Prueba Piloto

Ante el constante hostigamiento y represión por parte de la policía neuquina que sufre el Lof mapuche Paichil Antriao, sus integrantes llamaron a un trawun (Parlamento) que realizarán en su comunidad el viernes 22 y el sábado 23.
(Red Eco) Neuquén - Si bien el conflicto por sus territorios no es reciente, a partir del 2 de diciembre pasado la situación del Lof mapuche Paichil Antriao se agravó cuando un dispositivo especial de la policía de Neuquén concretó el desalojo de una de las fracciones del antiguo lote agrícola-pastoril Nº 9 de 625 hectáreas, espacio de ocupación tradicional de la comunidad mapuche Paisil-Antriao desde fines de siglo XIX.
El desalojo se realizó a partir de la causa iniciada por William Fisher, que se considera propietario de parte del territorio y consiguió una orden de desalojo en 2007. A partir de ese día el espacio de ocupación real de la comunidad en el ejido municipal de Villa La Angostura se encuentra militarizado.
El hostigamiento por parte de la policía va desde el continuo patrullaje con armas y la instalación de puestos policiales en cercanía de las rukas (casas) hasta restringir al extremo los derechos y las garantías de la población que vive y transita en el lugar.
Ante esta situación y temiendo que el rewe (espacio sagrado) ubicado en las tierras de las que fueron desalojados, estuviera siendo destruido, el lunes 18 decidieron reingresar al territorio. A su vez, presentaron un habeas corpus para resguardo de la vida y la integridad de la comunidad Paisil-Antreao. En dicha presentación argumentaron que hace 50 días que se mantiene un estado de militarización del territorio ancestral mapuche y que Fischer en persona actuó en el desalojo y destrucción de las rukas, contratando personal que actuó con la identidad encubierta.
A la vez, denunciaron ante la Fiscalía el delito que implica la destrucción del rewe por parte de Fischer y todo el dispositivo del Estado que lo permite.
Copia de esas presentaciones fueron entregadas en el municipio para que paralice la obra hasta tanto se investigue, así como ante la comisaría local.
Así, la comunidad ingresó pacíficamente a resguardar el espacio sagrado, lo que le comunicó tanto a Fischer como a la policía cuando se acercaron. El propio Fischer informó del ultimátum, y usando un arma corta, aparentemente de calibre 22, condujo la represión que duró unas dos horas.
A su vez, una unidad policial atacó a otro sector del territorio por fuera del área en conflicto; un tercer puesto se levantó a metros de la ruka de una familia. Así, impidieron la solidaridad entre las familias y el resguardo de por lo menos tres heridos.
Aún con este panorama el juez Federico Sommers, subrogante y con asiento en Junín de los Andes, rechazó el habeas corpus, por lo que pidieron al fiscal adjunto Adrián De Lillo que apele ese rechazo. Todo el dispositivo policial y represivo fue prolijamente desmantelado, y pudieron comprobar la gravedad del ultraje: la remoción de la tierra tiene una profundidad de por lo menos dos metros, llegando el zanjón hasta unos 20 metros del centro ceremonial que ya está vulnerado.
La organización mapuche Consejo Asesor Indígena (CAI) dio a conocer un comunicado que expresa claramente la situación que atraviesa la comunidad, en él declaran: “Hoy el espacio territorial de la comunidad Paisil-Antriao en Villa la Angostura es el teatro de operaciones de una prueba piloto de militarización bajo las reglas de la democracia y el estado de derecho; de eliminación del conflicto por sofocamiento y asfixia política, institucional y social; de sorda limpieza étnica para despejar el terreno a los ‘inversores’”.
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