Habemos millones de Evos: 14 años de Gobierno Plurinacional.
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- Categoría: Bolivia
- Publicado: Sábado 25 de Enero de 2020
Evo Morales encabezó un multitudinario acto en el estadio de Deportivo Español el miércoles 22 de enero para conmemorar el Día del Estado Plurinacional, hace 14 asumía como como presidente de Bolivia, luego de ganar las elecciones en diciembre de 2005. En este acto, así como en el empadronamiento masivo que se está llevando a cabo en los pocos consulados que aún quedan abiertos en argentina lo que se vislumbra es que el “apoyo a Evo Morales”, es más allá de Evo, es decir se apoya lo que su figura representa, lo que cambio en Bolivia desde que él llego al poder. Red Eco Alternativo.
(Noelia Carrazana-Red Eco) Buenos Aires - Desde el 2009 cuando Bolivia presenta su nueva constitución al mundo se empieza a vivir en un país Plurinacional. Su preámbulo comienza así: “En tiempos inmemoriales se erigieron montañas, se desplazaron ríos, se formaron lagos. Nuestra amazonia, nuestro chaco, nuestro altiplano y nuestros llanos y valles se cubrieron de verdores y flores. Poblamos esta sagrada Madre Tierra con rostros diferentes, y comprendimos desde entonces la pluralidad vigente de todas las cosas y nuestra diversidad como seres y culturas. Así conformamos nuestros pueblos, y jamás comprendimos el racismo hasta que lo sufrimos desde los funestos tiempos de la colonia”.
Ser un estado plurinacional es reconocer su diversidad cultural y en ello reconocer que todos tienen los mismos derechos, “que la Bolivia que el Evo nos dejó es un comienzo de igualdad. Hoy usted va al campo y la escuela es igual que las escuelas de la ciudad, tienen campo de deporte, tienen luz, agua, por eso siempre voy a apoyarlo, porque gracias al Evo mi mamita en sus últimos cinco años de vida conoció la luz y el agua de canilla, ella creía que eso era para ricos” cuenta Segundino Flores en el viaje en colectivo hacia el barrio de Flores.
El miércoles 22 de enero el Club Deportivo Español estaba colmado de Wiphalas, banderas bolivianas y de los movimientos sociales argentinos. Allí se vivió una fiesta, pero con el corazón aun congelado por el shock del golpe de Estado que se vive hoy en Bolivia. Desde el mediodía el estadio se fue llenando de colores, muchas mujeres portaban sus polleras y a pesar del calor abrazador había hombres que tenían sus ponchos, que con sus colores identifican el lugar de donde son originarios. Entraron andinos, cambas y chapacos que llegaban con sus niños, con sus padres y madres a “dar su apoyo al Evo”, “repudiar el golpe de estado”, “poner mi granito de arena para que mis hermanos bolivianos no sufran”, esas fueron algunas frases que repetían.
Fue un día ardiente, el sol parecía más vivo que nunca al punto de sofocar. Pero allí, a un costadito, sentada, tapando con una camisa floreada su cabeza y con un cartel de apoyo a Evo Morales que colgaba de sus rodillas estaba Luisa López, una potosina de 83 años, que vive hace 50 años en Argentina. “Me vine porque Bolivia era un país limosnero, peor que Haití, nunca había plata, siempre Bolivia tenía que pedir plata, pero cuando Evo empezó el primer año la plata le sobro”.
“Cuando volví hace tres años, no podía creer que estaba en Bolivia, los caminos nuevos que había. ¿Cómo hicieron esa injusticia del golpe del estado? Quieren saquear el Litio, como saquearon el oro y la plata”. Luisa da la misma respuesta que cualquier boliviano al que se le pregunte ¿Por qué apoya a Evo Morales?, y definitivamente la infraestructura vial de Bolivia creció: del 2006 al 2018 la Administradora Boliviana de Carreteras (ABC) construyó 5.389 kilómetros de carreteras nuevas, mientras que en el año 2005 había solo 1000 km construidos en toda Bolivia.
Todos tienen los mismos recuerdos, viajar en camión junto a las gallinas y las bolsas de papas con el cuerpo adormecido de tantas subidas y bajadas en esas rutas serpenteantes que atraviesan cerros con precipicios, ríos y quebradas. Desde la frontera Argentina los zafreros Tarijeños hacían más de 10 horas en camiones Volvo para llegar a la capital, luego fueron 6 horas en las flotas (colectivos pequeños), que de nada se desbarrancaban hacia el río Bermejo. Hoy ese trayecto Bermejo-Tarija se hace en tres horas, sigue habiendo accidentes, pero nadie que conozca Bolivia puede decir que es un país de rutas llanas.
