México: guerra del capital embate a pueblos indígenas para el despojo de recursos
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- Categoría: México
- Publicado: Miércoles 08 de Diciembre de 2021
Los pueblos indígenas enfrentan una verdadera guerra por parte del capital, que en todo el mundo busca apoderarse de sus tierras, agua y de sus vidas, advirtieron los asistentes al foro La lucha por el agua y por la vida en tiempos de pandemia, efectuado en la planta de Bonafont de Puebla, tomada por nahuas desde agosto pasado.
Afirmaron que luchas similares ocurren en este momento en Canadá, Estados Unidos, Venezuela, Colombia, Chile, Ecuador, Francia, Ghana, Italia y Alemania, por lo que es necesaria la comunicación y unidad de todos estos esfuerzos.
Nos hacen ver que no estamos solos en esta lucha, que también en sus territorios hay resistencia y que la lucha por la vida es global y hermosa, señalaron las líderes nahuas, y advirtieron que sólo juntos podrán defenderse de los embates del Estado, empresarios, fuerzas armadas y grupos criminales que buscan despojarlos de sus tierras y recursos.
En su participación, Raúl Zibechi, escritor y activista de Uruguay, resaltó que las acciones contra los pueblos indígenas tienen el nivel de una guerra: El objetivo es el despojo y no se puede despojar a nadie pacíficamente, para despojarte del agua, la tierra, hay que amenazarte, entonces esta es una guerra del capital para seguir siendo capital, para enriquecerse, eso no hay que perderlo de vista, la guerra es un medio para fortalecer el despojo.
A su vez, Carlos González, del Congreso Nacional Indígena (CNI), recalcó que este movimiento creció y logró la toma de la embotelladora en los momentos más difíciles de la pandemia por el Covid-19, lo cual demuestra, dijo, que la unidad es posible aún bajo las peores condiciones. Si tomamos la decisión, los pueblos y las mayorías de explotados en este país podemos acabar con lo que nos ha hecho y nos sigue haciendo un reducido grupo de empresarios, de millonarios, de políticos, que han abusado de nosotros durante siglos.
Fuente: Eduardo Murillo - La Jornada
