto Dibbern, quién se comprometió a trabajar en la entrega de dicho título.
En los siguientes 8 años los caciques Mbya se entrevistaron con distintos funcionarios académicos sin obtener respuestas positivas a su pedido.
La única propuesta concreta de la UNLP fue ofrecerles la propiedad de 700 hectáreas del predio a las comunidades, conservando para sí otras 700 y el resto – unas 4600 – en condominio. La respuesta de los caciques fue contundente: “No, jamás aceptaremos eso”. En la legislación nacional se establece que la propiedad indígena es intransferible, inembargable y no enajenable.
Los Mbya aseguran que la Universidad donó parte del predio a la Municipalidad de Aristóbulo del Valle para habilitar un balneario, emprendió de manera unilateral la construcción de un edificio para el albergue de alumnos y profesionales en medio del monte e inició tratativas con el gobierno nacional y provincial para la creación de proyectos turísticos destinados a la explotación pública. Además, afirman que los asentamientos avanzan cada vez más sobre sus tierras, destruyendo el monte autóctono, los ecosistemas y el modo de vida de esos pueblos originarios.
Los Mbya se han expresado de diferentes maneras, siempre apelando a la paciencia que los caracteriza: han realizado doce viajes hasta la ciudad de La Plata para intentar un diálogo que los acerque a una solución y ya no quieren más promesas.
En marzo de este año cuando se pactó una audiencia conciliadora en la ciudad de Posadas a la que el Rector Aspiazu no asistió, la comunidad Mbya decidió iniciar acciones legales por el incumplimiento de lo acordado durante las mesas de diálogo. Desde septiembre del año pasado el caso fue elevado a juicio en el Juzgado Federal de Posadas.
Cada cuatro días muere un niño del pueblo mbya guaraní por desnutrición o problemas respiratorios; todas patologías evitables con atención primaria.
El pueblo dice que el problema de fondo es el despojo de sus territorios que impactó en forma negativa sobre sus costumbres, su alimentación y su salud.
Hace 150 años que este pueblo ocupa el territorio del Alto Valle de Cuñá Pirú. Allí siembran, cazan, recolectan hierbas para su medicina natural, tienen sus viviendas, fabrican sus artesanías, entierran a sus muertos y veneran sus lugares sagrados.

Foto: Los caciques Lirio Giménez, Salustiano González y Agustín González con el presidente Evo Morales
 

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