
A 72 años, victoria y tragedia griegas tras la liberación de Atenas
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- Categoría: Europa
- Publicado: Jueves 13 de Octubre de 2016

Hace 72 años, las fuerzas británicas realizan su primera acción de desembarco en la zona de Patras, sin encontrar oposición de las tropas alemanas. La liberación de Atenas, la capital griega, tuvo lugar exactamente el 12 de octubre. Poco más de 1 mes después, finalizó la ocupación nazi. Entre las fuerzas de la resistencia, los comunistas eran los más numerosos. ¿Por qué la victoria se convirtió en tragedia? Por Lucas Malaspina para Red Eco Alternativo
(Lucas Malaspina - @thebadthorn) Grecia - Al momento de producirse la ocupación nazi -que tuviera lugar el 6 de abril de 1941 en conjunto con fuerzas italianas y búlgaras-, Grecia era gobernada por el rey Jorge II y administrada por el sangriento general Metaxas, que había reprimido salvajemente el movimiento obrero. Medio de millón de habitantes perdieron la vida: un 7% de su población. Entre ellos, 54000 de los 70000 judíos, que serían exterminados en el Holocausto. Las violaciones eran métodos usuales para obligar a los griegos a “confesar”. Se producían ejecuciones sumarias a la luz del día y se colgaban los cuerpos muertos en los árboles. Estos eran exhibidos y se vigilaba que nadie los quisiera enterrar, para intimidar a los griegos que osaran desafiar la ocupación.
Según el historiador francés Pierre Broué, “La resistencia griega (...) no surgió de la decisión de ninguna organización. Durante la noche del 30 al 31 de mayo de 1941, dos estudiantes, por fuera de todo marco organizativo, realizan una escalada a la Acrópolis para arrancar de ahí la cruz gamada”. Esta acción se iba a convertir en símbolo de la insurrección. “Más o menos en el mismo momento, después de la derrota del ejército regular (...) aparecieron las primeras bandas guerrilleras en el campo, armadas de fusiles y municiones recuperadas casi a discreción en los campos de batalla y los caminos donde el ejército había sido derrotado”. Como en todo país de tradición agraria, surgían por doquier los agrupamientos de bandidos rurales -a menudo considerados ídolos por los pobres de las aldeas- y valientes que desafiaron con métodos artesanales la opresión de las fuerzas del Eje. Mientras muchos de los oficiales del ejército regular huían en desbandada, militantes veteranos escapaban de los campos de concentración del general Metaxas para nutrir los destacamentos de la resistencia.
El Partido Comunista (KKE) a las órdenes de Stalin se encontraba paralizado por su política de “frente popular”. Intentaban hacer un frente con las fuerzas “democráticas” de la burguesía griega, pero esta quería la restitución de la monarquía, la cual lejos de cualquier ideal republicano, se había sostenido en una dictadura militar. La monarquía era odiada por la mayoría de los militantes comunistas, y asimismo tenía el apoyo de Winston Churchill. En medio de estas contradicciones, el KKE decidió involucrarse en la resistencia que ya había comenzado, para centralizarla y dirigirla. Se constituyó con otras pequeñas agrupaciones el EAM (Frente de Liberación Nacional), en septiembre de 1942, cuyo brazo militar fue la ELAS (Ejército Popular de Liberación Nacional). Al igual que en el Estado Español -como refleja el cineasta inglés en “Tierra y libertad”-, la dirección comunista no deseaba conectar la lucha por la expulsión de los invasores con la liberación social. Actualmente, el propio KKE -que continúa reivindicando a Stalin- realiza una autocrítica de la línea extremadamente contemplativa que llevó EAM-ELAS respecto a los partidos del sistema.
