
¡Disparen contra Bercovich!
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- Categoría: Opinión
- Publicado: Miércoles 24 de Julio de 2024

Alejandro Bercovich es un joven periodista que se ha ido ganando un lugar por sus atinados comentarios económicos y porque ha podido polemizar con seriedad con quienes piensan diferente. Pero criticando el discurso del presidente de la Amia, ha desatado los demonios del sionismo. Por TRAMAS
Amos Linetzky, en su discurso al conmemorarse 30 años del atentado contra la Amia, la emprendió contra la Cruz Roja, la ONU, la Unicef, el feminismo y las organizaciones de derechos humanos. Afirmó que: “No vamos a olvidar ni a perdonar a las personas, organismos internacionales, organizaciones y movimientos sociales que dieron vuelta la cara, callaron o hasta apoyaron la barbarie terrorista”.
Alejandro Bercovich criticó ese discurso y afirmó, en relación al atentado a la AMIA, que hubo una “desviación imperdonable de la investigación que todo el tiempo el Estado boicoteó”. Señaló también que en lugar de buscar y castigar a los responsables del atentado, esta desviación se propuso “alimentar los intereses de un sionismo que es muy poderoso, que pretende erigirse como la única voz de los judíos”. Y remató diciendo: “Está librando una guerra en nombre de todos nosotros, sin habernos preguntado”.
La critica de Bercovich al sionismo, que es la expresión del nacionalismo de derecha judío, fue inmediatamente respondido por las Autoridades de la Amia y la Organización Sionista Argentina. Acusaron al periodista de “portador de apellido” (judío), y de formular, en su critica, una asociación que “constituye el mismo terrorismo que mató en la Argentina dos veces, en otros países y en el Estado de Israel el pasado 7 de octubre”. Estas instituciones no le perdonan a Bercovich que, siendo judío, no sea sionista, e interpretan cualquier crítica a la política del Estado de Israel en Palestina como una expresión antisemita y terrorista. A falta de argumentos, descalifican.
La identidad judía ha aportado a nuestro país hombres y mujeres que se han destacado en en terreno de la cultura, la ciencia y las artes. Basta mencionar a Alejandra Pizarnick, Samuel Eichelbaum, Alberto Gerchunoff, Aída Bortnick, Tato Bores, Oscar Varsavsky, Pedro Cahn, Norman Briski, Cesar Tiempo, Jacobo Timerman, José Pablo Feinman, Juan Gelman, Humberto Constantini, Ana María Shua, Liliana Heker, Germán Rozenmacher, Eduardo Pavlovsky, Héctor Germán Oesterheld, Pedro Orgambide, Noel Jitrik, David Viñas, Andrés Rivera, David Stivel, Cipe Lincowsky, Mauricio Kartun, Daniel Burman, Manuela Fingueret, Juan José Jusid, Tamara Kamenszain y Alicia Dujovne Ortiz. Lo que es difícil, es encontrar entre ellos y ellas a sionistas declarados. Pareciera que la inteligencia y la humanidad que caracterizan a las personas que se destacan en la cultura, no se llevan bien con el sionismo. Al final de cuentas, el sionismo no es más que un judaísmo devaluado por las lógicas del capital y el neocolonialismo.
Como bien dice Bercovich, resulta evidente que el sionismo quiere presentarse como único representante de la identidad judía. Una parte, y la peor parte, pretende asumirse como portavoz de un conjunto que lo excede y lo supera.
El poder del Estado de Israel y sus múltiples tentáculos locales, ahora reforzados por los vínculos con el actual presidente, tiene capacidad para atacar y demonizar al joven periodista. Alejandro Bercovich, ha respondido con argumentos sólidos y sin bajar la cabeza. A quienes creemos que el pensamiento crítico alimenta los mejores sueños, nos parece imprescindible acompañarlo en su defensa.