Paro y movilización

Dos días de protestas contra políticas de un gobierno neoliberal

(Adital) Honduras- La Coordinadora Nacional de Resistencia Popular (CNRP) realiza, hoy y mañana, una movilización con paro, para protestar contra la política neoliberal promovida por el gobierno de Manuel Zelaya, dictada por los organismos financieros internacionales. A pesar de las amenazas de las autoridades de reprimir violentamente las manifestaciones; los movimientos sociales y sindicales mantienen lo programado.
"Este gobierno con sus posturas demagógicas ha mantenido arbitrariamente el modelo neoliberal que nos sumerge en la miseria y la desintegración nacional y no ha dudado en utilizar la represión ante la justa protesta popular", dijo la Coordinadora en un comunicado público.
El Ministro de Seguridad, Alvaro Romero, hizo diversas declaraciones acerca de que los policías cometerán violaciones a los derechos humanos contra las personas que participen de las manifestaciones. Pero miles están en las calles para defender sus derechos al agua, a la educación, a la protección del medio ambiente y a una comunicación democrática. Escuelas y universidades están de paro para que profesores y estudiantes también puedan adherir a las actividades.
La principal carretera del país, que une la capital Tegucigalpa con San Pedro Sula -centro financiero- fue bloqueada, así como las carreteras en la colonia 6 de Mayo, La Flecha, Santa Rosa de Copán - que une Honduras con Guatemala- y San Marcos de Ocotepeque, que lleva hasta El Salvador.
En Tegucigalpa, la protesta comenzó en El Durazno, carretera que lleva al norte del país. En la región sur, la protesta más fuerte se da en el departamento de Valle, en la frontera con El Salvador. En el norte, la región más movilizada está en el puente La Democracia, que une la ciudad de El Progreso con San Pedro Sula.
Entre las reivindicaciones de los manifestantes se encuentran: la anulación de la Ley Marco del Agua Potable y Saneamiento, aprobada con el repudio de toda la población de Honduras; la aprobación de una nueva ley de minería, elaborada con propuestas que surjan de los sectores sociales populares movilizados e involucrados con el tema; la aprobación de una ley forestal; la suspensión de todos los proyectos de construcción de represas, hasta definir una propuesta que proteja el medio ambiente; el fin del salario diferenciado.
Y además: una nueva Ley de Telecomunicaciones, que rompa con el control de los monopolios extranjeros; la detención de las alzas de los precios de los productos de consumo popular; la nacionalización de la importación de combustibles; el fortalecimiento de las empresas del Estado; la anulación de la Ley de Modernización Agrícola; la aprobación de una nueva Reforma Agraria; políticas permanentes de protección de los emigrantes; educación gratuita y el respeto de los pueblos indígenas y negros, para que se prioricen sus derechos en vez de los intereses empresariales.
Cerca del 34 % del territorio hondureño está sujeto a la explotación con actividades mineras, realizada por empresas particulares. El impacto ambiental es de alto grado y el beneficio para el pueblo del país es casi nulo.
 

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