Según los historiadores Robin Higham y Thanos Veremis, el KKE contaba al final de la ocupación con alrededor de 300000 miembros, mientras que EAM-ELAS contaba con cerca de 2 millones, cerca de un tercio de la población. El EAM-ELAS había constituido un contra-Estado, con asambleas populares que deliberaban en las aldeas y tomaban decisiones sobre su propio destino. Es que la resistencia era asunto de prácticamente toda la población. La clase obrera se apropia de la lucha anti-nazi: el 22 de diciembre de 1942, hay 40000 personas en huelga. También se produce una fortísima huelga de varias semanas a inicio de 1943, que logra el retiro del proyecto de servicio de trabajo obligatorio por parte de los alemanes, lo que no ocurriría en ningún otro país de Europa. En 1944, no sólo vastas zonas rurales han sido liberadas, sino que las fuerzas alemanas son sitiadas en las ciudades, que sólo dejan en convoyes protegidos.
Por lo anterior, es posible considerar que la llegada de las tropas inglesas se dispone a tratar de evitar que la guerra civil lleve a los comunistas al poder, antes que a colaborar con la resistencia anti-nazi. La preocupación inglesa fue grande cuando los territorios en manos de EAM-ELAS hicieron elecciones, en marzo de 1944. Es por esto que en mayo se reúnen en Líbano representantes de los otros partidos políticos griegos, tutelados por Churchill, para llegar a un acuerdo sobre un gobierno de “unidad nacional”, donde el EAM-ELAS sería incluido con 6 ministros (extremadamente escasos si se tiene en cuenta el enorme peso del KKE en la sociedad). Aceptaban, como en Francia o en Italia, instrucciones de la URSS. Incluso la dirección comunista conformaría la OPLA, una policía política para perseguir a quienes quisieran “descarrillar” la lucha anti-nazi y transformarla en guerra de clases.
Giorgios Papandreu fue el titular de la “unidad nacional”, que no significaba otra cosa que desangrar la lucha de los comunistas, desarmandolos y sometiendolos al statu quo. Algunas cosas -incluso los países- siempre quedan en familia: debemos recordar que este fue el abuelo del ex primer ministro socialista del mismo nombre, quien inició el brutal ajuste propuesto por la Troika de la UE-FMI-BCE y debió dimitir en 2011. El KKE llama a conservar el “orden público”, o sea, a transferirle a Papandreu el poder real que estaba en manos del EAM-ELAS.
Por este acuerdo, después de la retirada alemana, los partisanos mantuvieron sus 50000 milicianos fuera de la capital y aceptaron la llegada de tropas británicas, quedando la resistencia bajo el comando del general inglés Ronald Scobie. El primer ministro británico lo instruyó, en diciembre de 1944, de la siguiente manera: “Usted es el responsable del mantenimiento del orden en Atenas y debe neutralizar o destruir a todas las facciones del EAM-ELAS (...) Lo mejor sería naturalmente que sus órdenes fueran refrendadas por un Gobierno griego. (…) Sin embargo, no dude en actuar como si estuviera en una ciudad conquistada donde hubiera estallado una revuelta local (…) Necesitamos ocupar y dominar Atenas”.
Eso fue exactamente lo que pasó. El 2 de diciembre se ordena desarmar al EAM-ELAS. Una manifestación pacífica multitudinaria rechaza esto y exige la dimisión de Papandreu. En plaza Syntagma, ciudadanos desarmados son masacrados por las tropas de Scobie. Podrían vencer, pero alguien les roba el triunfo del que son únicas dueñas. El EAM-ELAS resiste: mal alimentados, mal armados, los jóvenes partisanos griegos resisten heroicamente durante 33 días. El KKE finalmente acepta el desarme y pacta con Churchill y Papandreu. Uno de los tres generales de EAM-ELAS, Aris Veluchiotis, se opone a seguir las órdenes soviéticas: acabará denunciado por el KKE y fusilado en junio de 1945.
Fuentes:
“La résistance grecque” apartado en “Trotsky et les trotskystes face à la deuxième guerre mondiale”, Pierre Broué, Cahiers Léon Trotsky nº 23 (1985)
“The Metaxas Dictatorship: Aspects of Greece” (1993), Higham & Veremis
“De la Résistance á la guerre civile en Gréce, 1941-1946” (2012), Joëlle Fontaïne
“Por quem os sinos gregos dobram?” (2015), Osvaldo Coggiola, blogdaboitempo.com.br