Cuba intenta acelerar la explotación de las fuentes renovables de energía en medio de una difícil situación económica, ante la caída sostenida desde 2016 del suministro de Venezuela de petróleo a precios preferenciales, que compensan solo parcialmente Argelia y Rusia.
“Para Cuba cualquier cantidad de energía es importante”, dijo Alfredo López, ministro de Energía y Minas, durante la inauguración del primer Salón Internacional de Energías Renovables. Cuba 2018, que se celebró entre el 30 de enero y este jueves 1, en el recinto habanero de Pabexpo, auspiciado por esa cartera y la Unión Europea (UE).
“Este fórum tiene como fin apoyar la transición de Cuba hacia las energías limpias, asequibles y eficientes, como pilar fundamental para su desarrollo sostenible”, apuntó Stefano Manservisi, el director general de Cooperación Internacional y Desarrollo de la Comisión Europea, el órgano ejecutivo de la UE.
A su juicio, el encuentro con más de 76 expositores de 16 países “es también la prueba de la alianza estratégica entre Cuba y la Unión Europea en el papel del cambio climático”, porque contribuye con un programa de las autoridades cubanas para hacer más limpia e independiente de los combustibles fósiles la matriz energética en 2030.
El plan persigue que 24 por ciento de electricidad limpia se sostenga con 14 por ciento de biomasa, seis por ciento de eólica, tres por ciento de solar y el resto de hidráulica.
Fuente: Ivet González - IPS