Sin mejoras en las condiciones de empleo de la población

Un informe dado a conocer por el Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas analiza los últimos datos del mercado de trabajo publicados por el INDEC correspondientes al II Trimestre de 2017. Los datos muestran que el empleo está prácticamente inmóvil, que continúa el deterioro de la calidad laboral, además de un aumento de la informalidad y el desaliento en la búsqueda de trabajo.  Caída del empleo formal y aumento del autoempleo caracterizan la evolución del mercado laboral.

 

(IPPyP) Argentina- Publicados los datos del INDEC correspondientes al II trimestre del 2017, queda claro que la política del Gobierno de Cambiemos sigue fracasando a la hora de mejorar las condiciones de vida de la población. Los datos muestran que la recuperación de la actividad económica (los benditos brotes verdes) no ha producido efectos en el nivel de empleo que sigue prácticamente inmóvil.

Asimismo, el estancamiento del empleo es acompañado por un deterioro de la calidad y el aumento de la informalidad (el subempleo crece de manera significativa), así como por el incremento del desaliento (razón exclusiva a la hora de explicar las oscilaciones en la tasa de desempleo).

Queda claro, por la información disponible, que la economía no genera la ocupación necesaria siquiera para incorporar el crecimiento vegetativo de la población, así como también que el poco empleo generado es precario. Caída del empleo formal y aumento del autoempleo caracterizan la evolución del mercado laboral. En este marco, más allá de la tasa de desocupación del 8,7%, quienes buscan trabajo todos los días representan el 23,4% de la población laboral (4.320.000 personas) y la insatisfacción frente a las condiciones de empleo abarca a casi el 30% de la población activa”.

El mercado laboral en el último año

El INDEC publicó recientemente la información sobre el mercado de trabajo al II trimestre 2017. Conocido este período y acumulados cinco trimestres consecutivos  desde la primera publicación luego de la normalización del INDEC, es posible entonces  establecer una lectura anual sin interponer advertencias derivadas de la manipulación estadística de la gestión anterior.

A continuación puntearemos algunas de las principales consideraciones que surgen de un primer análisis de las tasas básicas:

1) Crecimiento económico sin efectos en el empleo: El empleo está prácticamente inmóvil a pesar de los brotes verdes de la economía que el gobierno viene augurando y que finalmente se reflejaron en un aumento del nivel de actividad (medido por el EMAE) del 4% interanual al mes de junio. Ello implica que hasta el momento, los signos de recuperación económica parecen ubicarse en sectores con escaso correlato en el empleo o bien, sobre la base de una mayor explotación laboral.

Recién a partir del segundo trimestre de este año parece comenzar una lenta recuperación de tres de los sectores de la economía más importantes en la generación de empleo (Construcción, Industria y Comercio).


El sector más dinámico hasta el momento es la Construcción con un incremento del 13% interanual, principalmente asociado a la obra pública, que motorizó a un conjunto de ramas industriales como los minerales no metálicos (cemento, cerámica, ladrillo), metálicas básicas (acero vinculado a la construcción de gasoductos e inversiones de Vaca Muerta como así también asociada a repunte de la actividad primaria a través de la maquinaria agrícola) y la metalmecánica (sobre la base de la producción vinculada al montaje estructural, las maquinarias para obras de construcción y las herramientas manuales).

2) Estancamiento del empleo y desaliento: La tasa de empleo del 41,5 al II trimestre 2017 representa un aumento trimestral de apenas el 0,3% derivada de existencia de 99 mil ocupados más, incremento éste similar al crecimiento demográfico del trimestre (en áreas urbanas, de 104 mil) lo cual conlleva a un escenario de estancamiento del empleo en lo que va del año 2017.

En este marco, la reducción de la tasa de desocupación del 9,2 al 8,7, no sólo responde a un leve incremento del empleo sino que también tiene lugar como consecuencia de una caída en la participación de la población en el mercado laboral (del -0,2%).

Tal situación normalmente es consecuencia de la sucesión de búsquedas laborales infructuosas de la población desocupada que continúa sin oportunidades de inserción en un empleo.

La lectura del año 2016 – 2017 indica también un escenario de inmovilidad del empleo. La tasa en cuestión resulta ser incluso inferior a la verificada en el 2016 en un -0,5%. Lo anterior es consecuencia de un proceso de crecimiento en la cantidad de ocupados muy inferior a las necesidades de inserción laboral propias del crecimiento vegetativo (0,7% vs 1,2%).

En otros términos, la capacidad de generación de empleo del proceso económico vigente es tan mínima, que sólo puede brindar oportunidad laboral a 2 de cada 5 personas (aprox.) que ingresan a la denominada “edad de trabajar” o a la población potencialmente activa.

Conforme a ello, la caída de la tasa de desocupación en un -6,4% (del 9,3 al 8,7) sólo puede tener explicación en el marco de lo que hemos señalado anteriormente como, el efecto desaliento. El aumento de la población inactiva prácticamente es equivalente al aumento poblacional (484 mil vs. 482 mil).

3) El poco empleo generado es precario: Si bien todavía no es posible disponer de la información oficial que permita evaluar la calidad del empleo generado en el trimestre (I al II trimestre 2017), el aumento de la tasa de subocupación en un 10,7%, por encima del resto de las tasas, indica que el acotado número de nuevas ocupaciones verificadas responden a una extensión de empleo de menor calidad.

Por otra parte, el aumento de la disponibilidad o presión global de la fuerza laboral (que pasa del 29% al 29,6% de la PEA, porcentaje que involucra a los que buscan empleo cotidianamente pese a que estén ocupados o que están disponibles para trabajar más) refuerza la afirmación anterior.

La mayor disponibilidad o actividades de búsqueda de empleo al interior del campo de la ocupación expresan la disconformidad de los actuales ocupados respecto al tipo inserción laboral que disponen, normalmente vinculadas al carácter endeble o precario de las mismas.

Para efectuar el análisis anual sobre la evolución de las distintas condiciones de inserción laboral de la población ocupada, hasta el momento tenemos que conformarnos con la información disponible para el período comprendido entre el II trimestre 2016 y el I trimestre 2017 (La información correspondiente al período del II trimestre 2017 para completar el período anual estará disponible cuando el INDEC publique las bases usuarias ampliadas)

De esta manera, es posible observar que la escasa generación de puestos de trabajo ha venido de la mano de la ampliación de modalidades mayormente precarias y alejadas de la tradicional relación salarial formal -pero todavía central para acceder a garantías laborales y al grueso de las prestaciones sociales-.

De la información publicada surge que, durante el período, se verifica una reducción en la cantidad de asalariados registrados en -169 mil compensada principalmente por un aumento de las modalidades de autoempleo (+158 mil) entre las que predominan las de subsistencia.

Por su parte, el segmento informal de los asalariados, viene registrando una reducción de -76 mil pero que, conforme a su importante volatilidad, habrá que esperar a los próximos resultados para evaluar finalmente su incidencia en el año completo.
cuadro 1 2cuadro 3cuadro 4cuadro 5cuadro 6cuadro 7

Our website is protected by DMC Firewall!