La comisaría décima de Santiago del Estero suma una nueva muerte

En el marco de un operativo de seguridad vial, Darío Pérez de 40 años fue detenido, golpeado y trasladado a esa dependencia policial del barrio Autonomía el 25 de septiembre por la noche. A las pocas horas, se le notificó su fallecimiento a la familia. Denuncian que fue torturado hasta la muerte. Por el hecho, hay cuatro policías imputados y detenidos.

 

Según relataron testigos, todo comenzó cuando la policía intentó retener la moto de Pérez y él se negó. El hombre fue golpeado en el lugar por los agentes y trasladado a la comisaría décima.

Hacia la una de la madrugada, un móvil se acercó a su casa y llevó al hijo a la comisaría quinta para informarle que su padre había fallecido en la décima. Según el relato policial, Pérez fue detenido porque estaba haciendo disturbios en las inmediaciones de la comisaría y sufrió una descompensación dentro de la celda. Sin embargo, un informe preliminar determinó que el cuerpo de Pérez presentaba varios hematomas y que la causa de la muerte fue asfixia por sofocación.

El fiscal Martín Silva apartó a la fuerza de seguridad de la investigación e imputó por el delito de homicidio, ordenando además su detención, a cuatro policías de apellidos Tevez, Jaime, Medina y Gómez. La principal hipótesis es que la víctima fue torturada hasta la muerte.

Este caso no es el primero en la comisaría décima. Actualmente se está desarrollando el juicio por la muerte de Ramón Vázquez, ocurrida allí en 2013.

El 22 de septiembre de ese año, agentes de esa dependencia fueron a buscar a Ramón “Tordo” Vázquez, a quien acusaban de robar una casa donde había hecho trabajos de albañilería tres meses antes. Se lo llevaron a pesar de que no contaban con orden judicial ni pruebas en su contra. Lo torturaron dentro de la comisaría, mientras su familia estaba afuera, luego lo trasladaron en un patrullero hasta el Hospital Regional, donde llegó sin vida.

Un año antes, Lucho Corbalán también murió en la misma dependencia policial “No es casual que sucedan tantos hechos en esta comisaría, ubicada en un barrio residencial rodeado por barrios de sectores populares; la mayoría de los detenidos son de esos barrios aledaños. El sistema es perverso: los vecinos denuncian alguna presencia sospechosa, y sólo con eso los policías detienen, torturan y los amenazan para que no vuelvan al barrio. Al mismo tiempo, los vecinos del barrio siguen recamando contra de la inacción de la policía y pidiendo más mano dura. En esas condiciones, los policías tienen el terreno allanado”, afirmó Cecilia Melián, integrante de la agrupación HIJOS que forma parte de la Red de familias y organizaciones contra la violencia institucional, en diálogo con la Agencia Andar.

“La muerte de Darío Pérez, como otras que vienen sucediendo en esa comisaría y en toda la provincia, no es un hechos aislado, es parte de un entramado de violencia institucional planificado contra los sectores más pobres de la sociedad. Planificación que ocurre con la connivencia y la impunidad otorgada por todos los poderes del Estado”, agregó Melián.

Fuente: Agencia Andar.

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