
Francia: se movilizan nuevamente contra reforma de pensiones
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- Categoría: Europa
- Publicado: Jueves 23 de Marzo de 2023

Francia vivirá este jueves una nueva jornada de protestas convocadas por los principales sindicatos del país contra la reforma de las pensiones promovida por el presidente Emmanuel Macron.
La jornada de manifestaciones sería la novena en poco más de dos meses contra la reforma y la primera tras su adopción por decreto defendida por el presidente Macron.
Desde los sindicatos han señalado que la movilización de este jueves resulta crucial para su capacidad de mantener las protestas y huelgas a la espera del visto bueno del Consejo Constitucional.
Según representantes de los principales sindicatos franceses, las manifestaciones contra la reforma del sistema de pensiones tienden a radicalizarse y atomizarse.
Los sindicatos anunciaron alrededor de un 50 por ciento de huelguistas en las escuelas, que también podrían ser numerosos en el sector energético y en el transporte. En el metro de París, la central FO-RATP llamó a una "jornada negra".
El líder del sindicato, CFDT, Laurent Berger, recordó que 94 por ciento de los trabajadores rechazan la reforma jubilatoria, que no cuenta con una mayoría en la Asamblea Nacional (...) y que la calle rechaza masivamente desde hace más de dos meses y medio".
Medios franceses han reportado bloqueos de depósitos petroleros, puertos, carreteras y universidades, entre otros.
La Policía Francesa anunció que desplegará este jueves alrededor 12.000 agentes por todo el país, de los cuales 5.000 serán en la ciudad de Paris.
La intervención de Macron el miércoles, defendiendo su reforma de las pensiones y asumiendo el precio político parece haber calentado más los ánimos, al menos de los que siguen dispuestos a continuar la contestación.
Manifestaciones múltiples cada día
La ley de reforma de la jubilación acaba de ser aprobada sin ser votada por la Asamblea Nacional francesa. A la fuerza. Entre otras medidas, sube la edad mínima para jubilarse de 62 a 64 años y se acelera la implementación de una reforma anterior que aumentaba de 42 a 43 el número de años trabajados para poder jubilarse. Al utilizar el artículo 49.3 de la Constitución de la V República, el Presidente Emmanuel Macron y su Primera ministra Élizabeth Borne han desatado una rabia popular habitual en Francia durante los movimientos sociales de protesta.
Desde entonces, esta ira popular no ha parado. Las calles de las ciudades francesas conocen cada noche pequeñas manifestaciones salvajes, es decir sin permisos ni convocantes, con multitud de jóvenes participantes que salen a la calle en contra de esta reforma de la jubilación, sí pero no sólo, porque también se suma el rechazo al proceso con el que fue aprobada que, si bien es legal, es percibido como autoritario y anti-democrático. De esta forma, las bolsas y los contenedores de residuos, numerosos en las calles de toda Francia por la huelga indefinida de los servicios de recogida de basura, pueden fácilmente transformarse en barricadas en llamas, perturbando el tráfico automóvil y dificultando las cargas policiales. El martes 21 de marzo al mediodía, el ministro del interior Gérald Darmanin afirmaba que más de 1.500 manifestaciones no declaradas habían ya tenido lugar desde la aplicación del 49.3 el jueves 16 por la tarde.
