Algunos pasos en el laberinto de los juicios
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- Categoría: DDHH
- Publicado: Jueves 25 de Febrero de 2010
(Red Eco) Ciudad y Provincia de Buenos Aires - Mañana viernes 26 de febrero, en horas de la tarde comenzará, luego de varias demoras, el juicio por algunos de los crímenes perpetrados en el centro clandestino de detención, tortura y exterminio conocido como “el Vesubio”.
El Tribunal Oral Federal en lo Criminal N° 4 (TOF-4), presidido por el juez Leopoldo Oscar Bruglia, tendrá a su cargo el proceso. En el banquillo se sentarán: el general retirado Héctor Humberto Gamen, el coronel retirado Hugo Idelbrando Pascarelli, el oficial de inteligencia y jefe de “el Vesubio” Pedro Alberto Durán Sáenz, y los ex penitenciarios Ramón Antonio Erlán, José Néstor Maidana, Roberto Carlos Zeoliti, Diego Salvador Chemes y Ricardo Néstor Martínez. Serán juzgados solamente ocho genocidas por crímenes contra 156 compañeros. Pero por este centro clandestino pasaron más de 200 y se presentaron ante la justicia el nombre de 58 represores que nunca fueron indagados.
Desde el mediodía, diversos organismos de derechos humanos nucleados en Justicia Ya!, convocan a concentrar en la puerta de los tribunales porteños de Comodoro Py para exigir la condena por genocidas de estos represores.
Los organismos vuelven a sostener que “esta forma de juzgamiento parcializado reproduce y es funcional a la impunidad y desdibuja la magnitud del exterminio perpetrado en este país”.
Por otra parte, el lunes declaró en el Tribunal Oral Federa Nº 2 (TOF-2), el actual secretario de Derechos Humanos de la CTA, Ricardo Peidro, en la causa abierta sobre el campo de concentración Club Atlético-El Banco-Olimpo -conocida como ABO.
El TOF -2 juzgará durante ocho meses a diecisiete imputados por secuestros, torturas y homicidios contra 184 víctimas.
Peidro prestó su testimonio como sobreviviente, ex detenido-desaparecido, del centro clandestino Club Atlético dependiente del Primer Cuerpo del Ejército. El militante fue secuestrado en 1977 junto a su compañera a partir de su participación en la Tendencia Revolucionaria de la Juventud Peronista (JP). También declaró en la misma causa su compañera Gabriela Funes, militante de derechos humanos y actualmente trabajadora del INDEC.
La jurisdicción del Primer Cuerpo de Ejército, estaba bajo el mando de los generales Carlos Suárez Mason, ya fallecido y Jorge Olivera Róvere (condenado por el TOF-5 a prisión perpetua simbólica ya que se encuentra en libertad) y el torturador Julio Simón, alias “Turco Julián”, entre otros genocidas.
Los testimonios fueron a sala llena y, en presencia de la mayoría de los represores juzgados, acompañaron a Peidro sus familiares, representantes de organismos de derechos humanos, el Instituto de Espacio para la Memoria (IEM), delegados de la Asociación Trabajadores del Estado (ATE-CTA), de la Agrupación Germán Abdala de La Boca (ATGA-CTA) y miembros de la conducción de la Asociación Agentes de Propaganda Médica (AAPM-CTA).
Mientras tanto, la semana pasada fueron detenidos diez ex suboficiales que durante la dictadura militar se desempeñaron como guardias en el Centro Clandestino de Detención de Bahía Blanca, conocido como "La Escuelita" ubicado en el V Cuerpo del Ejército.
Sobre ellos regía una orden de captura derivada de la causa 05/07 en la cual se investigan los hechos ocurridos dentro del V Cuerpo durante los años de la dictadura. Están acusados de haber participado directamente en los tormentos que sufrían los detenidos – desaparecidos.
Se trata de nueve ex suboficiales - Felipe Ayala, Armando Barrera, Bernardo Cabezón, Marcelino Casanovas, Raúl Artemio Domínguez, Andrés González, Arsenio Lavayén, José María Martínez y Gabriel Cuñicul - y de Fernando Antonio Videla, jefe de la sección donde ellos actuaban.
La Policía de Seguridad Aeroportuaria detuvo a la mayoría en las localidades de Junín de los Andes, Plottier y Bariloche, excepto Videla que fue localizado Villa Dominico, en la provincia de Buenos Aires.
El fiscal Abel Córdoba aclaró que los represores no se encontraban prófugos pero que se trabajó para que no puedan escaparse al tomar conocimiento de que eran buscados. Además precisó que no es extraño que todos fueran oriundos de la zona cordillerana porque era una práctica del Ejército llevar a sus integrantes de un lugar determinado al centro clandestino (en este caso el de Bahía Blanca) para que no se los reconociera.
La semana próxima la justicia debería resolver si se les dicta procesamiento, falta de mérito o sobreseimiento pero mientras tanto continuarán detenidos.
Fuentes: EcoDias, Acta-Cta, Justicia Ya!
