Mueren dos indígenas colombianos durante protestas
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- Categoría: Colombia
- Publicado: Martes 21 de Octubre de 2008
(Simona Bruno – ALAI) Colombia - Según líderes de la protesta, en tanto por ahora la Policía confirmó una de las muertes. Jesús Antonio Nene y Elver Brito, de la etnia Paez, fueron baleados en un sector rural del municipio de Villarrica, donde este martes temprano se produjo una enfrentamiento entre la Policía y un grupo de indígenas que manifestaba en la carretera Panamericana, que comunica con Ecuador, según el Consejo Regional Indígena del departamento de Cauca (CRIC).
Mientras, el coronel Jorge Cartagena, comandante del Escuadrón Móvil Antidisturbios de la Policía (Esmad), confirmó a periodistas un muerto. El fallecido recibió cuatro disparos de arma corta en la espalda, agregó.
El 12 se inició la Minga de los pueblos conmemorando los 516 años de resistencia, las movilizaciones se desarrollan por todo el país y esto ha sido un catalizador de la protesta recibiendo apoyo moral y material nacional e internacional. A la Minga se han sumado la CUT (Central Unitaria de los Trabajadores), la más grande del país, el sector judicial (Asonal Judicial), los corteros de caña, el sector de la educación, sectores campesinos y muchos más. Una vez más los pueblos indígenas colombianos están demostrando ser la conciencia y la fuerza moral de un país que se ha olvidado cómo pelear por sus derechos.
Las razones de la lucha
Una de las razones de las movilizaciones es el número de homicidios de indígenas que se ha incrementado mucho en las últimas semanas. Según la ONIC (Organización Nacional Indígena de Colombia): "Durante los últimos seis años han sido asesinados 1.253 indígenas en todo el país […] cada 53 horas un indígena es asesinado […] y por lo menos 54.000 han sido expulsados de sus territorios ancestrales". Solo en los últimos 15 días han sido asesinados 19 indígenas.
Otra razón es el incumplimiento del Estado de los acuerdos firmados con las comunidades. Un ejemplo representativo es el del pueblo Nasa. El 21 de diciembre de 1991, 20 indígenas, incluidos mujeres y niños, fueron masacrados con la complicidad de la fuerza pública en lo que se conoce como la masacre del Nilo. El Estado fue responsable de esta masacre y así lo reconoció internacionalmente y se comprometió a cumplir con las recomendaciones de la CIDH (Comisión Interamericana de Derechos Humanos), en materia de justicia, reparación individual y colectiva. Hasta hoy estos acuerdos no han sido respetados.
Los indígenas se oponen también a una serie de leyes como el Estatuto Rural, el Código de Minas, Leyes y planes de aguas, la ley de bosques, impulsadas por el gobierno de Uribe, que "optan por favorecer los intereses económicos y contribuyen al despojo territorial", según la ONIC.
Estas leyes se oponen al artículo 120 de la constitución del 1991 que señala: "el aprovechamiento de los recursos naturales en los hábitats indígenas por parte del Estado se hará sin lesionar la integridad cultural, social y económica de los mismos e, igualmente, está sujeto a previa información y consulta a las comunidades indígenas respectivas".
En los últimos 6 años, siempre según la ONIC, 53.885 indígenas han tenido que dejar sus tierras y hoy 18 pueblos indígenas colombianos están en riesgo de desaparecer porque les quedan actualmente menos de 200 habitantes y diez tienen menos de 100. Como ellos reiteran: "indígena sin tierra es indígena muerto".
Los comunicados de la ONIC traen la siguiente información: en Tolima, cerca de 2.000 indígenas Pijaos y Nasas marchan entre El Guamo y El Espinal de forma pacífica, al igual que otros 400 indígenas Embera Chamí en Armenia. En Caldas, sigue la concentración en el municipio de Riosucio, así como los indígenas en El Chocó mantienen la toma pacífica de la Defensoría del Pueblo en Quibdó.
En el Valle del Cauca, están más de mil indígenas Emberas Chami, Eperaras Siapidaras y Wannan. En Huila, 9 "chivas" que salían desde los resguardos han sido detenidas por las autoridades, luego de requisar a cada uno de los más de 500 indígenas, no los quisieron dejar pasar.
Los marchantes, desde el viernes, vienen sanando el territorio con cantos, danzas, ceremonias y con la reafirmación de la palabra; los recibirán indígenas Wiwas, estudiantes indígenas y otros sectores. El punto de encuentro es la Universidad de la Guajira.
En total, se calcula que alrededor de 40 mil indígenas han salido a carreteras y centros municipales para unirse a la Minga Nacional de Resistencia Indígena.