Red Eco Alternativo ***

Reclamo por viviendas en un contexto de violencia de género

El pasado 1ro de setiembre se movilizaron organizaciones sociales desde el Obelisco hasta el ministerio de Desarrollo Territorial y Hábitat de la Nación, para exigir soluciones a familias sin techo y víctima de violencia de género. “La composición de las recuperaciones de tierra son compañeras que se escapan con sus hijos de la vivienda que comparten con el agresor o que han sido desalojadas de sus alquileres”, dice Gigí, integrante de la Conserjería de vivienda entrevistada por Mario Hernandez.

 

Mario Hernandez: ¿Cuáles fueron los reclamos? 

Gigí: La movilización fue convocada el miércoles 1° de setiembre a las 10:00 en el Obelisco, las organizaciones convocantes fuimos el MTL Rebelde, las Consejerías de vivienda y contamos también con la presencia de vecines de la recuperación de tierras de Guernica y la toma que se está dando en la 21-24 e incluso en simultáneo estuvieron haciendo actividades los vecinos de La Sexta que es un barrio que está sufriendo muchos desalojos en la ciudad de Rosario.

Una de las principales demandas que llevamos al ministerio fue en relación a 108 viviendas que están sin adjudicar en Estación Sáenz que queda en Pompeya.

M.H.: Son del Plan Procrear.

G.: Claro, está resonando mucho el tema del Procrear porque justamente la toma de la 21-24 está entre el Plan Procrear de la Ciudad de Buenos Aires y la 21-24. Nosotros en este caso hablamos del Procrear del barrio de Pompeya que tiene 108 viviendas sin terminar y, por lo tanto, sin sortear y estamos pidiendo que esas viviendas se repartan entre personas víctimas de violencia de género.

El problema de poder acceder a una vivienda es cada vez peor, sobre todo para quienes encabezan familias monomaternales, que son compañeras que están solas, que tienen trabajo informal, que muchas veces son migrantes y lamentablemente tienen menos acceso a los derechos básicos, y hay un problema estructural que no se está resolviendo desde ningún ente municipal, ni provincial ni nacional, que es que cada vez menos alquileres aceptan chicos, y eso se da tanto en el mercado informal como en el formal. Con lo cual, tenemos compañeras en distintas villas, viviendo en habitaciones o pensiones, que para escapar del agresor con el cual conviven, o se van debajo de un puente o se van a recuperar un pedazo de tierra.

M.H.: Pero Gigi, una pregunta, también las condiciones para ingresar al programa Procrear, son limitantes. Se exigen 12 meses de trabajo sin interrupciones y percibir un mínimo de $ 56.660 cuando el salario promedio de los trabajadores argentinos ronda $ 40.000.

G.: Exacto, ese fue nuestro primer reclamo a Juan Pablo Negro, que es el Director nacional de desarrollo urbanístico, básicamente quien maneja el Procrear, pero la repuesta del gobierno nacional es que el programa es así y que nosotros peleamos por otro sector para los que tienen otros programas como, por ejemplo, el tema de lotes con servicio. Está buenísimo, pero ¿quién tiene tierra? Estamos hablando de gente que no tiene trabajo, que está superada por la crisis sanitaria, económica y social. La verdad es que en términos de poder conseguir algo por más mínimo que sea pero que también es sumamente urgente, el tema el sector social de laburantes precarizades no hemos podido lograr torcer el brazo del gobierno nacional.

Con el tema de género se han mostrado un poco más abiertos, porque después por los femicidios todo el mundo se rasga las vestiduras. El tema es que el problema que vos marcás es algo que nosotros señalamos desde el comienzo, no existen ni créditos ni planes de vivienda adecuados para la mayor parte de la clase trabajadora el día de hoy. Así que esto claramente va fue parte de los reclamos que llevamos.

M.H.: Quiero aclarar que Gigi forma parte de la Consejería de vivienda, que también estuvieron presentes vecinos de la recuperación de tierras de Guernica y compañeros de Rosario.

G.: En Rosario se hizo una medida paralela, no es que viajaron para acá, pero se sumaron al reclamo y quienes entramos como comisión negociadora planteamos todo. Seguramente sabrán que en los momentos más ríspidos de la pandemia, un decreto, el DNU 320 frenaba los desalojos, pero esto era solo para el sector formal, quienes trabajamos en el sector informal, en barrios y villas, solo hemos podido frenar los desalojos o poniendo el cuerpo o consiguiendo plata para pagar. No aplicó ningún DNU. Entonces, el 31 de marzo de este año el ministerio de Desarrollo territorial y Hábitat de la Nación hizo como un eje del área para frenar desalojos de alquileres, esto es algo que evidentemente no está sucediendo y fue parte del reclamo.

M.H.: En la Ciudad de Buenos Aires tenemos dos ocupaciones, una en la villa 21-24 de Barracas y otra en la Villa 31. Ambas con amenaza de desalojo.

G.: Exactamente. Eso es completamente lineal con lo que veníamos hablando antes. Es lo mismo que sucedía en Guernica. La mayor parte de la composición de las recuperaciones de tierra hoy, son compañeras que se escapan con sus hijos de la vivienda que comparten con el agresor y personas que han sido desalojadas de sus alquileres.

Imaginate el descalabro que hay en el sistema de alquileres formales, con aumentos que pueden llegar tranquilamente al 100% para renovaciones, si eso lo trasladamos al sector informal es terrible, porque además la forma del desalojo no es a través de un juicio, con una mediación donde se puede intervenir desde Defensoría; van y te sacan de manera muy violenta y directa y la gente que queda desalojada y que no puede acceder a un alquiler porque tienen chicos o son mujeres, no les queda otra opción que no sea la ocupación.

Y hay que ver también cómo se va repitiendo el patrón de recuperaciones en terrenos ociosos a la vera de las distintas villas de la Ciudad.

M.H.: Tengo entendido que el terreno de la 31 es un basural.

G.: El de la 21-24 si bien es terreno del ferrocarril, si uno entra se da cuenta de la limpieza que han podido hacer los vecinos del terreno, pero no es algo muy diferente a eso. Nadie puede vivir dignamente así. Nosotros sabemos que el Ministerio nos va a decir que las tierras no son de ellos. Pero sí son parte del gobierno, lo mismo que la Administración de Bienes del Estado, que sí administran esas tierras, por lo menos que levanten el teléfono para que a los vecinos que estén atravesando esa situación, los atienda alguien de ABE y se pueda dar tierra y vivienda para quienes más lo necesitan y no para el negocio inmobiliario.

M.H.: Hay cuatro millones de personas viviendo en villas. Un 10% de la población nacional.

 

 
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