Un estudio vincula los paraísos fiscales y la deforestación de la Amazonía brasileña

Según un estudio reciente, entre el 2000 y el 2011, el 68 % de todo el capital extranjero investigado en 9 de las principales empresas en los sectores de la soya y la carne en la Amazonía brasileña fue transferido a través de paraísos fiscales. La producción de carne y de soya son las causantes de una importante deforestación en el Amazonas.
(Giovanni Ortolani - Mongabay Latam) Brasil - El dinero que fluye desde los paraísos fiscales secretos está alimentando la deforestación en la Amazonía brasileña y amenaza las poblaciones de peces. Esa advertencia proviene de un informe publicado en la revista Nature Ecology and Evolution.

Un estudio encontró que entre octubre del 2000 y agosto del 2011, 68 % de todo el capital extranjero investigado en nueve de las principales empresas en los sectores de la soya y de la carne en la Amazonia brasileña había sido transferido a través de al menos un paraíso fiscal.

Y aunque hoy en día solo el 4 % de todos los barcos pesqueros registrados están domiciliados en un paraíso fiscal, el 70 % de los barcos involucrados en la pesca ilegal, no declarada y no regulada (IUU, por sus siglas en inglés) están, o han estado, domiciliados bajo la jurisdicción de un paraíso fiscal.

“Hace dos o tres años empezamos un proyecto de investigación para intentar explorar los vínculos entre los flujos financieros y las modificaciones de “los gigantes dormidos”, —biomas clave en el mundo de una importancia crítica para la estabilidad climática”—, le dijo Victor Galaz a Mongabay. Galaz es profesor asociado y subdirector del Centro de Resistencia de Estocolmo de la Universidad de Estocolmo y autor principal del estudio.

Galaz y sus colegas se centraron en la página web del Banco Central de Brasil, una mina de oro de información donde el equipo de investigación encontró cientos de PDF que registraban transacciones de capital extranjero realizado desde el exterior a empresas domiciliadas en Brasil. “¿No sería interesante ver cómo aparecen en la información las jurisdicciones de prominentes paraísos fiscales?” pensó Galaz al principio. Como sus resultados muestran, fue realmente interesante.

Paraísos fiscales vinculados a la Amazonía brasileña

Los investigadores se centraron en las nueve empresas más grandes que operan en los sectores de la carne y de la soya de la Amazonía brasileña —actividades de la agroindustria ampliamente reconocidas como los impulsores clave de la desforestación—. Las empresas seleccionadas que estaban involucradas en la producción de carne incluían Bertin, JBS, Marfrig y Minerva, cuatro empresas que solas representaron el 33 % de la capacidad total de la matanza en Brasil en el 2006, y el 38 % en el 2009. Su selección de productores de soya incluía las multinacionales Bunge, Cargill, Archer Daniels Midland, Louis Dreyfus y Amaggi de Brasil, que juntas poseían el 48 % de todas las capacidades de trituración de soya instaladas en Brasil durante el período 1999-2009.

Los resultados muestran que un total de 26,9 mil millones de dólares en capital extranjero fue transferido a estas nueve empresas entre octubre del 2000 y agosto del 2011. El 68 % de esta cantidad —unos 18,7 mil millones de dólares— fue transferido de paraísos fiscales, pero esta es una cifra media. Por ejemplo, Bunge recibió 6,9 mil millones de dólares de sus propias filiales registradas en las Islas Caimán como efectivo por adelantado, que representa el 90 % del total del capital extranjero recibido por esa empresa entre octubre del 2000 y Agosto del 2011. ADM recibió prácticamente el 100 % de sus préstamos extranjeros (aproximadamente 1,7 mil millones de dólares, que representa el 62,4 % del total del capital extranjero que recibió) de sus propias filiales, también ubicadas en las Islas Caimán.

La mayoría de estos miles de millones fluye a través de las Islas Caimán por una razón: es un territorio británico de ultramar con fuertes vínculos con el Reino Unido y sobre todo la City de Londres, una potencia bien conectada. Hoy en día, estas pequeñas islas caribeñas hacen muchos más negocios de lo que sus pequeñas poblaciones justifican y las Islas Caimán es uno de los centros financieros más grandes del mundo: no solo porque los inversores disfrutan de sus eficiencias legales, sino también debido a la minimización de impuestos (en muchos casos impuestos nulos y honorarios bajos), así como un alto grado de confidencialidad.

Jones señala que los paraísos fiscales son competitivos entre ellos y muy a menudo se especializan en un área en particular. “Por lo tanto, las Islas Caimán tienen una tendencia a especializarse en banca y la creación de fondos de libre inversión y esto ha evolucionado hasta formar un grupo principal de actividad financiera que ayuda a “engrasar los engranajes” de lo que muchos podrían considerar como flujos financieros ilícitos que son canalizados a través del sistema financiero”, dijo.

El secretismo y la falta de transparencia encontrados en las Islas Caimán y otros paraísos fiscales parecen ser muy importantes para aquellos que invierten grandes cantidades en las empresas de la agroindustria responsables de una deforestación significativa del Amazonas, probablemente porque estos inversores no desean que sus actividades sean expuestas a un público crítico o a las ONG medioambientales.
 
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