A nivel local, los sindicatos más combativos han organizado también, en reacción al uso del artículo 49.3, decenas de manifestaciones que han reunido hasta miles de personas como el sábado 18 de marzo en Saint Étienne (en la región Auvernia-Ródano-Alpes, de 1.500 a 3.000 manifestantes según la policía o los sindicatos), en Brest (Bretaña, de 5.000 a 8.000 manifestantes) o en Nantes (en la Bretaña histórica, hoy situada en la región administrativa Países del Loira, de 6.000 a 15.000 manifestantes). En Montpellier (Occitania) este mismo día, la masa de los 2.500 manifestantes se ha desviado del itinerario oficial de la marcha para invadir las vías de la estación de trenes y, poco después, obligar al gran centro comercial de la ciudad a cerrar sus puertas. Los opositores a la reforma de la jubilación se interrogan sobre el nivel de conflictividad necesario para que el Gobierno y el Presidente entiendan sus reivindicaciones. Mientras se siguen multiplicado este tipo de acciones: cortes de luz centrados en lugares específicos como sedes de bancos o de grandes empresas, marchas con antorchas –el martes por la noche se contaba por ejemplo 10.000 personas en las calles de Nantes o 5.000 en la ciudad alpina de Grenoble–, acciones de “peajes gratuitos” –durante las cuales los activistas mantienen abiertas las barreras de los peajes de autopista–, “operaciones caracol” – mediante las cuales vehículos conduciendo a muy baja velocidad bloquean todo el tráfico–, o cortes de carretera filtrantes – cuando los militantes reducen el número de vías por las cuales pueden pasar los automovilistas, creando así un embotellamiento, mientras distribuyen folletos a los automovilistas, muchas veces comprensivos–, concentraciones frente a los locales de la organización patronal de las grandes empresas MEDEF o ataques a locales de ETTs y diputados favorables a la reforma. En las manifestaciones, declaradas o no, se suceden cada vez más enfrentamientos con la policía.
Las huelgas continúan acompañadas de bloqueos
En efecto, si bien el país no estuvo totalmente bloqueado el día 7 de marzo, la huelga continúa desde entonces en sectores como la energía (instalaciones petroleras, de gas o de producción de electricidad), la recogida de residuos, los transportes ferroviarios o, con momentos más o menos intensos de movilización, en la educación pública.
Por su lado, la huelga en las refinerías se vuelve más dura, con todas las plantas del hexágono afectadas. La Confederación General del Trabajo (CGT), una de las principales centrales sindicales francesas, decidió empezar el viernes 17 el bloqueo total de las instalaciones de la refinería más grande del país, en Normandía, paralizando el 22 % de la capacidad de refinado de Francia. Varios depósitos de carburantes están también bloqueados desde hace días, con la ayuda de huelguistas de otros sectores, tal y como sucede en Port-la-Nouvelle (Occitania) o Fos-sur-Mer (Provenza).
Mientras tanto, el movimiento estudiantil se está organizando a través de una Coordinación nacional estudiantil que agrupa a los colectivos de las universidades en lucha y diversas organizaciones sindicales estudiantiles. El martes 21, esta Coordinación ha organizado una manifestación de estudiantes y huelguistas de diversos sectores, que ha desfilado desde la incineradora de Ivry-sur-Seine, en los afueras de París, hasta la estación ferroviaria de Austerlitz.
La represión se endurece
Para intentar quebrar las huelgas de los sectores de las basuras y del petroleo, el Gobierno ha empezado a imponer la vuelta al trabajo de huelguistas, bajo amenaza de multas y penas de prisión, a pesar de que los sindicatos impugnen en los juzgados la legalidad de estas medidas represivas. Al mismo tiempo, el Gobierno esta impulsando intervenciones policiales contra los piquetes de huelga para intentar desbloquear sitios como el incinerador de Ivry-sur-Seine, el terminal petrolero de Donges (en la costa atlántica) o el depósito de carburantes de Fos-sur-Mer (Provenza), ya que algunas regiones del país empiezan a conocer una penuria de carburantes. En este último mencionado, la llegada de cientos de personas para apoyar al bloqueo, sumada a la resistencia de huelguistas arrojando piedras frente a las cargas policiales, impidieron el martes 21 que el sitio fuese desbloqueado.