Llegando al escenario principal se ve una mujer de pollera, pero lo que llama la atención es que esta mujer sentada en el piso cose con rapidez inusual hojas secas de coca. Los hombres y mujeres que la rodean le separan las hojas enteras y le dan de puñaditos ya armados. “Aurita estamos haciendo pillu para presidente”, dice la doñita vestida con blusa y pollera verde, del compose de la hoja que está manipulando para hacerle el tan colorido collar de hojas de coca y flores que se les pone a las autoridades.
“La coca es sagrada, es medicina, se usa para sembrar mama Sara (maíz), este coca es riqueza, este coca es del Chapare, nosotros trabajamos con el piqchu (bolo de hojas de coca que se pone en un costado de la boca) y así trabajamos sin cansarnos”, dice la doñita. Algunos pensaran que esta costumbre de coquear es solo del habitante andino, pero no, es una costumbre arraigada en toda Bolivia y con sus idas y vueltas llega hasta la provincia argentina de Tucumán. Se usa la hoja de coca para saludar a la Madre Tierra y pedirle que ayude en la siembra. Cada mañana el campesino boliviano que se va a trabajar, antes se sienta con su bolsita a coquear y charlar un ratito.
“La coca representa a los pueblos indígenas, desde los tatarabuelos coqueaban para dar saludo a la Madre tierra. Nosotros no vamos a permitir que se nos mate nuestra cultura, por eso estamos luchando con el proceso de Cambio, y vamos a luchar hasta lo último. Los gringos, los neoliberales no queremos que gobiernen el país, nosotros somos el 70%, habemos muchos, millones de Evos, Evo no está solo”, dice un hombre venido de Potosí que la acompaña.
Pasadas las cinco de la tarde llega primero Evo Morales Ayma y luego Álvaro García Linera junto al candidato a presidente por el Movimiento al Socialismo (MAS), Luis Arce Catacora, ex ministro de Economía y uno de los responsables de que Bolivia hay sido el país que en los últimos cinco años más crecimiento económico tuvo en toda américa del Sur.
Cerrando los ojos por un instante en ese caos de sonidos se podía sentir estar en algún acto político de los asilados en Bolivia. En el escenario se suceden una mescla de danzas, trajes que hacen al espectador sentir que se está en algún carnaval boliviano. El locutor que arenga e insta a los asistentes a que dejen sus papelitos para enviarles saludos amplificados por el micrófono. Era un homólogo de cualquier feria de la papa, del maíz, de la uva, de las infinitas fiestas tradicionales que se suceden en cada pueblito de la diversa geografía boliviana en la época de verano.
Todavía se oye retumbar la voz de Rubén Patagonia que con su Aoniken abraza desde lo más profundo del sur a los bolivianos que estaban allí y evidencia el simbolismo de lo que representa Evo Morales para los pueblos indígenas del Mundo.
Evo representa a los millones de hombres y mujeres de esta américa que por siglos fueron ninguneados y pisoteados, que por siglos tuvieron que agachar la cabeza y sentir que eran una raza inferior. Ese indio que llegó al poder y con hechos concretos demostró que se podía modernizar Bolivia, que junto a hombres como el hoy candidato a vicepresidente David Choquehuanca - que supo explicar al mundo la cosmovisión andina-, hoy cualquier campesino del rincón más inhóspito de Bolivia sabe que tiene derechos y que puede decidir sobre sus recursos naturales.
Finalmente habló Evo, un discurso largo donde se criticó al sistema capitalista y enalteció al poder sindical. Contó que antiguamente la política para el campesino era “pala y pico”, “hacha y machete” y que los pueblos indígenas campesinos de Bolivia no tenían derecho a hacer política. Entonces luego de muchas discusiones decidieron crear el partido político MAS, y en el proyecto de gobierno se plantearon en lo político la refundación de Bolivia, en lo económico “la nacionalización de los recursos naturales” y en lo social “la distribución de la riqueza”, ese fue el proyecto para llegar al gobierno.
Quedará para otro discurso alguna autocritica respecto de por qué el MAS no hizo su traspaso de poder necesario, traspaso que las democracias occidentales necesitan y así no haber dado ninguna justificación para que se use, muchas veces sin dimensionar la palabra “dictador”. "Me voy como si faltara algo, siento que no queda claro el camino del MAS”, dice mientras suspira una dirigente social platense que a veces de manera invisible trabaja incansablemente para que la cultura boliviana este siempre viva.