En Dakota del Norte, más de cien indígenas estadounidenses y aliados que protestaban contra el oleoducto Dakota Access –un proyecto cuyo costo está valuado en 3.800 millones de dólares– fueron heridos por la policía, que los atacó con balas de goma, gases lacrimógenos, gas pimienta y cañones de agua en la noche del domingo, en la que se registraron temperaturas muy bajas.
El ataque se produjo en un puente cerca del principal campamento de resistencia Oceti Sakowin, luego de que los defensores del agua intentaran despejar el acceso al puente público, que las autoridades habían bloqueado utilizando equipos militares encadenados a barreras de hormigón.
Los defensores del agua dicen que la policía disparó balas de goma a los periodistas, derribó drones que se estaban usando para documentar el ataque y disparó bengalas que iniciaron incendios en el pasto. Observadores del Gremio Nacional de Abogados declararon que luego de los disparos, muchas personas perdieron el conocimiento temporalmente. Testigos afirman que un anciano sufrió un paro cardíaco y fue reanimado por los médicos en el lugar. La tribu sioux de Standing Rock y la tribu sioux de Cheyenne River enviaron servicios de emergencia.
Fuente: Democracy Now!