Entrevista a Toto La Momposina: Esto es música de la identidad, no Folklore
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- Categoría: Más del Pais
- Publicado: Viernes 27 de Abril de 2012
Así abrió su concierto Totó en el Fifba 2012. Así comenzamos a disfrutar de un concierto, que es escuchar tanto la música como las enseñanzas de esa mujer que nació en Talaigua, en la isla de Mompós, que la nombra. Totó, con la sonrisa prendida a sus labios, la mirada y los ademanes coquetos en los ojos y en las manos, visitó la ciudad de La Plata.
A ella cantar y hacer la música con la que va recorriendo el mundo le llevó años de estar recopilando canciones, en la que la cultura indígena se mezcló con la de los esclavos africanos. De joven, viajó de pueblo en pueblo investigando los distintos ritmos y bailes de la zona, y estudiando el arte de la 'Cantadora', la mujer cantante pilar de la cultura musical de un pueblo.
Su música es la expresión de las vivencias de su gente establecida a lo largo y ancho del río Magdalena en su curso hacia el mar Caribe; gentes que desde hace tiempo viven narrando y pasando historias: de los abuelos a los nietos, de las madres y los padres a los hijos; historias a su vez transformadas en leyendas y en música interpretada con la diversidad de los ritmos y las danzas que conforman el estilo melódico propio de cada región.
Nacida en el seno de una familia de cinco generaciones de músicos, Totó aprendió a cantar y bailar desde muy niña, en su casa. Su padre era zapatero y percusionista y su madre, cantante y bailarina, por lo que en su hogar se vivía de forma cotidiana la tradición musical de la costa. Por allí pasaron multitud de artistas que ayudaron a enriquecer lo que posteriormente sería su repertorio popular colombiano.
El cancionero de Totó está hecho de cumbias, bullerengues, chalupas, garabatos o mapalés; pero también sones, guarachas, rumbas y boleros cubanos. En el escenario la acompañan sus tradicionales tamboreros, con una selección de percusiones tradicionales y tambores, así como otros instrumentos autóctonos como la gaita hembra y gaita macho que incorpora en sus últimos trabajos.
"Yo tengo que hacer el mismo trabajo que hizo mi papá, mi mamá y mis abuelos para que la tradición no se pierda en nuestras próximas generaciones y hasta en nuestras reencarnaciones", dice Totó. Y en esta labor de preservación de la tradición, La Momposina ya tiene experiencia. Ejemplo de ello fue lo sucedido con Ramona Ruíz. En Talaigua, los bailes cantados empezaron a decaer en la tradición del pueblo pues las partidas a Venezuela de los jóvenes en busca ocio y bullicio en las noches los alejo de los ritmos originarios de la región. Ramona Ruíz Quevedo, prima de la mamá de Totó e intérprete de chandé, sintió el rechazo de la población. Ella tenía "los tambores guindados en el zarzo de la casa porque la gente se burlaba de ella y de los chandés". Finalmente fue Totó quien la motivó a continuar con su música. Así que un día bajó esos tambores ya empolvados del zarzo y empezó a cantar de nuevo. Actualmente existe la corporación de chandé Ramona Ruíz de Talaigua.
-¿Qué es la identidad para usted?
“Cuando uno habla de la identidad es que uno viene a algo aquí en la tierra y se desarrolla en base a un don. Para nosotros los artistas es el don de la música. Uno trasciende a través de la música: para mí es mi marido, mi novio. Cuando hablo de la identidad hablo de la música de la identidad que es apropiarse de donde uno es, de que etnia es. Yo canto como una india Caribe que se mezclo con la cultura africana. Además, todos nosotros lo queramos o no entender, tenemos un origen africano y asiático mongol.
Entonces cuando uno sabe a qué punto pertenece y cuál es su rol en la vida, no existen las fronteras, los colores, las diferencias sociales porque la música la hizo dios para todo el mundo. Cuando termino un concierto yo también me voy feliz porque era lo que tenía que hacer, y yo estoy convencida que la música es un gran conducto para unir al mundo, porque la política para qué sirve? Lo único que nos va a unir son las costumbres y la tradición porque todo mundo cultiva la tierra, hay pescadores, todo mundo llora, todo mundo sufre, ese es el cuento de la música de la identidad”.
-Algo de ello se ve en el video de la música For Change…
“Yo vengo de familia de cantadores y me puse al servicio de la música de la identidad porque se tiene que volver internacional, porque el objetivo es hermanar a las personas. Por eso cuando me convocaron a Change, con Calle 13, la que se ganó el Grammy es la música. Ahora hizo un trabajo sobre Emiliano Zapata y la metro Golden Meyer hizo una película sobre la época de oro de México, entonces me llamaron para cantar un corrido y yo lo cante porque la América es una sola”.
-¿Qué cree del renacimiento de la cumbia en América latina?
“La cumbia se canta en todos los países de Latinoamérica. Las personas y los pueblos tienen derecho de adaptarla a sus sentimientos. Para nosotros la cumbia es el enamoramiento de los indígenas con la cultura negra”.
-¿Qué es la música para usted?
“Mi abuelo que era músico me inculcó que se ganan los aplausos y el reconocimiento a través de la búsqueda y ustedes vieron que hay una armonía, una disciplina”.
Toto es la cantaora de los pies descalzos, aquella que alguna vez contó que en su pueblo, Talaigua, hay personas que manejan la sabiduría de la cotidianidad, el respeto al Sol y la Luna, a los cuatro elementos y a la madre naturaleza, que ahí está todo, incluido el significado de nuestra estadía aquí en la Tierra. “Parece que tuviéramos el libre albedrío, pero no existe, las leyes del equilibrio nos manejan. Cuando uno se levanta, se pregunta: ¿Quién soy?, ¿qué estoy haciendo aquí?”.