Fabien Roussel, secretario general del Partido Comunista Francés, se dirigía el martes 21 al Gobierno: “Eligen usar la porra y la represión sindical para callar la contestación”. En efecto, en París, está prohibido desde el sábado 18 el acceso a la Plaza de la Concordia, cerca de la Asamblea Nacional, donde se habían reunido los y las manifestantes los dos días siguientes a la aplicación del artículo 49.3. Las calles de la capital se han llenado de policías e intervienen, además de forma masiva, las BRAV-M (brigadas de represión de la acción violenta – motorizadas), es decir, policías en moto, con uno delante que conduce y otro detrás que reparte golpes de porra. El Sindicato de los Abogados de Francia y el Sindicato de la Magistratura denuncian detenciones masivas arbitrarias y Amnistía Internacional ha denunciado el 21 de marzo “el uso excesivo de la fuerza y las detenciones abusivas”.
En París, solo durante las tres primeras noches de manifestaciones espontáneas, se han detenido 425 personas, pero tras dos días de arresto sólo 52 fueron puestas a disposición judicial por algún delito. Jean-Luc Mélenchon, líder de la coalición Nueva Unión Popular, Ecológica y Social (NUPES), valoraba así la posición de Macron en un acto del martes 21 en Ax-les-Thermes (Occitania) : “Ese hombre ha encendido la mecha y ha cerrado todas las salidas: elegir diputados de oposición no sirve para nada ya que impone el artículo 49.3; hacer la huelga, le da igual ya que se puede forzar a huelguistas para volver al trabajo, bajo amenaza de multas y penas de prisión; ir a manifestaciones, poco parece importarle porque os mete en una celda a pasar la noche”.
El monarca republicano
La crisis social se ha vuelto una crisis política e institucional. ¿Qué salida hay para el Presidente de la República? Las confederaciones sindicales proponen cancelar la medida de la edad mínima para jubilarse y organizar una conferencia social sobre la financiación de la protección social, los salarios y las condiciones de trabajo. Emmanuel Macron podría haber elegido organizar un referéndum, disolver la Asamblea o anunciar cambios en el Gobierno… Pero se ha enrocado en no hacer nada. Lo declaró ayer en una entrevista televisada a las 13h, con una intervención que no contribuirá a traer la calma al país. Intenta que la ciudadanía piense en otra cosa, en la primavera por ejemplo. Espera que la rabia del pueblo se calme sola, rociada con gases lacrimógenos, granadas aturdidoras y golpes de porra. Trata, en definitiva, de construir un relato donde él representa la democracia mientras el movimiento social sería la violencia, al revés de lo que se percibe ampliamente por una mayoría de la población, siendo el Presidente y Gobierno quienes representan la brutalidad y un autoritarismo soft, mientras que el movimiento social impulsa una profundización democrática con un alto componente social.
Tras esa intervención televisiva, Laurent Berger (secretario general de la CFDT) ha puesto el grito en el cielo mediante sus redes sociales “¡Negación de la realidad y mentiras!”, mientras que el de la CGT, Philippe Martinez, ha declarado que asistimos “a un desprecio por los millones de personas que se manifiestan” y ha continuado diciendo que “Macron parecía un marciano durante la entrevista, con su todo va bien, todo lo hago bien, no pasa nada en las calles, mostrando que no va a responder nuestras demandas”. Parece que el Presidente piensa gobernar solo, sin mayoría en la Asamblea, después de haber despreciado a las organizaciones sindicales como interlocutoras en el diálogo social. Un Presidente que recibirá la semana próxima al rey británico Charles III en el palacio de Versalles. Un pésimo símbolo para un monarca republicano en sus horas más bajas.
Los sindicatos unidos
Frente a la utilización de este articulo 49.3 de la Constitución que, como se ha mostrado, considera adoptada una ley sin que se vote en la Asamblea Nacional, el frente sindical permanece unido, incluso las organizaciones más moderadas y legalistas como la Confederación Francesa Democrática del Trabajo (CFDT) llaman a una novena jornada nacional de huelga y acción contra la reforma de la jubilación hoy 23 de marzo. Pronto veremos cómo el movimiento social y las organizaciones sindicales responderán este jueves y más allá a la represión policial y a la inflexibilidad del monarca republicano.
Fuente: Telesur/ Régis Arriet y Jon Bernat Zubiri Rey - El Salto